sábado, 12 de marzo de 2011

COMO HIJOS DE LUZ

Texto para memorizar: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18).

OBJETIVOS

1. Conocer por experiencia personal el verdadero reino de luz que disipa las tinieblas.

2. Revelar que somos hijos de luz por medio del testimonio personal.

3. Transmitir un buen testimonio de luz por medio de la salud física, mental y espiritual.

INTRODUCCIÓN

“Pero los que hayan vivido por Dios y el cielo, señalando el camino de la vida a otros, encontrarán que la senda del justo es tan resplandeciente como la luz, que brilla cada vez más hasta que el día es perfecto. Y pronto oirán esta invitación de bienvenida: ‘Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’(Mat. 25:21). El gozo de Cristo era ver a las almas salvadas en su reino glorioso; y por ese gozo

‘sufrió la cruz, menospreciando el oprobio’(Heb. 12:2). Pero pronto ‘verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho’(Isa. 53:11). ¡Cuán felices serán los que habiendo participado en su trabajo ahora pueden compartir su gozo!” (Consejos de Mayordomía Cristiana, pág. 225).

EL REINO DE LUZ

1. ¿Quién es el centro del reino de luz? ¿Cuáles son sus rayos? Juan 1:4, 14.

“Así como el sol se compara con las lumbreras menores del cielo, así Cristo, la Fuente de toda luz, se comparó con los maestros de sus días... Medidos por las mentes finitas, los hombres son llamados instruidos y grandes; pero con toda su decantada sabiduría, su ciencia y conocimiento, no pueden conocer a Dios y a Jesús a quien Él ha enviado... Ningún hombre que jamás haya vivido, o que vivirá alguna vez, puede pretender ser el guía infalible, el supremo revelador de la verdad. Los hombres pueden procurar alcanzar la más alta norma de sabiduría, pero hay Uno, ‘un Maestro enviado de Dios’, que es más alto que ellos. Ningún maestro humano lo puede igualar” (A Fin de Conocerle, pág.

99).

2. ¿Cuál es el cetro del reino de luz? Salmo 45:6; Mateo 6:33.

“Las palabras de Dios concernientes a su Ungido están cargadas de significado: ‘Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus com- pañeros’ (Heb. 1: 8, 9) (Carta 7, del 25 de enero de 1900, dirigida a W. K. Ke- llogg, hermano y ayudante del Dr. J. H. Kellogg)” (Alza tus Ojos, pág. 37).

3. ¿Quiénes más conforman el reino de luz? ¿Qué ven y beben diariamente? Juan 7:37; 4:14; Apocalipsis 17:14; 19:7, 8.

“Todos los que eligen el reino de amor, justicia y paz de Cristo, considerando sus intereses superiores a todos los demás, están vinculados con el mundo celestial, y son dueños de toda bendición necesaria para esta vida. En el libro de la providencia divina, el volumen de la vida, se nos da a cada uno una página. Esa página contiene todo detalle de nuestra historia. Aun los cabellos de nuestra cabeza están contados. Dios no se olvida jamás de sus hijos” (Dios nos Cuida, pág. 58).

“Cada uno de nosotros debe ir a la fuente y beber por sí mismo. Mil alrededor de nosotros pueden beber del manantial de la salvación, pero no seremos refrigerados a menos que bebamos por nosotros mismos de las aguas sanadoras. Debemos ver la belleza, la luz de la Palabra de Dios por nosotros mismos y encender nuestro candil en el altar divino para que podamos ir al mundo manteniendo en alto la Palabra de vida como una lámpara brillante y resplandeciente...” (A Fin de Conocerle, pág. 174).

HIJOS DE LUZ EN UN MUNDO DE TINIEBLAS

4. ¿Qué características debe tener nuestro servicio cristiano para ser una fuente de luz? Mateo 5:14-16; 25:14, 15.

“La parábola de los talentos… tiene una aplicación individual y personal para cada hombre, mujer y niño que tengan uso de razón… Cuando el dueño de la casa llamó a sus siervos dio a cada hombre su trabajo. Toda la familia de Dios está incluida en la responsabilidad de usar los dones [de su Señor].

Todo individuo, desde el más bajo y más oscuro hasta el más grande y más exaltado, es un agente moral dotado con habilidades por las cuales es respon- sable ante Dios… Los dones espirituales, mentales y físicos, la influencia, la posición, los bienes, los afectos, las simpatías, todos son preciosos talentos que deben ser usados en la causa del Maestro para la salvación de las almas por las que Cristo murió” (En Lugares Celestiales, pág. 224).

“Caminar en luz significa avanzar en el desarrollo de los dones espirituales. Pablo declaró: ‘No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; pero… olvidando ciertamente lo que queda atrás’, al contemplar constantemente el Modelo, me extiendo ‘a lo que esta adelante’. Caminar en la luz significa caminar ‘rectamente’, caminar ‘en la ley de Jehová’, caminar ‘por fe’, caminar

‘en el Espíritu’, caminar ‘en tu verdad’, caminar ‘en amor’, caminar ‘en nove- dad de vida’. Esto es perfeccionar ‘la santificación en temor de Dios’ (Carta 98,1902)” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 202).

5. ¿Qué posición toman los hijos de Dios frente al problema del pecado? Efesios 5:11-13.

