sábado, 12 de marzo de 2011

EL PACTO DE LOS HIJOS DE LUZ

Texto para memorizar: “Porque fuimos sepultados junto con Él para muerte por medio del bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en nueva vida” (Romanos6:4).

OBJETIVOS

1. Sentir el llamado de Dios para alcanzar la debida preparación para el bautismo.

2. Comprender que el ser humano y Dios realizan un pacto donde se llevan a cabo promesas mutuas.

3. Reconocer que el verdadero bautismo significa en verdad muerte y resurrección para el creyente.

4. Levantar la mirada constantemente hacia el cielo para alcanzar los blancos prometidos.

INTRODUCCIÓN

“Las bendiciones del pacto de Dios son mutuas... Mediante nuestro voto bautismal hemos reconocido y confesado solemnemente al Señor Jehová como nuestro Gobernante. Tácitamente prestamos un juramento solemne en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo– de que de allí en adelante nuestra vida sería una con la vida de estos tres grandes y admirables Seres, que la vida que viviéramos en la carne seria vivida en fiel obediencia a la sagrada ley de Dios” (Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, tomo 1, pág. 1137).

LLAMADOS AL PACTO BAUTISMAL

1. Dentro del cumplimiento de la gran obra misionera, ¿qué encargo dio Jesús a sus discípulos? Mateo 28:18, 19.

“Cuando los cristianos se someten al solemne rito del bautismo, el Señor registra el voto que hacen de serle fieles. Este voto es su juramento de lealtad. Son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Así están unidos con los tres grandes poderes del cielo. Se comprometen a renunciar al mundo para observar las leyes del reino de Dios. Por lo tanto, han de andar en novedad de vida. No han de seguir más las tradiciones de los hombres. No han de seguir por más tiempo métodos deshonestos. Han de obedecer los estatutos del reino del cielo. Han de buscar el honor de Dios. Si son fieles a su voto, serán provistos de gracia y poder que los habilitará para cumplir con toda justicia. ‘A todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre’” (Evangelismo, págs. 226, 227).

2. ¿Cuál es el gran significado espiritual del pacto bautismal?

Romanos 6:1-4; Colosenses 2:12.

“El bautismo es una solemne renuncia al mundo. Por esta profesión el yo muere a la vida de pecado. Las aguas cubren al candidato y en presencia del universo entero se sella la promesa mutua. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo el hombre es sepultado con Cristo en el bautismo y se levanta del agua para vivir una nueva vida de lealtad a Dios. Los tres grandes poderes del cielo son testigos del acto, invisibles pero presentes” (La Fe por la Cual Vivo, pág. 148).

“Cuando el cristiano se somete al solemne rito del bautismo, los tres poderes más altos del universo –el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo– dan su aprobación a ese acto, comprometiéndose a ejercer su poder en beneficio de él mientras se esfuerza por honrar a Dios. Es sepultado, a semejanza de la muerte de Cristo, y es levantado a semejanza de su resurrección…” (Reflejemos a Jesús, pág. 99).

PREPARACIÓN Y MADUREZ PARA EL BAUTISMO

3. ¿Qué necesita el penitente antes de recibir el sagrado bautismo? Salmo 51:1-3; Hechos 2:38.

“Todos los que viven tienen pecados que lavar... El verdadero arrepentimiento por el pecado, la fe en los méritos de Jesucristo, y el bautismo en su muerte, para ser levantados del agua y vivir una vida nueva, son los primeros pasos en el nuevo nacimiento...” (Exaltad a Jesús, pág. 73).

“El arrepentimiento, la fe y el bautismo son los pasos requeridos en la conversión” (El Evangelismo, pág. 226).

“Los pasos de la conversión se indican claramente: arrepentimiento, fe en Cristo como el Redentor del mundo, fe en su muerte, sepultura y resurrección, ilustradas mediante su bautismo y ascensión a lo alto para interceder por el pecador” (Exaltad a Jesús, pág. 73).

4. ¿Qué otros requisitos presentan las Escrituras para el bau- tismo?

• Mateo 3:2, 8

• Hechos 3:19; 1 Pedro 3:21

• Mateo 28:20

“Antes que el hombre pueda encontrar un hogar en la iglesia, antes de traspasar el umbral del reino espiritual de Dios, ha de recibir la impresión del nombre divino: ‘Jehová, justicia nuestra’ (Jer. 23:6)” (El Evangelismo, pág.226).

“La prueba del discipulado no se aplica tan estrictamente como debiera ser aplicada a los que se presentan para el bautismo. Debe saberse si están simplemente tomando el nombre de adventistas del séptimo día, o si se colocan de parte del Señor, para salir del mundo y separarse de él y no tocar lo inmundo. Antes del bautismo, debe examinarse cabalmente la experiencia de los candidatos. Hágase este examen, no de una manera fría y manteniendo distancias, sino bondadosa y tiernamente, señalando a los nuevos conversos el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Háganse sentir a los candidatos para el bautismo los requerimientos del Evangelio” (El Evangelismo, pág. 229).

“Los principios de la vida cristiana deben ser presentados claramente a los recién venidos a la verdad. Nadie puede depender de su profesión de fe como prueba de que tiene una relación salvadora con Cristo. No hemos de decir solamente: Yo creo, sino practicar la verdad” (El Evangelismo, pág. 227).

EL NUEVO NACIMIENTO

5. ¿Qué transformación profunda implica el nuevo nacimiento?

