sábado, 12 de marzo de 2011

ESPERANZA EN UN MUNDO DE TINIEBLAS

Texto para memorizar: “En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor. Andad como hijos de luz” (Efesios 5:8).

OBJETIVOS

1. Identificar las tinieblas en el corazón del hombre por medio de sus actitudes.

2. Conocer el efecto de las tinieblas por el gobierno ejercido en la iglesia y la nación.

3. Salir del abismo y el poder de las tinieblas por la liberación de Jesucristo.

INTRODUCCIÓN

“Nuestro corazón es malo y no lo podemos cambiar. ‘¿Quién podrá sacar cosa limpia de inmunda? Ninguno’ (Job 14:4 ) ‘Por cuanto el ánimo carnal es enemistad contra Dios; pues no está sujeto a la ley de Dios, ni a la verdad lo puede estar’ (Romanos 8:7). La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el esfuerzo humano todos tienen su propia esfera, pero para esto no tienen ningún poder. Pueden producir una corrección externa de la conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las fuentes de la vida” (El Camino a Cristo, pág. 16).

LAS TINIEBLAS ESPIRITUALES DEL PECADO

1. ¿Con qué es comparada la persona que mora en tinieblas espirituales? Ezequiel 37:4; Mateo 23:27.

“Hay muchas personas, en las familias y en la iglesia, que darán poca importancia a flagrantes inconsecuencias. Hay jóvenes que aparentan lo que no son. Parecen honrados y veraces; pero son como sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero corrompidos hasta el corazón. El corazón está manchado, mancillado por el pecado; y, éste es el registro que se presenta en las cortes celestiales. Se estaba produciendo en la mente un proceso que los ha encallecido e insensibilizado. Pero si su carácter, pesado en la balanza del santuario, es declarado falto en el gran día de Dios, será una calamidad que ahora no comprenden. La verdad, preciosa y sin mancha, ha de ser parte del carácter” (El Colportor Evangélico, págs. 76, 77).

2. ¿A quién se aplica la simbología de los huesos secos? Isaías 5:20; 1 Corintios 4:5.

“Pero esta comparación de los huesos secos no sólo se aplica al mundo, sino también a los que han sido bendecidos con gran luz, pues éstos también son como los esqueletos del valle. Tienen la forma de hombres, la estructura del cuerpo, pero no tienen vida espiritual. Sin embargo, en la parábola los huesos secos no quedan solamente unidos con apariencia de hombres, pues no es suficiente que haya simetría entre los miembros y el organismo entero. El aliento de vida debe vivificar los cuerpos para que puedan levantarse y entrar en actividad. Esos huesos representan la casa de Israel, la iglesia de Dios, y la esperanza de la iglesia es la influencia vivificante del Espíritu Santo. El Señor tiene que impartir su aliento a los huesos secos para que puedan vivir” (Recibiréis Poder, pág. 47).

CONSECUENCIAS DEL PECADO

3. ¿Cómo afecta el pecado el gobierno de la iglesia y de la nación? 1 Timoteo 3:5; Proverbios 14:34; Proverbios 2:13-15.

“Cristo pronuncia un ay sobre todos los que transgreden la ley de Dios. Pronunció un ay sobre los doctores de la ley porque ejercían su poder para afligir a los que los buscaban en procura de justicia. Todas las terribles consecuencias del pecado recaerán sobre los que, aunque nominalmente miembros de la iglesia, les parece poca cosa poner a un lado la ley de Jehová, y no hacen diferencia entre el bien y el mal” (Cada Día con Dios, pág. 222).

“La historia de Acán enseña la solemne lección de que por el pecado de un hombre, el desagrado de Dios recaerá sobre un pueblo o una nación hasta que la transgresión sea descubierta y castigada. El pecado es corruptor por naturaleza. Un hombre infectado de esa lepra mortal puede transmitir la mancha a miles. Los que ocupan posiciones de responsabilidad como guardianes del pueblo, traicionan la confianza depositada en ellos si no son fieles en buscar, descubrir y reprender el pecado…” (Conflicto y Valor, pág. 120).

