sábado, 19 de mayo de 2012

EL PRECURSOR PREPARA EL CAMINO

“Jesús dijo después, refiriéndose a Juan: ‘Y si queréis recibirlo, éste es Elías, el que había de venir’. Juan vino con el espíritu y poder de Elías, para hacer una obra como la que había hecho Elías. Si los judíos le hubie­sen recibido, esta obra se habría realizado en su favor. Pero no recibieron su mensaje. Para ellos no fue Elías. No pudo cumplir en favor de ellos la misión que había venido a realizar” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 110).

LA PROFECÍA DEL MENSAJERO ESPECIAL

1. ¿Qué profecías fueron dadas concernientes al despertar espiritual que tendría lugar antes de la venida del Mesías? Isaías 40:3-5; Malaquías 3:1; 4:5.

“Antiguamente, cuando un rey viajaba por las comarcas menos fre­cuentadas de sus dominios, se enviaba delante del carro real a un grupo de hombres para que aplanase los lugares escabrosos y llenase los baches, a fin de que el rey pudiese viajar con seguridad y sin molestia. Esta cos­tumbre es la que menciona el profeta para ilustrar la obra del Evangelio. ‘Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado’. Cuando el Espíritu de Dios conmueve el alma con su maravilloso poder de despertarla, humilla el orgullo humano. El placer mundanal, la jerarquía y el poder son tenidos por inútiles. Son destruidos los ‘consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios...’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 108).

2. ¿Cómo fue anunciado su nacimiento? ¿Qué gran misión y reforma llevaría a cabo? Lucas 1:13-17; 1:76, 77.

“En el anuncio hecho a Zacarías antes del nacimiento de Juan, el ángel había declarado: ‘Será grande delante de Dios’. En la estima del cielo, ¿qué constituye la grandeza? No lo que el mundo tiene por tal; ni la riqueza, la jerarquía, el linaje noble, o las dotes intelectuales, considera­das en sí mismas. Si la grandeza intelectual, fuera de cualquier consideración superior, es digna de honor, entonces debemos rendir homenaje a Satanás, cuyo poder intelectual no ha sido nunca igualado por hombre alguno. Pero si el don está pervertido para servir al yo, cuanto mayor sea, mayor maldición resulta. Lo que Dios aprecia es el valor moral. El amor y la pureza son los atributos que más estima” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 191).

UNA VIDA SIMPLE REGIDA POR PRINCIPIOS

3. ¿Qué breve pero significativa información se nos da con­cerniente al crecimiento físico y espiritual de Juan? ¿Por qué eligió vivir en el desierto? Lucas 1:80; Mateo 3:4.

“Juan el Bautista,... recibió de sus padres su primera preparación. Pasó la mayor parte de su vida en el desierto, para no ser influenciado por la piedad laxa de los sacerdotes y rabinos... Prefirió Juan dejar de lado los goces y lujos de la vida en la ciudad para someterse a la severa disciplina del desierto. Allí el ambiente era favorable para los hábitos de sencillez y abnegación. Allí, sin que le interrumpiera el clamor del mundo, podía estudiar las lecciones de la naturaleza, de la revelación y de la provi­dencia... Desde la infancia se le había recordado su misión, y él había aceptado el cometido santo. La soledad del desierto le proporcionaba una grata oportunidad de escapar de una sociedad en que las sospechas, la incredulidad y la impureza lo dominaban casi todo. Desconfiaba de su propia fuerza para resistir la tentación y rehuía el contacto constante con el pecado, no fuese que hubiese de perder el sentido de su excesiva pecaminosidad” (El Hogar Cristiano, págs. 117, 118).

4. ¿Dónde predicó Juan el Bautista por primera vez? ¿Qué mensaje inspirado fue dado a la gente? Mateo 3:1, 2; Lucas 3:2-5.

“Dios se buscó un mensajero en Juan el Bautista para preparar el camino del Señor. Este debía dar al mundo un testimonio resuelto a re-probar y denunciar el pecado. Lucas, cuando anuncia su misión y su tra­bajo, dice: ‘E irá delante de Él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto’ (Luc. 1 :17)” (Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 167, 168).

LLEVANDO A CABO SU MISIÓN

5. ¿Qué clases diferentes de personas venían a escuchar a Juan el Bautista cuando predicaba? ¿Cuál era el resultado? Mateo 3:5-8.

6. ¿Qué respuesta clara daba a los que preguntaban acerca de su identidad? ¿A quién señalaba como digno de recibir honor? Juan 1:19-23.

“Juan era grande a la vista del Señor cuando, delante de los mensaje­ros del Sanedrín, delante de la gente y de sus propios discípulos, no buscó honra para sí mismo sino que a todos indicó a Jesús como el Prometido. Su abnegado gozo en el ministerio de Cristo presenta el más alto tipo de nobleza que se haya revelado en el hombre” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 191).

PRESENTANDO AL REDENTOR

7. ¿A quién presentó ante la gente como la verdadera luz y el Mesías? ¿Cómo presentó al Redentor del mundo? ¿Qué dijo Jesús acerca de Juan? Juan 1:25, 27, 29; 7:26-28.

“El mensaje que debía ser llevado al Sanedrín era claro e inequívoco. Las palabras de Juan no podían aplicarse a otro, sino al Mesías prometido. Éste se hallaba entre ellos. Con asombro, los sacerdotes y gobernantes miraban en derredor suyo esperando descubrir a Aquel de quien había hablado Juan. Pero no se le distinguía entre la multitud...

“Cuando, en ocasión del bautismo de Jesús, Juan le señaló como el Cordero de Dios, una nueva luz resplandeció sobre la obra del Mesías” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 110).

MEDITACIÓN

“Los ojos que nunca se habían vuelto con fe hacia el Invisible, no vieron la revelación de la gloria de Dios; los oídos que nunca habían escuchado su voz, no oyeron las palabras del testimonio. Así sucede ahora. Con frecuencia, la presencia de Cristo y de los ángeles ministradores se manifiesta en las asam­bleas del pueblo; y, sin embargo, muchos no lo saben. No disciernen nada insólito. Pero la presencia del Salvador se revela a algunos. La paz y el gozo animan su corazón. Son consolados, estimulados y bendecidos” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 110).