sábado, 12 de marzo de 2011

EL FARO DE LA FE

Texto para memorizar: “La fe salvadora es una transacción, por la cual los que reciben a Cristo se unen en un pacto con Dios. Una fe viva entraña un aumento de vigor y una confianza implícita que, por medio de la gracia de Cristo, dan al alma un poder vencedor” (El Ministerio de Curación, pág. 40).

OBJETIVOS

1. Distinguir la fe salvadora teniendo en cuenta su definición.

2. Razonar que la fe en Cristo es imprescindible para afrontar el juicio investigador.

3. Comprobar por medio de la experiencia hecha por personajes bíblicos que la fe produce buenas obras.

INTRODUCCIÓN

“Ahora debe ejercitarse constantemente una fe poderosa. Un poder que despierte debe revelarse en cada creyente. No debemos actuar más como pecadores, sino que como cristianos deberíamos estar revelando una fe viva y salvadora. Esta fe viva en Cristo Jesús producirá frutos. Habrá una santa y firme entrega a Dios. Obrando con la vista puesta únicamente en su gloria seremos guardados en medio de los peligros de los últimos días” (Alza tus Ojos, pág. 242).

FE SALVADORA

1. ¿Cuál es la definición de fe salvadora? Hebreos 11:1.

“Debe enseñarse la fe, la fe salvadora. La definición de esta fe en Jesucristo se puede hacer con pocas palabras: es el acto del alma por medio del cual todo el hombre se entrega a la guarda y el control de Jesucristo. Por la fe él mora en Cristo y Cristo mora supremamente en su alma. El creyente encomienda su alma y su cuerpo a Dios, y con seguridad puede decir: Cristo es capaz de guardar lo que le he encomendado hasta aquel día. Todos los que hagan esto serán salvos para vida eterna. Habrá seguridad de que el alma ha sido lavada en la sangre de Cristo, revestida con su justicia, y es preciosa a la vista de Jesús. Nuestros pensamientos y nuestras esperanzas están concentrados en la segunda venida de nuestro Señor. Ese es el día cuando el Juez de toda la tierra recompensará la confianza de su pueblo (Ms 6, 1889)” (Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 550).

2. ¿Cuál es la cobertura de la fe? ¿Cuándo se apropia uno de la cobertura de la fe? Isaías 1:18; 1 Juan 1:7.

“El Señor Jesucristo ha preparado una cobertura –el manto de su propia justicia– que pondrá sobre cada alma arrepentida que lo reciba por la fe. Dijo Juan: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’ (Juan 1:29). El pecado es la transgresión de la ley. Cristo murió para que todos pudieran deshacerse del pecado” (Alza tus Ojos, pág. 376).

“Si no hemos experimentado ese arrepentimiento, del cual nadie se arrepiente, y no hemos confesado nuestros pecados con verdadera humillación de alma y quebrantamiento de espíritu, aborreciendo nuestra iniquidad, no hemos buscado verdaderamente el perdón de nuestros pecados; y si nunca lo hemos buscado, nunca hemos encontrado la paz de Dios. La única razón porque no obtenemos la remisión de nuestros pecados pasados es que no estamos dispuestos a humillar nuestro corazón y a cumplir con las condiciones de la Palabra de verdad...” (El Camino a Cristo, pág. 37).

3. ¿Cuál es el peligro de confundir la fe salvadora? 1 Corintios 2:5; Romanos 14:23, última parte.

“Los hombres se vanaglorian de poseer gran luz, pero en realidad no tienen más que ciega presunción, porque se han opuesto a la clara voluntad de Dios. Muchos exaltan el razonamiento humano, idolatran la sabiduría humana... Entre la gran masa de cristianos profesos no se comprende cuán ofensiva es la transgresión de la ley de Dios. No comprenden que la salvación puede obtenerse únicamente mediante la sangre de Cristo...” (A Fin de Cono- cerle, pág. 208).

“Pero la fe no va en ningún sentido unida a la presunción. Sólo el que tenga verdadera fe se halla seguro contra la presunción. Porque la presunción es la falsificación satánica de la fe. La fe se aferra a las promesas de Dios, y produce la obediencia. La presunción también se aferra a las promesas, pero las usa como Satanás, para disculpar la transgresión. La fe habría inducido a nuestros primeros padres a confiar en el amor de Dios, y a obedecer sus mandamientos. La presunción los indujo a transgredir su ley, creyendo que su gran amor los salvaría de las consecuencias de su pecado. No es fe lo que reclama el favor del Cielo sin cumplir las condiciones bajo las cuales se con- cede una merced. La fe verdadera tiene su fundamento en las promesas y pro- visiones de las Escrituras” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 101, 102).

LA FE PUESTA EN EL SANTUARIO CELESTIAL

4. ¿Cómo se ingresa al santuario celestial y para qué? Hebreos 4:16; 6:20.