“El verdadero pueblo de Dios, que toma a pecho el espíritu de la obra del Señor y la salvación de las almas, verá siempre al pecado en su verdadero carácter pecaminoso. Estará siempre de parte de los que denuncian clara- mente los pecados que tan fácilmente asedian a los hijos de Dios” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 335).

6. ¿Qué debe considerarse cuando se tiene que reprender el mal? Gálatas 6:1, 2.

“Aunque los ministros de Cristo deben denunciar el pecado y la impiedad, la impureza y la mentira, aunque son llamados a veces a reprender la iniquidad, tanto entre los encumbrados como entre los humildes, y a mostrarles que la indignación de Dios caerá sobre los transgresores de su ley, no deben ser intolerantes ni tiránicos; deben manifestar bondad y amor, y un espíritu deseoso de salvar más bien que de destruir” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 566).

7. ¿Qué cuidado debemos tener con los defectos de nuestros hermanos? ¿Por qué? Hebreos 12:15.

“Dios no quiere que nos coloquemos en el tribunal y nos juzguemos unos a otros... Cuando vemos errores en otros, recordemos que tenemos faltas más graves, quizá, a la vista de Dios, que la falta que condenamos en nuestro

hermano. En vez de publicar sus defectos, pedid a Dios que lo bendiga, y ayudadlo a vencer su error. Cristo aprobará este espíritu y proceder, y abrirá el camino para que habléis una palabra de sabiduría que fortalecerá y ayudará al que es débil en la fe” (A Fin de Conocerle, pág. 189).

“En vez de encontrar faltas en otros examinémonos a nosotros mismos. La pregunta de cada uno de nosotros debiera ser: ¿Es recto mi corazón delante de Dios? ¿Glorificará a mi Padre celestial este proceder? Si habéis fomentado un mal espíritu, desterradlo del alma. Vuestro deber es desarraigar del corazón todo lo que contamine; debiera arrancarse cada raíz de amargura, para que otros no se contaminen con su perniciosa influencia. No permitáis que quede en el terreno del corazón ninguna planta venenosa. Arrancadla esta misma hora, y plantad en su lugar la planta del amor. Entronícese a Jesús en el alma” (A Fin de Conocerle, pág. 189).

LOS RAYOS DE LUZ DEL MENSAJE DE SALUD

8. ¿Qué otros rayos de luz ha entregado el Señor a su pueblo para que los haga resplandecer en el mundo? 1 Corintios 6:19, 20.

“El 10 de diciembre de 1871 me fue mostrado nuevamente que la reforma pro salud es un ramo de la gran obra que ha de preparar a un pueblo para la venida del Señor. Está tan íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como la mano lo está con el cuerpo. La ley de los Diez Mandamientos ha sido considerada livianamente por los hombres, pero el Señor no quiso venir a castigar a los transgresores de dicha ley sin mandarles primero un mensaje de amonestación. El tercer ángel proclama ese mensaje. Si los hombres hubieran sido siempre obedientes al Decálogo, y hubiesen llevado a cabo en su vida los principios de esos preceptos, la maldición de tanta enfermedad que ahora inunda al mundo no existiría.

“Los hombres y las mujeres no pueden violar la ley natural, complaciendo un apetito depravado y pasiones concupiscentes, sin violar la ley de Dios. Por lo tanto, el Señor ha permitido que sobre nosotros resplandezca la luz de la reforma pro salud, para que veamos el pecado que cometemos al violar las leyes que Él estableció en nuestro ser. Todos nuestros goces o sufrimientos pueden atribuirse a la obediencia o transgresión de la ley natural” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 81).

9. ¿Cómo mantener la salud espiritual y física? Filipenses 4:8.

“Dios quiere que alcancemos el ideal de perfección hecho posible para nosotros por el don de Cristo. Nos invita a escoger el lado de la justicia, a ponernos en relación con los agentes celestiales, a adoptar principios que restaurarán en nosotros la imagen divina. En su Palabra escrita y en el gran libro de la naturaleza ha revelado los principios de la vida. Es tarea nuestra conocer estos principios y por medio de la obediencia cooperar con Dios en restaurar la salud del cuerpo tanto como la del alma” (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 16).

“Puesto que la mente y el alma hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el vigor mental como el espiritual dependen en gran parte de la fuerza y la actividad físicas; todo lo que promueva la salud física, promueve el desarrollo de una mente fuerte y un carácter equilibrado. Sin salud, nadie puede comprender distintamente ni cumplir completamente sus obligaciones para consigo mismo, con sus semejantes o con su Creador. Debiera cuidarse por lo tanto tan fielmente la salud como el carácter. El conocimiento de la fisiología y de la higiene debería ser la base de todo esfuerzo educativo” (La Educación, pág. 195).

10. ¿Cómo obtener una experiencia viva y mayor luz? 1 Juan 3:18, 19.

“Si alguna vez llegamos a conocer la verdad, será porque la habremos practicado. Debemos tener experiencia viva en las cosas de Dios, antes de poder comprender su Palabra. Este conocimiento experimental es lo que fortalece el intelecto y nos edifica en Cristo, nuestra cabeza viviente” (Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, pág. 94).

“El pueblo de Dios debe avanzar a partir de un principio bien definido, de manera que su primer propósito sea buscar el reino de Dios y su justicia y de allí en adelante avanzar desde la luz a una luz aún mayor” (Cada Día con Dios, pág. 50).