sábado, 19 de mayo de 2012

LAS CIRCUNSTANCIAS DE SU NACIMIENTO

“Cristo fue designado como Mediador desde la creación de Dios, desig­nado desde la eternidad para ser nuestro sustituto y garantía. Antes de que fuera hecho el mundo, se dispuso que la divinidad de Cristo estuviera revestida de humanidad. ‘Me preparaste cuerpo’ (Heb. 10: 5), dijo Cristo. Pero no vino en forma humana hasta que hubo expirado la plenitud del tiempo. Entonces vino a nuestro mundo como una criaturita en Belén” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 294).

UN VIAJE LARGO Y AGOTADOR

1. ¿Qué viaje largo y difícil emprendió María al final de su embarazo? Lucas 2:1-5.

Un viaje tal, de Nazaret, en Galilea, a Belén, en Judea, requería que se cruzara toda la región de Samaria y se cubriera una distancia de al menos 120 kilómetros. En aquellos días, sin tren, ómnibus o automóvil se requería viajar muchos días a pie. Esto no era fácil para una mujer en circunstancias normales, así que podemos imaginarnos cuán estresante debió haber sido para María viajar a pie o sobre un asno en los últimos días de su embarazo.

EL NACIMIENTO DEL MESÍAS

2. Cuando José y María llegaron agotados a Belén, el lugar de su nacimiento, ¿encontraron lugar donde pasar la noche? ¿Qué se puede decir de la forma en que fueron recibidos estos descendientes de la línea real? Lucas 2:26, 27.

“Hubo ángeles que acompañaron a José y María en su viaje de Naza­ret a la ciudad de David... Pero José y María no fueron reconocidos ni hon­rados en la ciudad de su linaje real. Cansados y sin hogar, siguieron en toda su longitud la estrecha calle, desde la puerta de la ciudad hasta el extremo oriental, buscando en vano un lugar donde pasar la noche. No había sitio para ellos en la atestada posada. Por fin, hallaron refugio en un tosco edificio que daba albergue a las bestias, y allí nació el Redentor del mundo” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 31).

3. Compara las circunstancias del nacimiento y niñez de Jesús con las de tu propia familia. Lucas 2:12, 16.

“Su nacimiento no revistió pompa humana. Nació en un establo y tuvo por cuna un pesebre; sin embargo, su nacimiento recibió muchísimo más honor que el de cualquiera de los hijos de los hombres. Ángeles del cielo anunciaron a los pastores el advenimiento de Jesús, y la luz y la gloria de Dios acompañaron su testimonio. La hueste celestial tañó sus arpas y glo­rificó a Dios. Triunfalmente pregonó el advenimiento del Hijo de Dios a un mundo caído para cumplir la obra de redención, y por su muerte dar paz, felicidad y vida eterna al hombre. Dios honró el advenimiento de su Hijo. Los ángeles le adoraron” (Primeros Escritos, pág. 154).

DIVERSAS MANERAS DE RECIBIR AL SALVADOR

4. Mientras que algunas personas se regocijaron de todo corazón con el nacimiento del Salvador, ¿cómo se sentían otras? Lucas 2:8-11, 20; Mateo 2:3.

“En los campos donde el joven David apacentara sus rebaños, había todavía pastores que velaban. Durante las silenciosas horas de la noche, hablaban del Salvador prometido, y oraban por la venida del Rey al trono de David. ‘Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos,... Mas el ángel les dijo: … he aquí os doy nuevas de gran gozo... Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor’...

“El cielo y la tierra no están más alejados hoy que cuando los pastores oyeron el canto de los ángeles. La humanidad sigue hoy siendo objeto de la solicitud celestial tanto como cuando los hombres comunes, de ocupaciones ordinarias, se encontraban con los ángeles al mediodía, y hablaban con los mensajeros celestiales en las viñas y los campos. Mientras recorremos las sendas humildes de la vida, el cielo puede estar muy cerca de nosotros. Los ángeles de los atrios celestes acompañarán los pasos de aquellos que vayan y vengan a la orden de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 31, 32).

5. ¿Qué terrible peligro debieron afrontar el niño recién nacido y sus padres? ¿Qué profecía comenzó a cumplirse? Mateo 2:13; Lucas 2:34, 35.