Juan 3:3-6.

“Es necesario un nuevo nacimiento, una mente nueva por la operación del Espíritu de Dios que purifique la vida y ennoblezca el carácter. Esta relación con Dios prepara al hombre para el glorioso reino de los cielos.

“Debe haber un poder que obre en el interior, una vida nueva de lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la santidad” (Dios nos Cuida, pág. 76).

6. Una vez que hemos recibido a Jesús en el corazón, ¿qué invitación se nos hace? Juan 15:5-8.

“Ahora que somos ramas de la Vid viviente seremos nutridos por la savia que fluye de la Vid. Fluye a todas las ramas todo el tiempo, y cada rama llevará fruto para la gloria de Dios. ‘A vuestro Padre le ha placido’ ‘que llevéis mucho fruto’. Bien, entonces, ¿cuál es nuestra actitud? Debe ser una actitud de fe viva” (Fe y Obras, págs. 64, 65).

“La salvación no está en el bautismo, no se recibe con tener los nombres inscritos en los libros de la iglesia, no se obtiene predicando la verdad. La salvación se consigue mediante una unión vivificante con Cristo que renueva el corazón, y al hacer las obras de Cristo con fe y al trabajar con amor, paciencia, humildad y esperanza. Cada alma unida con Cristo será un misionero viviente para todos los que la rodean” (El Evangelismo, pág. 234).

DURANTE EL BAUTISMO

7. ¿Cómo debe ser administrado el rito del bautismo? ¿Cuál debe ser su influencia? Romanos 6:4.

“El pecador arrepentido, que da los pasos necesarios requeridos en la con- versión, conmemora con su bautismo la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Desciende al agua a la semejanza de la muerte y sepultura de Cristo, y sale de las aguas a la semejanza de su resurrección: no para volver a la vieja vida de pecado, sino para vivir una nueva vida en Cristo Jesús” (A Fin de Conocerle, pág. 73).

“El que administra el rito del bautismo debe tratar de que esta ocasión ejerza una influencia solemne y sagrada sobre todos los espectadores. Cada rito de la iglesia debe ser dirigido de manera que su influencia sea elevadora” (El Evangelismo, pág. 231).

MIRANDO HACIA ADELANTE DESPUÉS DEL BAUTISMO

8. Después de haber entregado nuestra vida al Señor, ¿es sabio mirar otra vez hacia atrás? Lucas 9:62; Hebreos 10:38; 1 Corintios 9:24.

“Muchos que deberían levantar sus tiendas más cerca de la tierra de Canaán, las están erigiendo más cerca de Egipto. No están viviendo a la luz del Sol de Justicia. Muchos concurren a lugares de diversiones para complacer el gusto, pero no obtienen fortaleza espiritual al hacerlo, y finalmente se encontrarán en el lado de los perdedores. Estimular el amor a la diversión, es desanimar el amor a los ejercicios religiosos, porque el corazón se atiborra tanto con lo vulgar, con lo que le agrada al corazón natural, que no queda en él lugar para Jesús...” (A Fin de Conocerle, pág. 309).

“Todos deberían aprender su lección de esto, en el sentido de que son individualmente responsables ante Dios. Si aman a Dios con todo el corazón, serán sabios para la salvación. Harán su voluntad y su luz siempre será su gloria y no se apagará porque reconocen, temen y sirven a su Señor. La solemne obra que recae sobre cada ser consiste en considerar que es siervo de Jesucristo, solemnemente comprometido por sus votos bautismales a vestirse de la justicia de Cristo. ¿Seguiremos el ejemplo viviente del Señor Jesucristo?” (Cada Día con Dios, pág. 128).

9. ¿Cuál es el deseo divino acerca de los solemnes votos bautismales? Salmo 119:106, 126-128.

“Cuando los cristianos se someten al solemne rito del bautismo, el Señor registra el voto que hacen de serle fieles. Este voto es su juramento de lealtad” (El Evangelismo, págs. 226, 227).

10. Después del bautismo, ¿cómo esperamos la venida del Señor Jesucristo? Juan 14:23; 1 Timoteo 6:14.

“Por ello, la instrucción es de vital importancia, tanto antes como después del bautismo. Si no hay una instrucción adecuada en las grandes verdades fundamentales del Evangelio, no puede haber verdadera vida religiosa. Sin embargo, es el maravilloso amor de Cristo el que subyuga los corazones. Si no existe un genuino amor por Cristo, las doctrinas y las formas de la religión pierden su significado y valor” (Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día , tomo 5, pág. 545).

“... El pueblo de Dios debe distinguirse por un servicio completo, un servicio de corazón; no debe arrogarse ningún honor, pero sí recordar que ha hecho pacto solemne de servir al Señor, y a Él solamente” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 286).

11. ¿Cuál es mi compromiso como persona bautizada? Colosenses 3:1-4; Juan 6:27.

“Los que han participado del solemne rito del bautismo se han compro- metido a buscar las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios; a trabajar fervientemente por la salvación de los pecadores. Dios pregunta a los que adoptan su nombre: ¿Cómo estáis usando las facultades que han sido redimidas por la muerte de mi Hijo? ¿Estáis haciendo todo lo que podéis para alcanzar una altura mayor en la comprensión espiritual? ¿Estáis poniendo vuestros intereses y actos en armonía con los importantes requisitos de la eternidad?” (La Fe por la Cual Vivo, pág. 148).