domingo, 27 de diciembre de 2009

02 Isaac, una figura de Cristo

“Por la fe Abrahán, cuando fue probado, ofreció a Isaac, y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia” Hebreos 11:17, 18.

LOS PROPÓSITOS DE DIOS

1. ¿Qué pregunta hizo Isaac al padre cuando vio que no había cordero para el sacrificio? ¿Cuál era el propósito de Dios al solicitar a Abrahán sacrificar a su hijo? Génesis 22:2, 7, 8; Isaías 55:8, 9.

Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 

“El patriarca había soportado plenamente y con nobleza la prueba a que fue sometido, y gracias a su fidelidad redimió su falta de perfecta confianza en Dios que lo indujo a tomar a Agar por esposa” (La Historia de la Redención, pág. 85).

“En la ofrenda de Isaac, Dios tuvo el propósito de prefigurar el sacrificio de su Hijo. Isaac era una figura del Hijo de Dios que fue ofrecido como sacrificio por los pecados del mundo. Dios deseaba impresionar en Abrahán el Evangelio de salvación para los hombres... Había de entender en su propio caso cuán grande era la abnegación del Dios infinito al dar a su Hijo para rescatar al hombre de la ruina” (A Fin de Conocerle, pág. 22).

2. ¿En qué momento intervino el Señor cuando Abrahán levantó el cuchillo para sacrificar a Isaac? ¿Cuándo se cumplen los propósitos de Dios para la humanidad? Génesis 22:11-13; Hebreos 11:17-19.

Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. 

“El padre y el hijo construyen el altar, y llega para Abrahán el terrible momento de dar a conocer a Isaac lo que ha hecho agonizar su alma durante todo el largo viaje, a saber, que Isaac mismo es la víctima. Isaac ya no es un niño; es un joven  adulto. Podría rehusar someterse al designio de su padre, si quisiera hacerlo. No acusa a su padre de locura, ni siquiera procura cambiar su propósito. Se somete. Cree en el amor de su padre y sabe que no haría el terrible sacrificio de su único hijo si Dios no se lo hubiera ordenado. Isaac queda atado por las manos temblorosas y amantes de su padre compasivo, porque Dios lo ha dicho. El hijo se somete al sacrificio, porque cree en la integridad de su padre. Pero, cuando está listo, cuando la fe del padre y la sumisión del hijo han sido plenamente probadas, el ángel de Dios detiene la mano alzada de Abrahán que está por matar a su hijo, y le dice que basta. ‘Conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único’ (Vers. 12).

“Este acto de fe de Abrahán ha sido registrado para nuestro beneficio. Nos enseña la gran lección de confiar en los requerimientos de Dios, por severos y crueles que parezcan; y enseña a los hijos a someterse enteramente a sus padres y a Dios” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs. 352, 353).

3. ¿Qué fue revelado con este ejemplo de víctima voluntaria? ¿Podía imaginar Isaac cual era el objetivo de Dios para él? Génesis 22: 14-18.

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. 

“Allí estaba el monte Moria, donde el hijo de la promesa, cual mansa víctima que se entrega sin resistencia, fue atado sobre el altar como emblema del sacrificio del Hijo de Dios. Allí fue donde se lo habían confirmado al padre de los creyentes el pacto de bendición y la gloriosa promesa de un Mesías (Génesis 22:9, 16-18)” (El Conflicto de los Siglos, pág. 20).

“Sobre el monte Moria, Abrahán había oído la pregunta de su hijo: ‘Padre mío... ¿Dónde está el cordero para el holocausto?’ El padre contestó ‘Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío’. Y en el carnero divinamente provisto en lugar de Isaac, Abrahán vio un símbolo de Aquel que había de morir por los pecados de los hombres” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 87).

4. ¿Qué se relata de la manera de actuar de Isaac en situaciones conflictivas? ¿Qué maravillosa promesa le confirmó el Señor? Génesis 26:17-21, 24.

E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí. Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él. Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna. Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y yo bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. 

LA FIGURA HECHA REALIDAD

5. ¿A qué nos debe conducir la conmovedora ilustración de Isaac y del carnero? Isaías 53:7.

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 

“El Espíritu Santo, mediante Isaías, repitiendo la ilustración, profetizó del Salvador: ‘Como cordero fue llevado al matadero’, ‘Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros;’ pero los hijos de Israel no habían comprendido la lección. Muchos de ellos consideraban los sacrificios de una manera muy semejante a la forma en que miraban sus sacrificios los paganos, como dones por cuyo medio podían propiciar a la Divinidad. Dios deseaba enseñarles que el don que los reconcilia con Él proviene de su amor” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 87). “Ni una palabra contestó Jesús a todo esto. Mientras se hundían los clavos en sus manos, y grandes gotas de sudor agónico brotaban de sus poros, los labios pálidos y temblorosos del Doliente inocente exhalaron una oración de amor perdonador en favor de sus homicidas: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ (Luc. 23:34)” (T. Iglesia, tomo 2, pág. 92).

6. ¿Puedes indicar tres maravillosos beneficios de la vida y sacrificio de Cristo en favor de toda la humanidad? Romanos 5:11; Hebreos 2:17.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 

“Al convertirse en sustituto del hombre, al llevar la maldición que debiera haber recaído sobre el hombre, Cristo se ha dado en prenda en favor de la raza humana para mantener el excelso y sagrado honor de la ley de su Padre” (A Fin de Conocerle, pág. 19).

“Cristo venció con la fortaleza divina, y así debe vencer cada alma tentada. Dios estaba con Cristo en el huerto de Getsemaní, y por lo que experimentó Cristo debemos aprender a confiar en nuestro Padre celestial. En todo momento y en todo lugar debemos creer que Él es tierno, fiel y leal, capaz de guardar lo que se ha confiado a su cuidado. En la lucha agonizante de Cristo –nuestro Sustituto y Garantía– el Padre estuvo al lado de su Hijo, y está al lado de cada alma que lucha con el desánimo y las dificultades (Carta 106, 1896)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, pág. 1098).

“Sobre la cruz del Calvario sufrió una muerte vergonzosa, a fin de hacer expiación por los pecados de quienes lo aceptaran como su Salvador. A quienes lo reciben y creen en Él, les promete poder para llegar a ser hijos de Dios” (Alza tus Ojos, pág. 177).

LA REALIDAD FUTURA CON EL CORDERO

7. ¿Qué tierno cuidado tendrá en el futuro el Cordero por todos los salvos? Apocalipsis 7:17.

Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.

“Aquellos a quienes el Cordero guiará a las fuentes de aguas vivas y de cuyos ojos borre toda lágrima, serán los que ahora reciban el conocimiento y la comprensión que se revelan en la Biblia, la Palabra de Dios... (The Review and Herald, 9-3-1905)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 981).

“Con gozo inenarrable, los padres ven la corona, el manto, el arpa que son dados a sus hijos. Han terminado los días de espera y de temor. La semilla sembrada con lágrimas y oraciones pudo haber parecido ser sembrada en vano, pero la cosecha es recogida al fin con gozo. Sus hijos han sido redimidos. Padres, madres, ¿henchirán el canto de alegría en aquel día las voces de vuestros hijos? (The Signs of the Times, 1-7-1886)” (La Conducción del Niño, pág. 539).

8. ¿Quiénes entonarán la alabanza de Moisés y del Cordero? Apocalipsis 14: 1-5; 15:2, 3.

Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. 

“Al final de la lucha, toda la cristiandad quedará dividida en dos grandes categorías: la de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y la de los que adoran la bestia y su imagen y reciben su marca.… El profeta de Patmos vio que ‘los que habían salido victoriosos de la prueba de la bestia, y de su imagen, y del número de su nombre, estaban sobre aquel mar de vidrio, teniendo arpas de Dios’, y cantaban el cántico de Moisés y del Cordero (Apocalipsis 15:2, 3)” (El Conflicto de los Siglos, pág. 503).

“Después vi que Jesús conducía a los redimidos a la puerta de la ciudad... Dentro de la ciudad había todo lo que pudiese agradar a la vista. Por doquiera los redimidos contemplaban abundante gloria. Jesús miró entonces a sus redimidos santos, cuyo semblante irradiaba gloria, y fijando en ellos sus ojos bondadosos les dijo con voz rica y musical: ‘Contemplo el trabajo de mi alma, y estoy satisfecho. Vuestra es esta excelsa gloria para que la disfrutéis eternamente. Terminaron vuestros pesares. No habrá más muerte ni llanto ni pesar ni dolor’. Vi que la hueste de los redimidos se postraba y echaba sus brillantes coronas a los pies de Jesús, y cuando su bondadosa mano los alzó del suelo, pulsaron sus áureas arpas y llenaron el cielo con su deleitosa música y cánticos al Cordero” (Primeros Escritos, pág. 288).