“Muchos que nunca han sido colocados en situaciones de prueba pare­cen ser cristianos excelentes, sus vidas parecen intachables, pero Dios ve que tienen rasgos de carácter que les deben ser revelados antes de que los puedan percibir y corregir. Simón profetizó, bajo la inspiración del Espíritu Santo, y le dijo a María, refiriéndose a Jesús: ‘He aquí, Éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma) para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones’. Por la providencia de Dios somos puestos en distintas posiciones para ejercitar cualidades de la mente dadas para desarrollar el carácter en una variedad de cicunstan­cias” (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 55).

CAMINOS DIFÍCILES PUEDEN SER LOS SENDEROS DE DIOS

6. Poco tiempo después, ¿qué instrucción le dio un ángel a los padres de Jesús para salvarle del terrible peligro? ¿Cuán largo fue este segundo viaje? Mateo 2:13, 14.

La distancia desde Belén a Egipto era más del doble que la distancia de Nazaret a Belén. Esto quiere decir que el segundo viaje requería por lo menos 270 kilómetros caminado o cabalgando. ¡Imaginaos cuántos días viajaron y cuan difícil debe haber sido ese viaje para María y su bebé!

7. Considerando las dificultades por las que debió pasar esta pequeña familia, ¿qué gran diferencia hay entre nuestra manera de pensar y el camino que Dios eligió para la vida de su amado Hijo? Isaías 55:8-11; Efesios 2:4:5.

“Las relaciones de Dios con su pueblo a menudo parecen misteriosas. Sus caminos no son nuestros caminos, ni sus pensamientos nuestros pensamientos. Muchas veces su forma de tratar es tan contraria a nuestros planes y expectativas que nos asombra y nos confunde. No entendemos nuestras naturalezas perversas; y a menudo, cuando estamos compla­ciendo el yo, siguiendo nuestras propias inclinaciones, nos adulamos a nosotros mismos con el pensamiento de que estamos ejecutando el pensamiento de Dios. Y así necesitamos escudriñar las Escrituras, y orar mucho para que, de acuerdo con su promesa, el Señor nos dé sabiduría” (Testimonios para Ministros, págs. 511, 512).

MEDITACIÓN

“Cristo se sometió al insulto y la burla, al desprecio y al ridículo. Oyó cómo se falseaba y aplicaba mal su mensaje, que estaba lleno de amor, bondad y misericordia. Oyó que a ‘Él lo llamaban el príncipe de los demo­nios porque testificaba que era Hijo de Dios. Su nacimiento fue sobre­natural, pero para su propia nación, para los que tenían cegados los ojos a las cosas espirituales, fue considerado como un borrón y una mancha. No hubo una gota de nuestra amarga pena que Él no probara, ninguna parte de nuestra maldición que Él no soportara para que pudiera llevar hasta Dios a muchos hijos e hijas.

“El hecho de que Jesús fue en esta tierra como un varón de dolores, experimentado en quebranto, el hecho de que dejara su hogar celestial a fin de salvar al hombre caído de la ruina eterna, debiera pulverizar todo nuestro orgullo, avergonzar nuestra vanidad y debiera revelarnos el pecado. Contempladlo haciendo suyas las necesidades, las pruebas, los dolores y los sufrimientos de los hombres pecaminosos. ¿No podemos asimilar la enseñanza de que Dios soportó esos sufrimientos y heridas del alma como consecuencia del pecado?” (Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 296, 297).

“Señor, grande, santo, manso y humilde,

Me has traído al valle de la visión

donde vivo en las profundidades y te veo en las alturas

rodeado por las montañas de pecado contemplo tu gloria.

Déjame aprender la paradoja que el camino descendiente

es el ascendente

que estar abajo es estar arriba

que el corazón compungido es el corazón sano

que el espíritu contrito es el espíritu gozoso

que el alma arrepentida es el alma victoriosa

que no tener nada es poseer todo

que llevar la cruz es llevar la corona

que dar es recibir

que desde el valle se obtiene la visión”

Estractado de “The Valley of Vision” (El Valle de la Visión), una colec­ción de oraciones y devocionales puritanas, editado por Arthur Bennett.