sábado, 12 de marzo de 2011

HIJOS REGENERADOS

Texto para memorizar: “Renovad la actitud de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado para ser semejante a Dios en justicia y santidad” (Efesios 4:23, 24).

OBJETIVOS

1. Estudiar los medios divinos en la obra de la regeneración espiritual.

2. Escudriñar los resultados espirituales de la regeneración en nuestra vidas.

3. Profundizar el estudio sobre la reforma del carácter, como consecuencia de la regeneración.

INTRODUCCIÓN

“La regeneración es la única senda por medio de la cual podemos llegar a la ciudad santa. Es angosta, y estrecha la puerta de entrada, pero por ella debemos guiar a hombres, mujeres y niños, enseñándoles que para ser salvos deben tener un nuevo corazón y un nuevo espíritu. Los antiguos rasgos de carácter hereditarios deben ser vencidos. Los deseos naturales del alma deben cambiar. Se debe renunciar a todo engaño, toda falsificación y toda maledicencia. Hay que vivir una vida nueva, que hace de hombres y mujeres seres semejantes a Cristo. Debemos nadar, por así decirlo, contra la corriente del mal” (Cada Día con Dios, pág. 108).

LOS MEDIOS DE LA REGENERACIÓN

1. ¿Cuáles son las poderosas fuentes para la regeneración del ser humano? Tito 3:5; Salmo 19:7-12.

“Los que creen en Jesucristo son mudados de instrumentos rebeldes a la ley de Dios en siervos obedientes y súbditos de su reino. Nacen de nuevo, regenerados, santificados por la verdad” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 114).

“Hay quienes han conocido el amor perdonador de Cristo y desean real- mente ser hijos de Dios; sin embargo, reconocen que su carácter es imperfecto y su vida defectuosa, y están propensos a dudar de que sus corazones hayan sido regenerados por el Espíritu Santo. A los tales quiero decirles que no se abandonen a la desesperación. Tenemos a menudo que postrarnos y llorar a los pies de Jesús por causa de nuestras culpas y errores; pero no debemos desanimarnos” (El Camino a Cristo, pág. 64).

2. ¿Podemos saber exactamente cuándo se inicia la regeneración del creyente? Juan 3:3-8.

“Tal vez alguno no podrá decir el tiempo o el lugar exacto, ni trazar toda la cadena de circunstancias del proceso de su conversión; pero esto no prueba que no se haya convertido. Cristo dijo a Nicodemo: ‘El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido, mas no sabes de dónde viene, ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu’ (S. Juan 3: 8). Así como el viento es invisible y, sin embargo, se ven y se sienten claramente sus efectos, así obra el Espíritu de Dios en el corazón humano” (El Camino a Cristo, pág. 56).

3. ¿Es posible constatar si en una persona se ha producido la regeneración evangélica? Efesios 4:23, 24.

“El tremendo poder del Espíritu Santo obra una transformación entera en el carácter del agente humano, convirtiéndolo en una nueva criatura en Cristo Jesús... Las palabras y acciones expresan el amor del Salvador. No hay competencia por el lugar más alto. Se renuncia al yo. El nombre de Jesús está escrito en todo lo que se dice y hace. ¿No es la renovación del hombre el mayor milagro que puede hacerse? ¿Qué no puede hacer el agente humano que por fe se aferra del poder divino?” (Dios nos Cuida, pág. 81).

LOS FRUTOS DE LA REGENERACIÓN

4. ¿Cuáles son algunos de los resultados espirituales de la regeneración? San Mateo 7:17.

• Romanos 6:12, 14 Liberación del dominio del pecado.

• Romanos 6:6; 1 Juan 3:9 Aborrecimiento del pecado.

• Romanos 6:4, 5 Resurrección espiritual.

• Efesios 4:24 Semejanza a Dios en justicia y santidad.

• Ezequiel 36:27 Obediencia a Dios en sus mandamientos.

“No es la sabiduría tanto como la regeneración interior lo que necesitas. No es tanto que se te satisfaga la curiosidad como tener un nuevo corazón, lo que has menester…” (Consejos sobre la Escuela Sabática, pág. 70).

“Nicodemo había venido al Señor pensando entrar en una discusión con Él, pero Jesús descubrió los principios fundamentales de la verdad. Dijo a Nicodemo: No necesitas conocimiento teórico tanto como regeneración espiri- tual. No necesitas que se satisfaga tu curiosidad, sino tener un corazón nuevo. Debes recibir una vida nueva de lo alto, antes de poder apreciar las cosas celestiales” (Dios nos Cuida, pág. 81).

5. ¿Qué otros frutos benditos se producen en la persona que ha hecho la experiencia de la regeneración?

• 2 Pedro 1:4 Participación de la naturaleza divina.

• 1 Juan 5:1 Profundo amor por Dios.

• 1 Juan 4:7 Sincero amor fraternal.

“Somos miembros de su cuerpo místico. El es la cabeza, que rige todos los miembros del cuerpo. Jesús mismo, en su misericordia infinita, está obrando en los corazones humanos, efectuando transformaciones espirituales tan asombrosas que los ángeles las miran con asombro y gozo. El mismo amor abnegado que caracteriza al Maestro se ve en el carácter y la vida de sus dis- cípulos. Cristo espera de los hombres que participen de su naturaleza divina, mientras están en este mundo, de modo que no sólo reflejen su gloria para alabanza de Dios, sino que iluminen las tinieblas del mundo con el resplandor del cielo. Así se cumplirán las palabras de Cristo: ‘Vosotros sois la luz del mundo’ (Mat. 5:14)” (Exaltad a Jesús, pág. 283).