MEDITACIÓN

“Nuestro Padre celestial entregó a su Hijo amado a las agonías de la crucifixión. Legiones de ángeles contemplaron la humillación y angustia de alma del Hijo de Dios, pero no se les permitió interponerse como en el caso de Isaac. No se oyó ninguna voz que detuviera el sacrificio. El amado Hijo de Dios, el Redentor del mundo, fue insultado, mofado, escarnecido y torturado hasta que reclinó la cabeza en la muerte. ¿Qué prueba mayor podía dar el Ser infinito de su amor divino y compasión? ‘El que no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?’ (Rom. 8:32)  (The Signs of the Times, 1-4-1875) (A Fin de Conocerle, pág. 22).

03 El hombre transformado por Dios

“Y el varón le dijo: ‘No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido’” Génesis 32:28.

JACOB EN SU ESTADO NATURAL

1. ¿Qué sabemos de la condición natural de Jacob? 1 Corintios 2:14 ¿Qué idea nos hacemos de él  al ver como se disfrazó ante su padre para recibir la bendición? Génesis 27:24-29.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy. Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió. Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Jehová ha bendecido; Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. Sírvanle pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren. 

“Jacob y Rebeca triunfaron en su propósito, pero por su engaño no se granjearon más que tristeza y aflicción. Dios había declarado que Jacob debía recibir la primogenitura y si hubiesen esperado con confianza hasta que Dios obrara en su favor, la promesa se habría cumplido a su debido tiempo. Pero, como muchos que hoy profesan ser hijos de Dios, no quisieron dejar el asunto en las manos del Señor. Rebeca se arrepintió amargamente del mal consejo que había dado a su hijo; pues fue la causa de que quedara separada de él y nunca más volviera a ver su rostro” (Patriarcas y Profetas, pág. 179).

2. ¿Cuáles fueron las consecuencias de su mentira al salir de la tierra prometida? Génesis 27:41, 43; Génesis 29:11, 25; 31:41

Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob. Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán. Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró. Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces. 

“Había sido fugitivo sin hogar, separado de su madre a quien nunca volvió a ver; trabajó siete años por la que amó, sólo para ser vilmente defraudado; trabajó veinte años al servicio de un pariente codicioso y rapaz; vio aumentar su riqueza y crecer a sus hijos en su derredor, pero halló poco regocijo en su contenciosa y dividida familia; se sintió dolorido por la vergüenza de su hija, por la venganza de los hermanos de ésta, por la muerte de Raquel, por el monstruoso delito de Rubén, por el pecado de Judá, por el cruel engaño y la malicia perpetrada en José. ¡Cuán negra y larga es la lista de iniquidades expuestas a la vista! Vez tras vez había cosechado el fruto de aquella primera mala acción” (Patriarcas y Profetas, pág. 242).

3. ¿Por qué Dios no desechó a Jacob? Salmo 34:6. En su serio conflicto de conciencia, ¿qué experiencia tuvo viajando al extranjero en búsqueda de refugio? Génesis 28:12, 13, 20, 21.

Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 

“Las tinieblas de la desesperación oprimían su alma, y apenas se atrevía a orar. Sin embargo estaba tan completamente solo que sentía como nunca antes la necesidad de la protección de Dios. Llorando y con profunda humildad, confesó su pecado, y pidió que se le diera alguna evidencia de que no estaba completamente abandonado. Pero Dios no abandonó a Jacob. Su misericordia alcanzaba todavía a su errante y desconfiado siervo. Compasivamente el Señor reveló a Jacob precisamente lo que necesitaba: un Salvador” (Conflicto y Valor, pág. 64).

“Sin embargo, la historia de Jacob es una promesa de que Dios no desechará a los que fueron arrastrados al pecado, pero que se han vuelto al Señor con verdadero arrepentimiento. Por la entrega de sí mismo y por su confiada fe, Jacob alcanzó lo que no había podido alcanzar con su propia fuerza” (Patriarcas y Profetas, pág. 201).

EL CAMBIO DE NOMBRE

4. ¿Qué significado tiene el nombre “Jacob”? Génesis 27:36. ¿Qué significa el nombre “Israel” y por qué debía llamarse así? Génesis 32:24, 26-28.

Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí? Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

El significado del nombre “Jacob” es, “el que toma por el calcañar”, o “el que suplanta” (Ver La Santa Biblia, versión Reina - Valera, revisión 1960, nota a Génesis 25:26).

“En la crisis suprema de su vida, Jacob se apartó para orar. Lo dominaba un solo propósito: buscar la transformación de su carácter. Pero mientras suplicaba a Dios, un enemigo, según le pareció, puso sobre él su mano, y toda la noche luchó por su vida. Pero ni aun el peligro de perder la vida alteró el propósito de su alma. Cuando estaba casi agotada su fuerza, ejerció el Ángel su poder divino, y a su toque supo Jacob con quién había luchado. Herido e impotente, cayó sobre el pecho del Salvador, rogando que lo bendijera. ‘No te dejaré, si no me bendices’. Este espíritu de persistencia fue inspirado por Aquel con quien luchaba el patriarca. Fue Él también quien le dio la victoria y cambió su nombre, Jacob, por el de Israel, diciendo: ‘Porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido’” (Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 121, 122).

5. ¿Cómo se puede recibir esta nueva naturaleza? 2 Pedro 1:4 ¿Cómo saber que la hemos recibido? Efesios 4:24.

Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 

“Cuando el corazón es limpiado de pecado, Cristo es entronizado en el lugar que una vez ocupaban la complacencia de sí mismo y el amor a las riquezas terrenales. La imagen de Cristo se ve en la expresión del rostro. La obra de santificación prosigue en el alma. Desaparece la justicia propia. Surge el nuevo hombre, quien es creado según Cristo en justicia y verdadera santidad (The Review and Herald, 9-11-1900)” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, pág. 32).

“La mayor manifestación que hombres y mujeres pueden hacer de la gracia y poder de Cristo, se revela cuando el hombre natural llega a participar de la naturaleza divina y, por el poder que imparte la gracia de Cristo, vence la corrupción que existe en el mundo por la concupiscencia” (Consejos para Maestros, Padres y Alumnos, pág. 238).

BENDICIONES PROMETIDAS Y RECIBIDAS

6. ¿Cuáles fueron las grandes bendiciones que recibió Jacob al retornar a la tierra prometida? Génesis 33:4-10;  35:9-13.

Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron. Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo. Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron. Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron. Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor. Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido. Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él. 

“Jacob alcanzó la bendición que su alma había anhelado. Su pecado como suplantador y engañador había sido perdonado. La crisis de su vida había pasado. La duda, la perplejidad y los remordimientos habían amargado su existencia; pero ahora todo había cambiado; y fue dulce la paz de la reconciliación con Dios. Jacob ya no tenía miedo de encontrarse con su hermano. Dios, que había perdonado su pecado, podría también conmover el corazón de Esaú para que aceptase su humillación y arrepentimiento” (Patriarcas y Profetas, págs. 197, 198).

7. ¿Qué gran promesa es también dada para el pueblo de Dios del tiempo del fin? Jeremías 23:6 ¿Cuáles son las hermosas bendiciones para los vencedores? Apocalipsis 3:12.

En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 

“La justicia es santidad, semejanza a Dios... La justicia es amor, y el amor es la luz y la vida de Dios. La justicia de Dios está personificada en Cristo. Al recibirlo, recibimos la justicia.

“No se obtiene la justicia por conflictos penosos, ni por rudo trabajo, ni aun por dones o sacrificios; es concedida gratuitamente a toda alma que tiene hambre y sed de recibirla. ‘A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed... sin dinero y sin precio’. ‘Su justicia es de mí, dice Jehová’. ‘Este será su nombre con el cual le llamarán: JEHOVÁ, JUSTICIA NUESTRA’” (Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 20, 21).

“Al declarar Dios el día y la hora de la venida de Jesús y conferir el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras según iban saliendo de labios de Jehová y retumbaban por toda la tierra con el estruendo de horrísonos truenos... Al final de cada frase los santos exclamaban: ‘¡Gloria! ¡Aleluya!’ Estaban sus semblantes iluminados por la gloria de Dios, y refulgían como el rostro de Moisés, al bajar del Sinaí…Y cuando Dios derramó la sempiterna bendición sobre quienes le habían honrado santificando el sábado, resonó un potente grito de victoria sobre la bestia y su imagen” (Primeros Escritos, págs. 285, 286).

MEDITACIÓN

“Vosotros que con placer habláis de las faltas de otros, despertad y mirad dentro de vuestros corazones. Tomad vuestras Biblias e id a Dios en ferviente oración. Pedidle que os enseñe a conoceros a vosotros mismos, a comprender vuestras debilidades, vuestros pecados e inconsecuencias, a la luz de la eternidad. Pedidle que os muestre cómo aparecéis a la vista del cielo. Esto es una obra individual... En humildad enviad vuestra petición a Dios y no descanséis ni de día ni de noche hasta que podáis decir: Oíd lo que el Señor ha hecho por mí hasta que podáis dar un testimonio viviente y hablar de victorias ganadas” (En Lugares Celestiales, pág. 88).

