sábado, 12 de marzo de 2011

EL SELLO DE LOS HIJOS DE LUZ

Texto para memorizar: “Y vi otro ángel que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del Dios vivo: y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y a la mar. Diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios” (Apocalipsis 7:2, 3).

OBJETIVOS

1. Tomar conciencia de la obra del sellamiento y de su importancia para nosotros.

2. Conocer el inicio y el final de la obra del sellamiento.

3. Prepararse para recibir el sello del Dios vivo.

EL SELLO DEL DIOS VIVO

1. ¿Qué es un sello? Ester 8:10; Daniel 6:17; Éxodo 39:30.

“Un sello se define como un instrumento destinado a sellar, lo que emplean los individuos, las corporaciones y los estados para hacer impresiones en cera, sobre los documentos escritos, como evidencia de autenticidad. La palabra original en este texto se define así: Un sello, es decir, un anillo con sello o distintivo; una marca, estampa, insignia o garantía. El verbo significa dejar algo seguro para cualquiera; poner un sello o marca sobre cualquier documento en prueba de que es algo genuino o aprobado; atestiguar, con- firmar, establecer, distinguir con una marca” (Daniel y Apocalipsis, tomo 2, págs. 109, 110).

2. ¿Qué orden recibe el Ángel? Ezequiel 9:3, 4; Apocalipsis 7:2, 3.

3. ¿Cuál es la distinción del sello del Dios viviente? ¿Qué grava en la mente el Espíritu Santo? Efesios 1:13; 4:30; Isaías 8:16; Ezequiel 36:26, 27; Hebreos 8:10.

“Así como la cera toma la impresión del sello, así el alma debe recibir la impresión del Espíritu de Dios y retener la imagen de Cristo” (Dios nos Cuida, pág. 92).

“El ángel con el tintero de escribano debe colocar una señal en la frente de todos los que están separados del pecado y de los pecadores, y el ángel exterminador sigue a este ángel (Carta 12, 1886)” (Material Suplementario, Comentario de Elena G. de White, pág. 1183).

“Los que desconfían de sí mismos, se humillan delante de Dios y purifican sus almas obedeciendo a la verdad, son los que reciben el molde celestial y se preparan para tener el sello de Dios en sus frentes. Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá puro y sin mancha para la eternidad” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 71).

4. ¿Dónde se halla el sello de Dios? ¿Cómo se distingue este sello? Ezequiel 20:12, 20; Éxodo 31:16, 17.

“El sello de la ley de Dios se halla en el cuarto mandamiento. Es el único de los diez que presenta el nombre y el título del Legislador. Lo declara creador de los cielos y la tierra y de ese modo demuestra su derecho a la reverencia y la adoración. Fuera de este mandamiento no hay nada en el decálogo que revele por la autoridad de quien se da la ley” (La Fe por la Cual Vivo, pág. 289).

“Dentro del arca estaba el vaso de oro con el maná, la florida vara de Aarón y las tablas de piedra, que se plegaban la una sobre la otra como las hojas de un libro. Abriólas Jesús, y vi en ellas los diez mandamientos escritos por el dedo de Dios. En una tabla había cuatro, en la otra seis. Los cuatro de la primera brillaban más que los otros seis. Pero el cuarto, el mandamiento del sábado, brillaba más que todos, porque el sábado fue puesto aparte para que se lo guardase en honor del santo nombre de Dios. El santo sábado resplandecía, rodeado de un nimbo de gloria” (Cristo en su Santuario, pág. 13).

“Los israelitas colocaron una señal de sangre en los dinteles de sus puertas para demostrar que eran la propiedad de Dios. Del mismo modo los hijos de Dios llevarán el signo que Dios ha señalado. Se pondrán en armonía con la santa ley de Dios. Se coloca una marca sobre cada uno del pueblo de Dios tan ciertamente como se colocó una marca sobre las puertas de los hebreos para librar al pueblo de la destrucción general” (La Fe por la Cual Vivo, pág. 289).

EL TIEMPO DEL SELLAMIENTO

5. ¿Cuándo comenzó el sellamiento? ¿Cuándo terminará? Ezequiel 9:11; Apocalipsis 22:11.

“Pero debemos dedicar ahora nuestra atención al pequeño grupo que se aferró tenazmente a su creencia de que la profecía se había cumplido el 22 de octubre de 1844 y aceptó con sinceridad la doctrina del sábado y la verdad del santuario como luz celestial que iluminara su senda” (Primeros Escritos, págs. 21, 22).

“Vi ángeles que iban y venían de uno a otro lado del cielo. Un ángel con tintero de escribano en la cintura regresó de la tierra y comunicó a Jesús que había cumplido su encargo, quedando sellados y numerados los santos. Vi entonces que Jesús, quién había estado oficiando ante el arca de los diez mandamientos, dejó caer el incensario, y alzando las manos exclamó en alta voz: ‘Consumado es’” (Primeros Escritos, pág. 279).