“Lo debemos todo a la gracia, gracia gratuita, gracia soberana. Gracia en el pacto ordenó nuestra adopción. Gracia en el Salvador efectuó nuestra redención, nuestra regeneración y nuestra adopción a la posición de herede- ros con Cristo” (Dios nos Cuida, pág. 226).

REGENERACIÓN Y REFORMA

6. ¿Se puede hablar de regeneración en nuestra vida si los frutos no corresponden? Mateo 12:33; Lucas 6:43, 44.

“Muchos se engañan con respecto a su verdadera condición ante Dios. Se felicitan por los actos reprensibles que no cometen, y se olvidan de enumerar las obras buenas y nobles que Dios requiere, pero que ellos descuidan de hacer. No basta que sean árboles en el huerto del Señor. Deben corresponder a lo que Dios espera de ellos, llevando frutos. Dios los hace responsables de todo el bien que podrían haber realizado, sostenidos por su gracia. En los libros del cielo sus nombres figuran entre los que ocupan inútilmente el suelo” (El Conflicto de los Siglos, págs. 659, 660).

“No por su nombre, sino por sus frutos, se determina el valor de un árbol. Si el fruto no tiene valor, el nombre no puede salvar al árbol de la destrucción” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 82).

“Pero si empleáis el cerebro, los nervios y los músculos en el servicio del yo, no estáis haciendo de Dios y el cielo la primera consideración de vuestra vida. Es imposible que entretejáis las gracias de Cristo en vuestro carácter mientras ponéis todas vuestras energías del lado del mundo. Podéis tener éxito en acumular tesoros en el mundo para gloria del yo, pero ‘donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón’ (Mat. 6:21). La consideración de las cosas eternas ocupará un lugar secundario. Podéis participar de las formas externas del culto, pero vuestro servicio será una abominación para el Dios del cielo...” (A Fin de Conocerle, pág. 224).

7. ¿Es la regeneración algo opcional o una necesidad absoluta?

¿Cuál es la consecuencia si no se experimenta el nuevo nacimiento? 1 Corintios 15:30; Juan 3:3.

“‘El que no naciere otra vez no puede ver el reino de Dios’. Puede conjeturar e imaginar, pero sin el ojo de la fe no puede ver el tesoro. Cristo dio su vida para asegurarnos este inestimable tesoro; pero sin la regeneración por medio de la fe en su sangre, no hay remisión de pecados, ni tesoro alguno para el alma que perece” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 84).

EMPEZANDO EN EL CORAZÓN

8. ¿Dónde tiene que empezar la regeneración y reforma para alcanzar los efectos deseados? Proverbios 4:23; Mateo 12:35.

“Las circunstancias no pueden producir reformas. El cristianismo pro- pone una reforma del corazón. Lo que Cristo obra dentro, se realizará bajo el dictado de un intelecto convertido. El plan de comenzar afuera y tratar de obrar hacia el interior siempre ha fracasado, y siempre fracasará. El plan de Dios con Ud. es comenzar con la raíz misma de todas las dificultades, el corazón, y entonces del corazón mismo surgirán los principios de justicia. La reforma será exterior así como interior” (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 40).

“Toda verdadera reforma comienza con la purificación del alma. Es gracias al lavacro de la regeneración y a la renovación de la mente por medio del poder del Espíritu Santo, como se opera un cambio en la vida” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 107).

9. Si este milagro se cumple en nosotros, ¿qué promesas maravillosas tenemos? 1 Juan 5:4; 1 Corintios 15:57; 1 Corintios 10:13.

“El corazón del hombre puede ser la morada del Espíritu Santo. La paz de Cristo que sobrepuja todo entendimiento puede descansar sobre vuestra alma, y el poder transformador de su gracia puede obrar en vuestra vida, pre- parándoos para las cortes de gloria. Pero si el cerebro, el nervio y el músculo son empleados para servir al yo, no estáis haciendo de Dios y el cielo la primera consideración de vuestra vida…” (La Maravillosa Gracia, pág. 251).

10. ¿Siento el anhelo profundo de vencer diariamente? Romanos 5:5.

“Cada alma puede ser satisfecha con su provisión inagotable. Este amor es la vida de Dios, que obra con poder transformador en el alma, perfeccionando el carácter cristiano y haciendo partícipes a los seres humanos de la naturaleza divina. A través de Cristo, esta corriente viva de amor y vida fluye al mundo...” (Alza tus Ojos, pág. 127).

“La redención eterna nunca pareció tan extraordinariamente preciosa como en este tiempo presente, y nunca antes he sentido más profundamente el anhelo de vencer en cada punto como lo siento ahora. No debe haber defectos en nuestro carácter, ninguno. Cada mancha y arruga debe ser borrada por la sangre del Cordero. Nuestros rasgos peculiares de carácter desaparecerán cuando el poder transformador de la gracia de Dios se sienta en nuestros corazones. Los frutos de paciencia, amabilidad, tolerancia y abnegación que producimos testificarán, que hemos aprendido de Jesús” (Alza tus Ojos, pág.152).