04 De esclavo a virrey de Egipto

“La contestación de José revela el poder de los principios religiosos. No quiso traicionar la confianza de su amo terrenal, y cualesquiera que fueran las consecuencias, sería fiel a su Amo celestial. Bajo el ojo escudriñador de Dios y de los santos ángeles, muchos se toman libertades de las que no se harían culpables en presencia de sus semejantes. Pero José pensó primeramente en Dios. ‘¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?’ dijo él” (Patriarcas y Profetas, pág. 217).

LA VIDA DE JOSÉ ILUSTRA LA VIDA DE CRISTO

1. ¿Cómo se convirtió José en esclavo? Génesis 37:6-8, 9-11, 27, 28.

Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto. Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.

“Fue la envidia la que impulsó a los hermanos de José a venderlo como esclavo. Esperaban impedir que llegase a ser superior a ellos. Y cuando fue llevado a Egipto, se vanagloriaron que ya no serían molestados con sus sueños y de que habían eliminado toda posibilidad de que éstos se cumplieran. Pero su proceder fue contrarrestado por Dios y Él lo hizo servir para cumplir el mismo acontecimiento que trataban de impedir” (Patriarcas y Profetas, pág. 244).

2. ¿De qué manera podemos relacionar el acontecimiento anterior con lo sucedido a Jesús? Mateo 26:14-16; 27:17, 18; Lucas 23:34.

Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

“La vida de José ilustra la vida de Cristo.... De la misma manera los sacerdotes y dirigentes judíos sintieron celos de Cristo y temieron que desviaría de ellos la atención del pueblo. Le dieron muerte para impedir que llegase a ser rey, pero al obrar así provocaron ese mismo resultado...

“Así como José fue vendido a los paganos por sus propios hermanos, Cristo fue vendido a sus enemigos más enconados por uno de sus discípulos. José fue acusado falsamente y arrojado a una prisión por su virtud; asimismo Cristo fue menospreciado y rechazado porque su vida recta y abnegada reprendía el pecado: y aunque no fue culpable de mal alguno, fue condenado por el testimonio de testigos falsos. La paciencia y la mansedumbre de José bajo la injusticia y la opresión, el perdón que otorgó espontáneamente y su noble benevolencia para con sus hermanos inhumanos, representan la paciencia sin quejas del Salvador en medio de la malicia y el abuso de los impíos, y su perdón que otorgó no sólo a sus asesinos, sino también a todos los que se alleguen a Él confesando sus pecados y buscando perdón” (Patriarcas y Profetas, págs. 244, 245).

LA GRANDEZA DE JOSÉ

3. ¿En qué medio social vivió José una vez traído a Egipto? Génesis 39:7, 20-23. ¿Qué dijo Jacob de él en la bendición profética? Génesis 49:23, 24.

Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. Le causaron amargura, Le asaetearon, Y le aborrecieron los arqueros; Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron Por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel).

¿Qué enseñanza podemos obtener hoy de sus experiencias? Santiago 1:12. “Pero la fe e integridad de José habían de acrisolarse mediante pruebas de fuego. La esposa de su amo trató de seducir al joven a que violara la ley de Dios. Hasta entonces había permanecido sin mancharse con la maldad que abundaba en aquella tierra pagana; pero ¿cómo enfrentaría esta tentación, tan repentina, tan fuerte, tan seductora? José sabía muy bien cuál sería el resultado de su resistencia. Por un lado había encubrimiento, favor y premios; por el otro, desgracia, prisión, y posiblemente la muerte. Toda su vida futura dependía de la decisión de ese momento. ¿Triunfarían los buenos principios? ¿Se mantendría fiel a Dios? Los ángeles presenciaban la escena con indecible ansiedad” (Patriarcas y Profetas, págs. 216, 217).

4. ¿Qué ejercitaba José para conservar su integridad? Hebreos 11:1, 2, 6, 22; 2 Pedro 1:4; Génesis 39:8, 9.

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos. Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?.

“La lealtad a Dios, la fe en el Invisible constituían el ancla de José. En esto residía el secreto de su poder… Por su sabiduría y justicia, por la pureza y bondad de sus vidas diarias, por su devoción a los intereses del pueblo, aunque era idólatra, José y Daniel demostraron ser fieles a los principios de la educación recibida en su niñez, fieles a Aquel de quien eran representantes…” (Conflicto y Valor, pág. 366).

“¡Cuán precioso es el pensamiento de que ciertamente podemos ser participantes de la naturaleza divina, por la cual podemos vencer como venció Cristo! Jesús es la plenitud de nuestra expectativa… Es agua viviente para el alma sedienta. Es nuestro refugio en la tormenta. Nuestra justificación, nuestra santificación, nuestra redención” (A Fin de Conocerle, pág. 169).

5. ¿Cómo demuestra una persona que tiene comunión con Dios? ¿Qué se puede decir de José en medio de las muchas pruebas y aflicciones? Efesios 4:24; 2 Pedro 3:11; 1 Pedro 1:15, 16.

Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir. Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

“La religión de José conservó su dulce carácter y su grande y ardiente simpatía por la humanidad, a pesar de todas sus aflicciones. Hay quienes se tornan ásperos, poco generosos, ceñudos y descorteses en sus palabras y comportamiento, si piensan que no se los ha tratado con justicia. Se hunden desanimados, rencorosos, odiando a los demás. Pero José era cristiano... 

“Dios lo preparaba bajo esta disciplina para un puesto de gran responsabilidad, honor y utilidad, y él estaba deseoso de aprender; recibió bondadosamente las lecciones que el Señor le enseñaba. Aprendió a llevar el yugo en su juventud. Aprendió a gobernar aprendiendo primero la obediencia él mismo. Se humilló, y el Señor lo exaltó a un honor especial” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 322).

CONDECORADO VIRREY DE EGIPTO

6. ¿Cómo intervino Dios para cumplir su gran propósito y liberar a José de su dura prueba y sufrimiento? Génesis 41:1-8; 14-16.

Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, más no había quien los pudiese interpretar a Faraón. Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón. Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. 

“La respuesta de José al rey revela su humildad y su fe en Dios. Modestamente rechazó el honor de poseer en sí mismo sabiduría superior.  No está en mí’. Sólo Dios puede explicar estos misterios” (Patriarcas y Profetas, pág. 220).

“El sueño de Faraón es uno mismo –contestó José– Habría siete años de abundancia. Los campos y las huertas rendirían cosechas más abundantes que nunca. Y este período sería seguido de siete años de hambre. ‘Y aquella abundancia no se echará de ver a causa del hambre siguiente, la cual será gravísima’. La repetición del sueño era evidencia tanto de la certeza como de la proximidad del cumplimiento. ‘Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio –agregó José, – y póngalo sobre la tierra de Egipto” (Patriarcas y Profetas, pág. 221).

7. ¿Qué determinación tomó el rey después de haber escuchado la interpretación de sus sueños? ¿Qué se sabe de José antes de llegar a este momento tan significativo de su vida? Génesis 41:37-44; Salmo 105:16-22; Job 28:28.

El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. Trajo hambre sobre la tierra, Y quebrantó todo sustento de pan. Envió un varón delante de ellos; A José, que fue vendido por siervo. Afligieron sus pies con grillos; En cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su palabra, El dicho de Jehová le probó. Envió el rey, y le soltó; El señor de los pueblos, y le dejó ir libre. Lo puso por señor de su casa, Y por gobernador de todas sus posesiones. Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, Y a sus ancianos enseñara sabiduría. 

“En sus primeros años había seguido el deber antes que su inclinación; y la integridad, la confianza sencilla y la disposición noble del joven fructificaron en las acciones del hombre. Una vida sencilla y pura había favorecido el desarrollo vigoroso de las facultades tanto físicas como intelectuales. La comunión con Dios mediante sus obras y la contemplación de las grandes verdades contadas a los herederos de la fe habían elevado y ennoblecido su naturaleza espiritual al ampliar y fortalecer su mente como ningún otro estudio pudo haberlo hecho. La atención fiel al deber en toda posición, desde la más baja hasta la más elevada, había educado todas sus facultades para el más alto servicio. El que vive de acuerdo con la voluntad del Creador adquiere con ello el desarrollo más positivo y noble de su carácter” (Patriarcas y Profetas, pág. 223).

MEDITACIÓN

“Sansón en su peligro tenía a su alcance la misma fuente de poder que José. Podía elegir el bien o el mal según le placiera. Pero en lugar de aferrarse de la fortaleza de Dios, permitió que las malas pasiones de su naturaleza obtuvieran el dominio. Las facultades de raciocinio fueron pervertidas; la moral se corrompió. José era un ente moral libre. Podía elegir la senda de la pureza, la santidad y el honor, o la senda de la inmoralidad y la degradación. Eligió el camino correcto, y Dios lo aprobó. Sansón, bajo una tentación similar, que él mismo se había echado encima, dio rienda suelta a la pasión. Descubrió que la senda por la cual había entrado terminaba en vergüenza, desastre y muerte. ¡Qué contraste con la historia de José!” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 189).