6. ¿Qué obra es presentada en la profecía para el tiempo del fin? ¿Qué acontecimientos están relacionados con el sellamiento? Apocalipsis 7:1-3; 18:1-4.

“Antes que sea completamente terminada la obra y finalice el sellamiento del pueblo de Dios, recibiremos el derramamiento del Espíritu de Dios. Ángeles del cielo estarán en nuestro medio” (Maranata, pág. 210).

7. ¿Quiénes resucitan en la resurrección parcial? Daniel 12:2 ¿Cuál es el número de los sellados? Apocalipsis 14:1.

“Los sepulcros se abren y ‘muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.’ (Daniel 12:2) Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. ‘Los que le traspasaron’ (Apocalipsis 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes” (El Conflicto de los Siglos, pág. 695).

“Los 144,000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En su frente llevaban escritas estas palabras: ‘Dios, nueva Jerusalén,’ y además una brillante estrella con el nuevo nombre de Jesús. Los impíos se enfurecieron al vernos en aquel santo y feliz estado, y querían apoderarse de nosotros para encarcelarnos, cuando extendimos la mano en el nombre del Señor y cayeron rendidos en el suelo. Entonces conoció la sinagoga de Satanás que Dios nos había amado, a nosotros que podíamos lavarnos los pies unos a otros y saludarnos fraternalmente con ósculo santo, y ellos adoraron a nuestras plantas” (Primeros Escritos, pág. 15).

LOS QUE RECIBIRÁN EL SELLO DE DIOS.

8. ¿Quiénes recibirán el sello de Dios en sus frentes? Daniel 12:3; Apocalipsis 7:3; Gálatas 5:24.

“El amor se expresa en la obediencia, y el amor perfecto echa fuera el temor. Los que aman a Dios, tienen el sello de Dios en la frente, y obran las obras de Dios” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 53).

“Los que venzan el mundo, la carne y el diablo, serán los favorecidos que recibirán el sello del Dios vivo” (Eventos de los Últimos Días, pág. 225).

“Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia, deben reflejar plenamente la imagen de Jesús” (Primeros Escritos, pág. 71, edición de 1851).

9. ¿Qué gran privilegio tendrán los 144.000? Apocalipsis 14:1-5; 15:2-4.

“Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era estruendo de truenos y de un terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí” (Primeros Escritos, pág. 15).

LOS QUE SON ZARANDEADOS

10. ¿Qué tratamiento reciben los que no tienen el sello de Dios? Ezequiel 9:5, 6.

“Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado… y preparado para el zarandeo, éste se producirá. En realidad, ya ha comenzado. Los juicios de Dios se hallan ya sobre la tierra para darnos advertencia a fin de que podamos saber lo que nos espera” (Dios nos Cuida, pág. 358).

“El número de esta hueste había disminuido. Con el zarandeo, algunos fueron dejados a la vera del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación ... pero sus lugares fueron ocupados en seguida por otros, que se afiliaron a la hueste que había aceptado la verdad” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 62).

“En este tiempo de sellamiento Satanás está valiéndose de todo artificio para desviar de la verdad presente el pensamiento del pueblo de Dios y para hacerlo vacilar” (Primeros Escritos, pág. 43).

11. ¿Cuál es la razón por la cual no todos son sellados?

“El sello de Dios no será nunca puesto en la frente de un hombre o una mujer que sean impuros. Nunca será puesto sobre la frente de seres huma- nos ambiciosos y amadores del mundo. Nunca será puesto sobre la frente de hombres y mujeres de corazón falso o engañoso. Todos los que reciban el sello deberán estar sin mancha delante de Dios y ser candidatos para el cielo” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág 71, edición 1882).

“Aun entre los que enseñan la verdad a otros hay muchos que no recibirán el sello de Dios en sus frentes. Tuvieron la luz de la verdad, conocieron la voluntad de su Maestro, comprendieron todo punto de nuestra fe, pero no hicieron las obras correspondientes. Los que conocieron tan bien la profecía y los tesoros de la sabiduría divina, debieran haber actuado de acuerdo con su fe” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 68).

“Algunos insistirán en que el Señor no es tan meticuloso en sus requerimientos; que no es su deber observar estrictamente el sábado con tanta precisión, ni ponerse en conflicto con las leyes del país. Pero en esto es

precisamente donde viene la prueba, en saber si honraremos la ley de Dios por encima de los requerimientos de los hombres. Esto es lo que hará distinción entre quienes honran a Dios y quienes le deshonran. En esto es donde hemos de demostrar nuestra lealtad. La historia del trato de Dios con su pueblo en todas las épocas demuestra que Él exige una obediencia estricta” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 183).

12. Por lo tanto, ¿qué debemos hacer en nuestra condición? 1 Pedro 5:6; Hebreos 4:14-16; 10:37-39; 12:1, 2.