4. ¿Qué ocurre cuando se quiere ocultar el pecado? Jueces 7:8-10; 20-25; Hechos 5:3-5.

“La sabiduría infinita vio que esta manifestación señalada de la ira de Dios era necesaria para impedir que la joven iglesia se desmoralizara. El número de sus miembros aumentaba rápidamente. La iglesia se vería en peligro si, en el rápido aumento de conversos, se añadían hombres y mujeres que, mientras profesaban servir a Dios, adoraban a Mamón. Este castigo testificó que los hombres no pueden engañar a Dios, que Él descubre el pecado oculto del corazón, y que no puede ser burlado. Estaba destinado a ser para la iglesia una advertencia que la indujese a evitar la falsedad y la hipocresía, y a precaverse contra el robar a Dios” (Los Hechos de los Apóstoles, págs. 60, 61). “Por el pecado de un hombre, vergüenza, derrota y muerte cayeron sobre Israel. Se les retiró la protección que había cubierto sus cabezas en el tiempo de la batalla. Los diversos pecados que profesos cristianos acarician y practican traen el enojo de Dios sobre la iglesia…” (Conflicto y Valor, pág. 119).

ESPERANZA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS

5. ¿Qué necesitamos frente a una religión legal? Juan 7:37; Hebreos. 7:25.

“Quería meditar, orar, [para saber] de qué manera podríamos trabajar para presentar el tema del pecado y de la expiación delante de los hermanos de acuerdo a la luz bíblica. Ellos estaban en gran necesidad de esta instrucción, a fin de que pudieran dar la luz a otros y tener el bendito privilegio de ser obreros juntamente con Dios en la tarea de reunir y traer al redil los corderos de su rebaño. ¡Qué poder debemos tener de Dios para que los corazones fríos, que tienen sólo una religión legal, vean las cosas mejores provistas para ellos: Cristo y su justicia! Se necesitaba un poder vitalizador para dar vida a los huesos secos (Manuscrito 24, 1888)” (Mensajes Selectos, tomo 3, págs. 200, 201).

6. ¿Cuál es plan divino para libertar a los cautivos de las tinieblas? 2 Corintios 4:6; Hechos 26:18.

“Al Señor no le agrada vernos espiritualmente débiles… Tenemos que enfrentar conflictos y pruebas pero no necesitamos fracasar ni desanimarnos…

“Dios es honrado sólo cuando los que profesan creer en Él son amoldados a su imagen. Debemos representar ante el mundo la belleza de la santidad, porque nunca entraremos a través de las puertas de la ciudad de Dios hasta que perfeccionemos un carácter como el de Cristo. Si nosotros, con confianza

en Dios, nos esforzamos por lograr la santificación, la recibiremos… La aceptación de las bendiciones de Dios trae justicia y paz. El fruto de la justicia es quietud y seguridad para siempre. Debemos tener la sencillez y sinceridad de Dios. Debemos tener esa sabiduría que desciende de lo alto. Nuestra experiencia cristiana debe ser reanimada por medio de la piedad e impulsada por la vida divina” (Alza tus Ojos, pág. 97).

7. ¿Cuál debería ser nuestro mayor anhelo? Oseas 6:3; Malaquías 4:2.

“Quiero que mi ofrenda de gratitud ascienda constantemente a Dios. Anhelo tener una comprensión mayor de su bondad y de su amor inmutable. Anhelo diariamente las aguas de vida... Encuentro continuamente mi fortaleza en Dios. Mi dependencia no debe vacilar. Ningún instrumento humano debe interponerse entre mi alma y mi Dios. El Señor es nuestra única esperanza. Confío en Él, y Él nunca, no nunca, me chasqueará. Hasta aquí me ha ayudado cuando estaba muy desanimada...” (A Fin de Conocerle, pág. 268).

“El alma del creyente experimentará un anhelo intenso de conocer y comprender más acerca de la verdad y la justicia de Cristo. Todos los que avancen en la vida divina desarrollarán una mayor capacidad para buscar la verdad como si fuera un tesoro escondido, y la incorporarán a sus propias almas” (Exaltad a Jesús, pág. 261).