05 Un administrador guiado por Dios

“Un carácter recto es de mucho más valor que el oro de Oir. Sin él nadie puede elevarse a un cargo honorable. Pero el carácter no se hereda. No se puede comprar. La excelencia moral y las buenas cualidades mentales no son el resultado de la casualidad. Los dones más preciosos carecen de valor a menos que sean aprovechados. La formación de un carácter noble es la obra de toda una vida, y debe ser el resultado de un esfuerzo aplicado y perseverante. Dios da las oportunidades; el éxito depende del uso que se haga de ellas” (Patriarcas y Profetas, pág. 224).

PREPARACIÓN PARA TRABAJAR EN LA OBRA DE DIOS

1. ¿Cuál es el secreto para ser un buen mayordomo del patrimonio de Dios? Lucas 16:10. ¿Cuál era el propósito que guiaba la vía de José?  1 Corintios 6:19, 20.

El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

“Dios exige una consagración completa y no acepta nada menor. Cuanto más difícil es vuestra responsabilidad más necesitáis a Jesús. El amor y el temor de Dios mantuvieron a José puro y sin mácula en la corte del faraón. Fue elevado con grandes riquezas, al alto honor de sentarse junto al faraón. Esa elevación fue tan repentina como grande. Es imposible permanecer en un lugar elevado sin correr peligro. La tormenta deja incólume la pequeña flor del valle, pero estremece al árbol que está en la elevada cumbre de las montañas. Hay muchos hombres a quienes Dios podría haber usado con maravillosos éxitos cuando se encontraban en la pobreza extrema –podría haberlos hecho útiles y haberlos coronado con la gloria– pero la prosperidad los arruinó; el olvido de la humildad los arrastró al abismo, olvidaron que Dios era su fuerza y se hicieron independientes y autosuficientes.

“José pasó la prueba de carácter en la adversidad y el oro de la prosperidad le llegó en abundancia. Mostró el mismo sagrado cuidado por seguir la voluntad de Dios cuando estuvo junto al trono que cuando se encontraba prisionero en una celda. José llevaba su religión a todas partes y ese fue el secreto de su fidelidad inquebrantable” (Joyas de los Testimonios, tomo 4, pág. 256).

2. ¿Qué lineamientos necesitamos seguir para ser buenos administradores? Juan 16:13; Salmo 119:165; Romanos 1:16, 17.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

“José fue uno de los pocos capaces de resistir la tentación. Logró demostrar que mantenía una singularidad de propósito para la gloria de Dios. Manifestó elevado respeto por la voluntad de Dios, lo mismo cuando ocupaba la celda de una cárcel que cuando estaba junto al trono. Su religión le acompañaba adondequiera que iba o en cualquier situación que fuese colocado. La verdadera religión posee un poder que todo lo compenetra; ennoblece todo lo que la persona hace. No hay que salirse del mundo para ser cristiano, pero su religión, con todas sus influencias santificadoras, puede ser introducida en todo lo que usted haga y diga” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 59).

“...el verdadero carácter de José resplandeció, aun en la obscuridad del calabozo. Mantuvo firmes su fe y su paciencia; los años de su fiel servicio habían sido compensados de la manera más cruel; no obstante, esto no le volvió sombrío ni desconfiado… Confió su caso a Dios… Encontró una obra que hacer, aun en la prisión. Dios le estaba preparando en la escuela de la aflicción, para que fuera de mayor utilidad, y no rehusó someterse a la disciplina que necesitaba” (Patriarcas y Profetas, pág. 218).

PERFIL DE UN BUEN ADMINISTRADOR

3. ¿Cómo preparó Dios a José para ser un buen administrador? Génesis 37:1, 2, 4, 28; 39:1-4, 20-23.

Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán. Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Más Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

“José escuchaba las instrucciones de su padre y temía al Señor…Atesoraba sus instrucciones y amaba y obedecía a Dios con integridad de corazón… José aborrecía el pecado de tal manera que no podía soportar que sus hermanos pecaran contra Dios” (Historia de la Redención, pág. 102).

“José sufrió entonces porque no quiso claudicar. Había puesto su reputación y sus intereses en las manos de Dios. Y aunque se permitió que fuera afligido por cierto tiempo, para prepararlo con el fin de que ocupara un puesto importante, el Señor protegió esa reputación que había sido ensombrecida por una malvada acusadora. Dios usó incluso de la prisión como un camino que lo conduciría a su elevación… El escudo que protegía el corazón de este joven era el temor de Dios, que lo indujo a ser fiel y justo con su amo, y leal a su Señor” (Historia de la Redención, pág. 105).

4. ¿Qué caracterizaba el carácter, el intelecto y la educación de José? Génesis 39:5, 6.

Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. 

“La dulzura y la fidelidad de José cautivaron el corazón del jefe de la guardia real, que llegó a considerarlo más como un hijo que como un esclavo. El joven entró en contacto con hombres de alta posición y de sabiduría, y adquirió conocimientos de las ciencias, los idiomas y los negocios; educación necesaria para quien sería más tarde primer ministro de Egipto” (P.P., pág. 216).

COMUNIÓN CON DIOS Y TRABAJO PERSEVERANTE Y GENEROSO

5. ¿Cómo desarrolló José sus responsabilidades considerando el hambre venidera? ¿Cómo usó los dones recibidos de Dios? Génesis 41:46-49; 1 Pedro 4:10.

Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto. En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

“Al principiar los años fructíferos comenzaron los preparativos para el hambre que se aproximaba. Bajo la dirección de José, se construyeron inmensos graneros en los lugares principales de todo Egipto, y se hicieron amplios preparativos para conservar el excedente de la esperada cosecha. Se siguió el mismo procedimiento durante los siete años de abundancia hasta que la cantidad de granos guardados era incalculable” (Patriarcas y Profetas, pág. 225).

6. A pesar de ser tan joven,  ¿qué se relata de la administración de José? Salmo 105:20-22. En la adversidad y en la prosperidad ¿qué caracterizó su vida? Mateo 24:45; 1 Corintios 4:2.

Envió el rey, y le soltó; El señor de los pueblos, y le dejó ir libre. Lo puso por señor de su casa, Y por gobernador de todas sus posesiones, Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, Y a sus ancianos enseñara sabiduría. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.

“Era un puesto honorable; sin embargo, estaba lleno de dificultades y riesgos. Uno no puede ocupar un puesto elevado sin exponerse al peligro… Pero el carácter de José soportó la prueba tanto de la adversidad como de la prosperidad. Manifestó en el palacio de Faraón la misma fidelidad hacia Dios que había demostrado en su celda de prisionero. Era aún extranjero en tierra pagana, separado de su parentela que adoraba a Dios; pero creía plenamente que la mano divina había guiado sus pasos, y confiando siempre en Dios, cumplía fielmente los deberes de su puesto. Mediante José la atención del rey y de los grandes de Egipto fue dirigida hacia el verdadero Dios;… aprendieron a respetar los principios revelados en la vida y el carácter del adorador de Jehová” (Patriarcas y Profetas, págs. 222, 223).

7. ¿Cuántos se beneficiaron por las reservas preparadas para el tiempo de hambre? Génesis 41:54, 57. ¿Se atribuyo la gloria a sí mismo por el resultado? ¿Cómo actuó con sus hermanos ahora que se encontraba en posición de autoridad? Génesis 41:16, 32; 45:5, 24.

Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan. Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino. 

“Nadie tiene derecho a considerarse dueño de sí mismo. Y nadie posee algo bueno que pueda llamar propio. Todo hombre, todo objeto, es propiedad del Señor. Todo lo que el hombre recibe de la generosidad del cielo sigue siendo del Señor. Toda cosa de valor que poseamos deberíamos usarla en beneficio de nuestros semejantes a fin de que lleguen a ser obreros valiosos. Toda energía, todo don es un talento que debería contribuir a la gloria de Dios para ser usado en su servicio. Las facultades que Dios nos ha concedido no deberían servir para lograr fines egoístas. Deberíamos estar siempre dispuestos a impartir, para que los demás aprendan todo lo que sabemos, y deberíamos regocijarnos si desarrollan en su obra una energía y una inteligencia superiores a las nuestras” (Cada Día con Dios, pág. 132).

MEDITACIÓN

“Si abrigáramos habitualmente la idea de que Dios ve y oye todo lo que hacemos y decimos, y que conserva un fiel registro de nuestras palabras y acciones, a las que deberemos hacer frente en el día final, temeríamos pecar. Recuerden siempre los jóvenes que dondequiera que estén, y no importa lo que hagan, están en la presencia de Dios. Ninguna parte de nuestra conducta escapa a su observación. No podemos esconder nuestros caminos al Altísimo… La más profunda medianoche no es cortina para el culpable. Puede creer que está solo; pero para cada acto hay un testigo invisible. Los motivos mismos del corazón están abiertos a la divina inspección. Todo acto, toda palabra, todo pensamiento están tan exactamente anotados como si hubiera una sola persona en todo el mundo, y como si la atención del Cielo estuviera concentrada sobre ella” (Patriarcas y Profetas, pág. 217).