“La intercesión de Cristo por el hombre en el santuario celestial es tan esencial para el plan de la salvación como lo fue su muerte en la cruz. Con su muerte dio principio a aquella obra para cuya conclusión ascendió al cielo después de su resurrección. Por la fe debemos entrar velo adentro, ‘donde entró por nosotros como precursor Jesús.’ (Hebreos 6: 20). Allí se refleja la luz de la cruz del Calvario; y allí podemos obtener una comprensión más clara de los misterios de la redención. La salvación del hombre se cumple a un precio infinito para el cielo; el sacrificio hecho corresponde a las más amplias exigencias de la ley de Dios quebrantada. Jesús abrió el camino que lleva al trono del Padre, y por su mediación pueden ser presentados ante Dios los deseos sinceros de todos los que a Él se allegan con fe” (El Conflicto de los Siglos, pág. 543).

5. ¿Qué labor de Jesús en el santuario celestial debe ser aceptada por fe? Hebreos 9:24; 7:25; 4:14-16.

“El tercer ángel concluye así su mensaje: ‘Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús’. Al repetir el ángel estas palabras, señalaba al santuario celestial. La atención de cuan- tos aceptan este mensaje se dirige hacia el lugar santísimo, donde Jesús está de pie delante del arca, realizando su intercesión final por todos aquellos para quienes hay todavía misericordia, y por los que hayan violado ignorantemente la ley de Dios. Esta expiación es hecha tanto para los justos muertos como para los justos vivos. Incluye a todos los que murieron confiando en Cristo, aunque, por no haber recibido luz acerca de los mandamientos de Dios, hubiesen pecado ignorantemente al transgredir sus preceptos” (Primeros Escritos, pág. 254).

6. ¿En qué escena es dada la intercesión de Cristo? ¿Quiénes son los beneficiados y quiénes no? 1 Juan 2:1, 2; Éxodo 32:33.

“A medida que los libros de registro se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por Él. Empezando con los primeros que vivieron en la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos. Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y otros rechazados. En caso de que alguien tenga en los libros de memoria pecados de los que no se haya arrepentido y que no hayan sido perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida, y la mención de sus buenas obras será borrada de los registros de Dios” (Cristo en su Santuario, pág. 130).

“Los que por fe siguen a Jesús en su gran obra de expiación, reciben los beneficios de su acción mediadora, mientras que los que rechazan la luz que pone en evidencia este ministerio, no reciben beneficio alguno” (Cristo en su Santuario, pág. 119).

EL FARO DE LA FE EN LA TIERRA.

7. ¿Qué decisiones firmes toman hombres y mujeres de fe? Comentar las experiencias de algunos personajes de Hebreos 11.

“Se espera acción, no meramente palabras, de los seguidores de Cristo. Por medio de la acción es como se edifica el carácter....Los hijos de Dios no son aquellos cuyos corazones conmueve el Espíritu, ni los que de vez en cuando se entregan a su poder, sino los que son guiados por el Espíritu” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 126).

“Doquiera fuesen los discípulos de Cristo en busca de refugio, se les per- seguía como a animales de rapiña. Se vieron pues obligados a buscar escondite en lugares desolados y solitarios. Anduvieron ‘destituídos, afligidos, maltratados [de los cuales el mundo no era digno], andando descaminados por los desiertos y por las montañas, y en las cuevas y en las cavernas de la tierra.’ (Hebreos 11:37, 38, V.M.) Las catacumbas ofrecieron refugio a milla- res de cristianos. Debajo de los cerros, en las afueras de la ciudad de Roma, se habían cavado a través de tierra y piedra largas galerías subterráneas, cuya obscura e intrincada red se extendía leguas más allá de los muros de la ciudad. En estos retiros los discípulos de Cristo sepultaban a sus muertos y hallaban hogar cuando se sospechaba de ellos y se los proscribía. Cuando el Dispensador de la vida despierte a los que pelearon la buena batalla, muchos mártires de la fe de Cristo se levantarán de entre aquellas cavernas tenebrosas” (El Conflicto de los Siglos, pág. 44).

8. ¿Qué relación se establece entre la fe y las obras? Santiago

2:17-26; 1 Juan 2:4.

“Los frutos de la fe son la justicia, la verdad y la misericordia. Necesitamos andar en la luz de la ley de Dios; las buenas obras serán el fruto de nuestra fe, las obras de un corazón renovado diariamente. El árbol debe ser hecho bueno antes de que su fruto pueda ser bueno. Debemos estar entera- mente consagrados a Dios. Nuestra voluntad debe corregirse antes de que su fruto pueda ser bueno. No debemos tener una religión antojadiza (Carta 105,

1898)” (A Fin de Conocerle, pág. 228).

9. ¿Qué piensan muchos de la relación entre la fe y las obras?

Juan 8:39; Génesis 26:5.

“Son muchos los que no comprenden la relación que existe entre la fe y las obras. Dicen: ‘Cree solamente en Cristo, y estarás seguro. No tienes necesidad de guardar la ley.’ Pero la verdadera fe se manifiesta mediante la obediencia. Cristo dijo a los judíos incrédulos: ‘Si fuerais hijos de Abrahán, las obras de Abrahán haríais’ (Juan 8:39.) ...‘Oyó Abrahán mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes’ (Gén. 26:5)...” (Patriarcas y Profetas, pág. 149).