06 El liderazgo de Moisés

“Ven, por tanto, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas. Entonces Moisés respondió a Dios: ‘¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los israelitas?’” Éxodo 3:11, 12.

LIDERAZGO Y SACRIFICIO

1. ¿Qué adversidades enfrentó Moisés y con quiénes? ¿Cómo le preparó Dios para el liderazgo de su pueblo? Éxodo 5:2; 16:2, 3; Hechos 7:39-41.

Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. Al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto, cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se regocijaron.

“Dios tuvo a bien disciplinar a Moisés en la escuela de la aflicción y la pobreza, antes de que estuviera preparado para conducir las huestes de Israel hacia la Canaán terrenal. El Israel de Dios, que viaja hacia la Canaán celestial, tiene un Capitán que no necesitó enseñanzas humanas que le prepararan para su misión de conductor divino; no obstante fue perfeccionado por el sufrimiento; ‘Porque en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados’. . . Nuestro Redentor no manifestó las imperfecciones ni las debilidades humanas; pero murió a fin de obtener nuestro derecho a entrar en la tierra prometida” (Patriarcas y Profetas, pág. 513).

2. ¿De quién recibió instrucciones Moisés? ¿Cómo se conserva la integridad y la ética en el liderazgo? Hechos 7:38; Salmo 15:1, 2; 2 Corintios 6:4-8.

Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos. Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces.

“‘Este [Moisés] es aquél que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; y recibió las palabras de vida para darnos’ (Hechos 7:38). Este ángel era ‘el ángel de su faz’ (Isa. 63:9), el ángel en quien estaba el nombre de Jehová (Éxodo 23:20-23). La expresión no puede referirse a otro más que al Hijo de Dios” (Patriarcas y Profetas, pág. 827).

“La ética inculcada por el Evangelio no reconoce otra norma sino la perfección de la mente de Dios, de la voluntad de Dios. Dios requiere que sus criaturas se conformen con su voluntad. La imperfección del carácter es pecado, y el pecado es la transgresión de la ley…” (A Fin de Conocerle, pág. 133).

“Todo lo que tiene que hacer es seguir al líder Jesucristo, quien le dirá precisamente lo que debe hacer.  Dios lo llama desde su trono en el cielo, mostrándole una corona de gloria inmortal, y le ruega que pelee la buena batalla de la fe y corra la carrera con paciencia. Confíe en Dios a cada momento. Fiel es el que conduce hacia adelante” (Mente, Carácter y Personalidad, pág. 109).

LIDERAZGO Y HUMILDAD

3. ¿Cómo se reveló la humildad de Moisés en su liderazgo? ¿Cuál es la promesa de Dios para los que poseen esta virtud? Números 12:3; Isaías 57:15.

Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 

“Fue el más manso de todos los hombres. No intentó dirigir al Espíritu Santo, sino que fue guiado por el Espíritu” (Alza tus Ojos, pág. 225). “La carga de la obra de Dios, puesta sobre Moisés, lo hizo un hombre de poder. Mientras pastoreó durante tantos años los rebaños de Jetro. Obtuvo una experiencia que le enseñó la verdadera humildad… La orden de liberar a Israel parecía abrumadora, pero, en el temor de Dios, Moisés aceptó el encargo. Observad el resultado: no rebajó la tarea al nivel de su imperfección, sino que con la fuerza de Dios realizó los esfuerzos más fervientes para elevarse y santificarse para su sagrada misión” (Conflicto y Valor, pág. 370).

4. ¿Podemos decir que fue una tarea fácil la de Moisés al guiar a todo un pueblo en aquellas circunstancias? ¿En qué situaciones de riesgo se encontró algunas veces? Éxodo 17:4; Números 11:14.

NO. Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.

“... el... Ángel iba delante de ellos en todas sus jornadas y los conducía en todas sus peregrinaciones. Puesto que estaban tan inclinados a olvidar que el Señor los conducía por medio de su Ángel, y a acreditar al hombre lo que solamente podía llevar a cabo el poder de Dios, los había probado para ver si le obedecerían o no. Pero cada vez que los sometió a pruebas fracasaron. En lugar de crecer y reconocer que el Señor les había señalado senderos con evidencias de su poder y con señales concluyentes de su cuidado y su amor, desconfiaron del Altísimo y adjudicaron a Moisés su salida de Egipto, acusándolo de ser la causa de todos sus desastres. Moisés había soportado su testarudez con notable paciencia. En una ocasión incluso amenazaron apedrearlo” (La Historia de la Redención, págs. 170, 171).

5. ¿En dónde radicó el éxito del liderazgo de Moisés? Éxodo 3:11, 12; 4:13. ¿Comparando el liderazgo de Moisés con el de Saúl que diferencias constatamos? 1 Samuel 13:13, 14.

Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? (Humildad) Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó. 

“El mandato divino halló a Moisés sin confianza en sí mismo, tardo para hablar y tímido. Estaba abrumado con el sentimiento de su incapacidad para ser el portavoz de Dios ante Israel. Pero una vez aceptada la tarea, la emprendió de todo corazón, poniendo toda su confianza en el Señor. La grandeza de su misión exigía que ejercitara las mejores facultades de su mente. Dios bendijo su pronta obediencia, y llegó a ser elocuente, confiado, sereno y apto para la mayor obra jamás dada a hombre alguno. Este es un ejemplo de lo que hace Dios para fortalecer el carácter de los que confían plenamente en Él, y sin reserva alguna cumplen sus mandatos” (Patriarcas y Profetas, pág. 260).

UN LÍDER CON VISIÓN

6. Considerando que era un profeta, ¿hacia quién dirigió Moisés constantemente la atención del pueblo para impartirle esperanza? Deuteronomio 18:15-18.

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis; conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. 

“Moisés fue un tipo o figura de Cristo. Él mismo había declarado a Israel: ‘Profeta de en medio de ti de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a Él oiréis’ (Deut. 18:15). Dios tuvo a bien disciplinar a Moisés en la escuela de la aflicción y la pobreza, antes de que estuviera preparado para conducir las huestes de Israel hacia la Canaán terrenal. El Israel de Dios, que viaja hacia la Canaán celestial, tiene un Capitán que no necesitó enseñanzas humanas que le prepararan para su misión de conductor divino; no obstante fue perfeccionado por el sufrimiento; ‘porque en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados’ (Heb. 2:10, 18). Nuestro Redentor no manifestó las imperfecciones ni las debilidades humanas; pero murió a fin de obtener nuestro derecho a entrar en la tierra prometida” (Patriarcas y Profetas, págs. 512, 513).

7. Al final de su misión, ¿qué testimonio especial tenemos acerca de Moisés y de su servicio? Deuteronomio 34:10-12; Hebreos 3:5.

Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel. Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir.

“Moisés había muerto, pero su influencia no murió con él. Ella había de sobrevivir, reproduciéndose en el corazón de su pueblo. El recuerdo de aquella vida santa y desinteresada se conservaría por mucho tiempo con amor, y con poder silencioso y persuasivo amoldaría la vida hasta de los que habían descuidado sus palabras cuando vivía. Como el resplandor del sol poniente sigue iluminando las cumbres de las montañas mucho después que el sol se ha hundido detrás de las colinas así las obras de los puros, santos y justos derramarán su luz sobre el mundo mucho tiempo después que murieron quienes las hicieron.

Sus obras, sus palabras y su ejemplo vivirán para siempre. ‘En memoria eterna será el justo’ (Sal. 112:6)” (Patriarcas y Profetas, pág. 514).

MEDITACIÓN

“…los hombres deben cuidar de no atribuirse la gloria que pertenece a su Creador. No podía conceder a Moisés lo que pidiera al rogar que le dejara  participar en la herencia de Israel; pero no olvidó ni abandonó a su siervo. El Dios del cielo comprendía los sufrimientos que Moisés había soportado; había observado todos los actos de su fiel servicio a través de los largos años de conflicto y prueba. En la cumbre del Pisga, Dios llamó a Moisés a una herencia infinitamente más gloriosa que la Canaán  terrenal” (Conflicto y Valor, pág. 111).

07 Israel y Laodicea

“Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mundo muchos años más debido a la insubordinación, como les sucedió a los hijos de Israel; pero por amor de Cristo, su pueblo no debe añadir pecado sobre pecado culpando a Dios de las consecuencias de su propia conducta errónea” (Evangelismo, pág. 505).

CREENCIAS

1. ¿Qué se construyó bajo la dirección de Dios para ser el centro de adoración de Israel? Éxodo 25:8, 9; Hebreos 8:1. ¿Hacia qué realidad se dirige el pueblo de Dios hoy? Daniel 8:14; Hebreos 8:1.

Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis. Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

“El asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del desengaño de 1844. Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto armonioso y demostraban que la mano de Dios había dirigido el gran movimiento adventista, y al poner de manifiesto la situación y la obra de su pueblo le indicaba cuál era su deber de allí en adelante” (El Conflicto de los Siglos, pág. 476).

“Así como en el santuario terrenal había dos compartimientos, el santo y el santísimo, hay dos lugares santos en el santuario celestial.  Y el arca que contiene la ley de Dios, el altar del incienso, y otros instrumentos de servicio que se encontraban en el santuario terrenal, tienen también su contraparte en el santuario de arriba” (Cristo en su Santuario, pág. 19).

EN LA ORGANIZACIÓN

2. ¿Cuál es el consejo que recibió Moisés de parte de su suegro? Éxodo 18:24-27. Además de estos jefes, ¿qué más agregó Dios para aminorarle la carga a Moisés? Números 11:16, 17.

Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra. Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. 

“Moisés no estaba fuera del alcance de las instrucciones de su suegro. Dios lo había exaltado mucho y había obrado maravillas por medio de su mano. Sin embargo no adujo que Dios lo había escogido para instruir a otros, que había realizado maravillas por su intermedio, y que por lo tanto no necesitaba que nadie lo instruyera. Escuchó de buen grado las sugerencias de su suegro, y adoptó su plan puesto que era sabio” (Historia de la Redención, pág. 139).

3. ¿Qué notamos al comparar los niveles organizativos de Iglesia, Asociación y Unión actual con la estructura organizativa instituida en el tiempo de Moisés? 1 Corintios 14:33, 40; Colosenses 2:5.

Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, pero hágase todo decentemente y con orden. Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.  

“En la administración hebrea se manifestaba el orden tan notable que caracteriza todas las obras de Dios. Él era el centro de la autoridad y el gobierno. Moisés, su representante, debía ejecutar sus leyes en su nombre. Luego se organizó el consejo de los setenta; les seguían los sacerdotes y príncipes, e inferiores a ellos los ‘jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez’ y finalmente los encargados de deberes especiales. El campamento estaba arreglado con orden  exacto: En el medio estaba el tabernáculo, morada de Dios, y alrededor las tiendas de los sacerdotes y levitas. Alrededor de éstas, cada tribu acampaba junto a su bandera” (La Educación, págs. 37, 38).

“El [Dios] se propone que aprendamos lecciones de orden y organización, del orden perfecto instituido en los días de Moisés, para beneficio de los hijos de Israel (Servicio Cristiano, pág. 93).

“El sistema y el orden se manifiestan en todas las obras de Dios a través del universo. El orden es la ley del cielo y debe ser la ley del pueblo de Dios en la tierra” (Testimonios Selectos, tomo 1,  pág. 192).

VENTAJAS ESPIRITUALES

4. ¿Qué gran privilegio tuvo el pueblo de Israel? Éxodo 19:5, 6; Romanos 9:4, 5. ¿Qué  privilegio tiene el pueblo de Dios actual? 1 Pedro 2:9, 10.

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. Que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

“El Señor hizo un pacto especial con el antiguo Israel: ‘Ahora pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa’ (Éxodo 19:5, 6). Se dirige al pueblo que guarda sus mandamientos en estos últimos días diciendo: ‘Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable’ (1 Ped. 2:9)” (Consejos sobre la Salud, pág. 569).

CHASCOS

5. Por la baja espiritualidad del pueblo, ¿qué grandes chascos enfrentaron los israelitas? Números 13:31-33; 16:31-35, 41, 49. ¿En qué se parece este chasco al que tuvo el movimiento adventista en 1844?

Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. 

“Las murmuraciones del antiguo Israel y su descontento rebelde, como también los grandes milagros realizados en su favor, y el castigo de su idolatría e ingratitud, fueron registrados para nuestro beneficio. El ejemplo del antiguo Israel es dado como advertencia para el pueblo de Dios, a fin de que evite la incredulidad y escape a su ira” (Conflicto y Valor, pág. 8).

“No era voluntad de Dios que Israel peregrinase durante cuarenta años en el desierto; lo que Él quería era conducirlo a la tierra de Canaán y establecerlo allí como pueblo santo y feliz. Pero ‘no pudieron entrar a causa de incredulidad’ (Hebreos 3:19). Perecieron en el desierto a causa de su apostasía, y otros fueron suscitados para entrar en la tierra prometida” (C.S., pág. 511).

“Si los adventistas, después del gran chasco de 1844, se hubieran aferrado a su fe y hubieran ido unidos en pos de la providencia de Dios que abría el camino, y si hubieran recibido el mensaje del tercer ángel y si lo hubieran proclamado al mundo con el poder del Espíritu Santo, habrían visto la salvación de Dios, el Señor hubiera obrado con poder mediante sus esfuerzos, la obra se habría terminado y Cristo habría venido para recibir a su pueblo y darle su recompensa. Pero en el período de duda e incertidumbre que siguió después del chasco, muchos de los creyentes del advenimiento perdieron su fe... En esta forma la obra fue estorbada y el mundo quedó en tinieblas. Si todo el cuerpo adventista se hubiera unido en torno de los mandamientos de Dios y de la fe de Jesús, ¡cuán ampliamente diferente habría sido nuestra historia!” (Evangelismo, pág. 504).

EL REMANENTE

6. ¿Cómo se comportó el pueblo de Israel al principio de su experiencia? ¿Qué profecía fue dada como consecuencia? Números 14:1-4, 29-31.

Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.  

“Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de Canaán.  Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 78).

7. ¿A través de qué proceso ha tenido y tiene todavía que pasar la iglesia del séptimo periodo? Hebreos 12:25, 26; Hageo 2:6 ¿Qué gran consolación hay para los creyentes hoy? Daniel 12:1.

Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca. En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

En el año 1862 fue dada la visión de funestas guerras y derramamiento de sangre. Esta visión se cumplió parcialmente en la I y II Guerra Mundial, trayendo terribles aflicciones para el pueblo de Dios. Pero el Espíritu de Profecía dirige nuestra atención a conflictos futuros.

“Me fueron mostrados los habitantes de la tierra en la más completa confusión. Guerra, derramamiento de sangre, privación necesidad, hambre y pestilencia abundaban en la tierra…

“Parecía haber un corto tiempo de paz. Una vez más los habitantes de la tierra fueron presentados delante de mí; y otra vez todo se encontraba en la más completa confusión. La contención, guerra y derramamiento de sangre. Con hambre y pestilencia hacían sus estragos por doquier... La guerra produjo el hambre; la miseria y el derramamiento de sangre causaron pestilencias, y entonces, los corazones de los hombres desfallecieron por el temor y por la ‘expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra’ (Lucas 21:26)”  (Estudios Escogidos de los Testimonios, pág. 435).

“Pronto el pueblo de Dios será probado como por fuego, y una gran proporción de los que ahora se encuentran como leales y fieles demostrarán ser metal inferior. En vez de fortalecerse y confirmarse por la oposición, las amenazas y el maltrato, como cobardes tomarán su posición al lado de los que se oponen a la verdad. La promesa es ‘Yo honraré a los que me honran’ (1 Samuel 2:30). ¿Seremos nosotros menos unidos a la ley de Dios porque el mundo en general haya procurado invalidarla?” (Estudios Escogidos de los Testimonios, pág. 435).

“El potente zarandeo ha comenzado y proseguirá de suerte que aventará a cuantos no estén dispuestos a declararse por la verdad con valentía y tenacidad ni a sacrificarse por Dios y su causa” (Primeros Escritos, pág. 50)..

MEDITACIÓN

“La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que Él sostiene en un mundo en rebelión. Cualquier traición a la iglesia es traición hecha a Aquel que ha comprado a la humanidad con la sangre de su Hijo unigénito. Desde el principio, las almas fieles han constituido la iglesia en la tierra. En todo tiempo el Señor ha tenido sus atalayas, que han dado un testimonio fiel a la generación en la cual vivieron. Estos centinelas daban el mensaje de amonestación; y cuando eran llamados a deponer su armadura, otros continuaban la labor. Dios ligó consigo a estos testigos mediante un pacto, uniendo a la iglesia de la tierra con la iglesia del cielo. Él ha enviado a sus ángeles para ministrar a su iglesia, y las puertas del infierno no han podido prevalecer contra su pueblo” (Hechos de los Apóstoles, pág. 10).

08 La escuela en el desierto

“… Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre” Juan 7:37, 38.

LEVANTANDO LA MIRADA

1. ¿Qué significativo incidente presentó a Israel una verdad básica y central del evangelio? ¿Entendió el pueblo el significado del pecado y el modo por el que se puede regresar a Dios? Números 20:11; 21:7-9.

Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.

“Dios indicó a Moisés que hiciese una serpiente de bronce y la colocase en alto en medio de la congregación. Luego se pregonó por todo el campamento que todos los que mirasen a la serpiente vivirían. El pueblo sabía muy bien que en sí misma la serpiente no tenía poder de ayudarle. Era un símbolo de Cristo. Así como la imagen de la serpiente destructora fue alzada para sanar al pueblo, un ser ‘en semejanza de carne de pecado’ iba a ser el Redentor de la humanidad. Muchos de los israelitas consideraban que el ceremonial de los sacrificios tenía virtud en sí mismo para libertarlos del pecado. Dios deseaba enseñarles que no tenía más valor que la serpiente de bronce. Debía dirigir su atención al Salvador. Ya fuese para curar sus heridas, o perdonar sus pecados, no podían hacer nada por sí mismos, sino manifestar su fe en el don de Dios. Habían de mirar y vivir” (Deseado Todas las Gentes, pág. 146).

2. ¿Cuándo esta ilustración fue una realidad y cumplió lo que el pueblo experimentó en el desierto? Juan 3:14; 19:17, 18.

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 

“A pesar de nuestra indignidad, siempre hemos de tener en cuenta que hay Uno que puede quitar el pecado, y salvar al pecador. Todo pecado reconocido delante de Dios con un corazón contrito, Él lo quitará. Esta fe es la vida de la iglesia. Como la serpiente fue levantada por Moisés en el desierto, y se pedía a todos los que habían sido mordidos por las serpientes ardientes que miraran y vivieran, también el Hijo del hombre debía ser levantado, para que ‘todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’” (Testimonios para Ministros, pág. 90).

“En su jornada a través del desierto, los hijos de Israel eran protegidos por Dios de las serpientes venenosas; pero llegó el tiempo cuando, por causa de la transgresión, la impenitencia y obstinación de Israel, el Señor retrajo su poder restringente de los reptiles, y muchas personas fueron mordidas y murieron. Fue entonces cuando la serpiente de bronce fue levantada, para que todos los que se arrepentían y la miraban con fe vivieran” (Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pág. 25).

EL PROFETA QUE VENDRÍA

3. ¿Qué profecía anunció Moisés que dio esperanza al pueblo? Deuteronomio 18:15, 18; Hechos 7:37.

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis. 

“Mediante Moisés, Dios recordaba constantemente a Israel su propósito de enviar a su Hijo como redentor de la humanidad caída. En una ocasión, poco antes de su muerte, Moisés declaró: ‘Profeta en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios: a Él oiréis’. Moisés había recibido instrucciones claras en favor de Israel concernientes a la obra del Mesías venidero. Las palabras que Jehová dirigió a su siervo fueron: ‘Profeta les suscitaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y Él les hablará todo lo que yo le mandare’ (Deut. 18:15, 18)” (Profetas y Reyes, pág. 504).

LA ROCA HERIDA Y EL AGUA DE LA VIDA

4. ¿Qué sucedió en el desierto cuando el pueblo estaba muy sediento? Éxodo 17:5, 6. ¿A quién representaban en verdad el agua y la roca del desierto? Juan 7:37-39.

Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

“El sacerdote había cumplido esa mañana la ceremonia que conmemoraba la acción de golpear la roca en el desierto. Esa roca era un símbolo de Aquel que por su muerte haría fluir raudales de salvación a todos los sedientos. Las palabras de Cristo eran el agua de vida. Allí en presencia de la congregada muchedumbre se puso aparte para ser herido, a fin de que el agua de la vida pudiese fluir al mundo. Al herir a Cristo, Satanás pensaba destruir al Príncipe de la vida; pero de la roca herida fluía agua viva. Mientras Jesús hablaba al pueblo, los corazones se conmovían con una extraña reverencia y muchos estaban dispuestos a exclamar, como la mujer de Samaria: ‘Dame esta agua, para que no tenga sed’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 417).

“El Salvador utilizó este servicio simbólico para dirigir la atención del pueblo a las bendiciones que Él había venido a traerles” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 437).

5. ¿Por quién fue golpeada y herida la Roca verdadera? Isaías 53:4, 5.

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

“La roca herida era una figura de Cristo, y mediante este símbolo se enseñan las más preciosas verdades espirituales. Así como las aguas vivificadoras fluían de la roca herida, de Cristo, ‘herido de Dios y abatido,’ ‘herido... por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados,’  fluye la corriente de la salvación para una raza perdida. Como la roca fue herida una vez, así también Cristo había de ser ‘ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos’ (Isa. 53:4, 5; Heb. 9:28)” (Patriarcas y Profetas, pág. 436).

6. ¿Percibió Israel la Roca espiritual? ¿Qué desea Dios que sus hijos entiendan y crean? 1 Corintios 10:4, 5; Hechos 3:19, 20.

Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado.

“De la roca que Moisés hirió, brotó primeramente el arroyo de agua viva que refrescó a Israel en el desierto. Durante todas sus peregrinaciones, doquiera fuese necesario, un milagro de la misericordia de Dios les proporcionó agua. Pero las aguas no siguieron fluyendo de Horeb. Dondequiera que les hacía falta agua en su peregrinaje, fluía de las hendiduras de las rocas y corría al lado de su campamento.

“Cristo era quien, por el poder de su palabra, hacía fluir el arroyo refrescante para Israel. ‘Bebían de la piedra espiritual que los seguía, y la piedra era Cristo’. Él era la fuente de todas las bendiciones, tanto temporales como también espirituales. Cristo, la Roca verdadera, los acompañó en toda su peregrinación. ‘No tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos; hízoles correr agua de la piedra; cortó la peña, y corrieron aguas’. ‘Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los secadales como un río’ (1 Cor. 10:4; Isa.48:21; Sal. 105:41)” (Patriarcas y Profetas, pág. 436).

“El Salvador continúa realizando hoy la misma obra que cuando ofreció el agua de vida a la mujer samaritana. Los que se llaman sus discípulos pueden despreciar y rehuir a los parias; pero el amor de Él hacia los hombres no se deja desviar por ninguna circunstancia de nacimiento, nacionalidad, o condición de vida. A toda alma, por pecaminosa que sea, Jesús dice: ‘Si me pidieras, yo te daría el agua de la vida’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 165).

NUESTRA ESPERANZA

7. ¿Terminó la vida de Moisés en el sepulcro? ¿Qué relatan las Escrituras en relación a su entrada en el país celestial? ¿Qué representa su muerte para nosotros? Deuteronomio 31:14; 34:1, 5, 6; Mateo 17:2, 3.

Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión. Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan. Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.

“Moisés pasó bajo el dominio de la muerte, pero no permaneció en la tumba. Cristo mismo le devolvió la vida. Satanás, el tentador, había pretendido el cuerpo de Moisés por causa de su pecado; pero Cristo el Salvador lo sacó del sepulcro” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 390).

“En el monte de la transiguración, Moisés atestiguaba la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Representaba a aquellos que saldrán del sepulcro en la resurrección de los justos. Elías, que había sido trasladado al cielo sin ver la muerte, representaba a aquellos que estarán viviendo en la tierra cuando venga Cristo por segunda vez” (D.T.G., pág. 390).

“Somos llamados a representar ante el mundo el carácter de Dios tal como fue revelado a Moisés. En respuesta a la oración de Moisés: ‘Ruégote que me muestres tu gloria’, el Señor prometió: ‘Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro’. ‘Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado’ (Éxo. 33:18, 19; 34:6, 7). Tal es el fruto que Dios desea de su pueblo. Por la pureza de su carácter y la santidad de su vida, por su misericordia y amor compasivo, han de demostrar que la ‘ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma’ (Sal. 19:7)” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, págs. 478, 479).

MEDITACIÓN

“El propósito de Dios para sus instituciones hoy puede leerse también en el propósito que trató de realizar mediante la nación judía. Quería impartir ricas bendiciones a todos los pueblos por medio de Israel. Así quería preparar el camino para la difusión de su luz en el mundo entero. Al seguir costumbres corruptas, las naciones del mundo habían perdido el conocimiento de Dios. Sin embargo, en su misericordia Dios no quería raerlas de la existencia. Se proponía darles oportunidad de conocerle por medio de su iglesia. Quería que los principios revelados por su pueblo fuesen el medio de restaurar en el hombre la imagen moral de Dios” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 479). “Si comprendéis cuáles son vuestras necesidades, no dediquéis todas vuestras facultades a pensar en ellas y a lamentarlas, sino mirad y vivid. Jesús es nuestro único Salvador; y, sin embargo, millones que necesitan ser curados, rechazan la misericordia que les ofrece… Satanás os sugiere que sois desvalidos y no podéis bendeciros a vosotros mismos. Es verdad; sois desvalidos. Pero levantad a Jesús delante de él: ‘Tengo un Salvador. En Él confío, y nunca permitirá que quede confundido. En su nombre triunfo. Es mi justicia y mi corona de regocijo...’” (A fin de Conocerle. pág. 114).

09 Firmeza frente al peligro

“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé” Josué 1:5.

PLANES PARA ISRAEL

1. ¿Cómo fue ordenado el nuevo dirigente de Israel en su elevada misión? ¿Qué deseaba Dios de su pueblo para su bien y prosperidad espiritual? Números 27:17-20, Deuteronomio 10:12, 13, 16.

Que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor. Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.

“Después de la muerte de Moisés, Josué había de ser el dirigente de Israel que tendría que conducirlos a la tierra prometida. Había sido su primer ministro durante la mayor parte del tiempo que los israelitas dedicaron a peregrinar por el desierto. Había visto las maravillosas obras realizadas por Dios por medio de Moisés, y comprendía bien la disposición del pueblo. Era uno de los doce espías que fueron enviados a explorar la tierra prometida, y uno de los dos que dio un fiel informe de su riqueza y que los animó a poseer la tierra con el poder de Dios. Estaba bien calificado para llevar a cabo esa importante tarea. El Señor prometió a Josué que estaría con él como había estado con Moisés, y que obraría para que Canaán le resultara fácil de conquistar, con la condición de que fuera fiel y guardara todos sus mandamientos” (Historia de la Redención, pág. 179).

2. Además de otras, ¿qué consistente promesa recibió Israel? ¿Se ha prometido algo similar al Israel moderno? Deuteronomio 9:5, 6; Apocalipsis 21:7.

No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

“Seremos salvados eternamente cuando entremos por las puertas de la ciudad. Entonces podremos regocijarnos de que somos salvados, eternamente salvados. Pero hasta entonces necesitamos prestar oídos a la admonición del apóstol: ‘Temamos, pues, no sea que permaneciendo aun la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado’  (Heb. 4:1). Tener un conocimiento de Canaán, cantar los himnos de Canaán, regocijarse en la perspectiva de entrar en Canaán, no llevó a los hijos de Israel hasta las viñas y olivares de la tierra prometida. Tan solo podían hacerla suya en verdad ocupándola, cumpliendo con las condiciones, ejerciendo fe viviente en Dios,  aferrándose de sus promesas” (A Fin de Conocerle, pág. 164).

OTRO CRUCE MEMORABLE

3. ¿Qué mensaje animador recibió Josué exactamente antes de cruzar el Jordán? ¿Cómo describe el Espíritu de Profecía al dirigente de Israel? Josué 3:7, 10, 11.

Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo. He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra pasará delante de vosotros en medio del Jordán.

“Josué era ahora el jefe reconocido de Israel. Se había distinguido principalmente como guerrero, y sus dones y virtudes resultaban de un valor especial en esta etapa de la historia de su pueblo. Valeroso, resuelto y perseverante, pronto para actuar, incorruptible, despreocupado de los intereses egoístas en su solicitud por aquellos encomendados a su protección y, sobre todo, inspirado por una viva fe en Dios, tal era el carácter del hombre escogido divinamente para dirigir los ejércitos de Israel en su entrada triunfal en la tierra prometida. Durante la estada en el desierto, había actuado como primer ministro de Moisés, y por su fidelidad serena y humilde, su perseverancia cuando otros flaqueaban, su firmeza para sostener la verdad en medio del peligro, había dado evidencias de su capacidad para suceder a Moisés aun antes de ser llamado a ese puesto por la voz de Dios” (Patriarcas y Profetas, págs. 514, 515).

4. ¿Qué levantaron los hijos de Israel en recuerdo del milagroso cruce del Jordán? Josué 4:5-9.

Y les dijo Josué: Pasad delante del arca de Jehová vuestro Dios a la mitad del Jordán, y cada uno de vosotros tome una piedra sobre su hombro, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel, para que esto sea señal entre vosotros; y cuando vuestros hijos preguntaren a sus padres mañana, diciendo: ¿Qué significan estas piedras? les responderéis: Que las aguas del Jordán fueron divididas delante del arca del pacto de Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se dividieron; y estas piedras servirán de monumento conmemorativo a los hijos de Israel para siempre. Y los hijos de Israel lo hicieron así como Josué les mandó: tomaron doce piedras de en medio del Jordán, como Jehová lo había dicho a Josué, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel, y las pasaron al lugar donde acamparon, y las levantaron allí. Josué también levantó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde estuvieron los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto; y han estado allí hasta hoy. 

“Las generaciones venideras no debían carecer de testimonio con referencia a este gran milagro. Mientras los sacerdotes que llevaban el arca estaban aún en medio del Jordán, doce hombres escogidos con anticipación, uno de cada tribu, se encargaron de tomar cada uno una piedra del cauce del río donde estaban los sacerdotes, y las llevaron a la orilla occidental. Estas piedras habían de acomodarse en forma de monumento en el primer sitio donde acampara Israel después de cruzar el río. El pueblo recibió la orden de repetir a sus hijos y a los hijos de sus hijos la historia del libramiento que Dios había obrado en su favor, como dijo Josué: ‘Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que es fuerte; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días’” (Patriarcas y Profetas, pág. 518).

SUPERANDO OTROS OBSTÁCULOS

5. Después de cuarenta años de haber recibido el pan del cielo, ¿qué frutos pudieron disfrutar ahora?  Josué 5:11, 12.

Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año. 

“Esta vez, el Señor había manifestado claramente su poder y su favor permitiendo que su pueblo cruzara el Jordán a pie seco y sus enemigos ya no podrían continuar con sus burlas. El maná, que había caído hasta entonces, dejó de caer; porque los israelitas estaban a punto de tomar posesión de Canaán y comer de los frutos de esa tierra fértil. Ya no era necesario” (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 75). “Sus enemigos triunfaron cuando ellos permanecieron peregrinando tanto tiempo en el desierto, y se envalentonaron y ensoberbecieron delante del Señor al declarar que no era capaz de llevarlos a la tierra de Canaán.  Pero ahora habían cruzado en seco el Jordán y ya sus enemigos no podían echarles nada más en cara.

“El maná había seguido cayendo hasta ese momento; pero ahora que los israelitas estaban a punto de poseer Canaán y comer del fruto de la tierra ya no lo necesitaban más, y dejó de caer” (Historia de la Redención, pág. 182).

6. ¿Qué otros impresionantes resultados del poder divino experimentó Israel? Josué 6:20; 10:12-14.

Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron. Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel. 

“Los israelitas no habían ganado la victoria por sus propias fuerzas; la victoria había sido totalmente del Señor; y como primicias de la tierra, la ciudad, con todo lo que ella contenía, debía dedicarse como sacrificio a Dios. Debía recalcarse en la mente de los israelitas que en la conquista de Canaán ellos no habían de pelear por sí mismos, sino como simples instrumentos para ejecutar la voluntad de Dios; no habían de procurar riquezas o exaltación personal, sino la gloria de Jehová su Rey. Antes de la toma de Jericó se les había dado la orden: ‘La ciudad será anatema a Jehová, ella con todas las cosas que están en ella’. ‘Guardaos vosotros del anatema, que ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, porque no hagáis anatema el campo de Israel, y lo turbéis’” (Patriarcas y Profetas, pág. 524).

“El Espíritu de Dios inspiró la oración de Josué, para que se manifestara otra vez el poder del Dios de Israel. Por consiguiente, la petición no evidenciaba presunción por parte del gran caudillo. Aunque Josué había recibido la promesa de que Dios derrocaría ciertamente a los enemigos de Israel, realizó un esfuerzo tan ardoroso como si el éxito de la empresa dependiera solamente de los ejércitos de Israel. Hizo todo lo que era posible para la energía humana, y luego pidió con fe la ayuda divina” (Patriarcas y Profetas, pág. 543).

7. Concluyendo su misión, ¿cuáles fueron las últimas palabras de Josué? Josué 24:14, 15.

Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. 

“El carácter santo de Josué no ostentaba mancha alguna. Era un sabio dirigente. Su vida estaba totalmente dedicada a Dios. Antes de morir reunió a las huestes hebreas y siguiendo el ejemplo de Moisés recapituló sus peregrinaciones por el desierto y también la obra misericordiosa llevada a cabo por el Señor en favor de ellos… Les contó que el rey de Moab estaba en guerra con ellos y había llamado a Balaam para que los maldijera; pero Dios no quiso ‘escuchar a Balaam, por lo cual os bendijo repetidamente’. Después les dijo: ‘Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová’” (Historia de la Redención, págs. 185, 186).

MEDITACIÓN

“El secreto del éxito estriba en la unión del líder divino con el esfuerzo humano. Los que logran los mayores resultados son los que confían más implícitamente en el Brazo todopoderoso. El hombre que exclamó ‘Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón es el mismo que durante muchas horas permanecía postrado en tierra, en ferviente oración, en el campamento de Gilgal. Los hombres que oran son los hombres fuertes’” (Patriarcas y Profetas, págs. 543, 544).