lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Señales antes de la fe?

“Si miramos a la iniquidad y la conservamos en nuestro corazón, el Señor no nos oirá. Él puede hacer lo que quiere con los suyos. Él se glorificará por medio de aquellos que le sigan tan completamente que se sepa que es su Señor, que sus obras se realizan en Dios. Cristo dice: ‘Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará’ (Juan 12:26). Cuando acudimos a Él, debemos orar porque nos permita comprender y realizar su propósito, y que nuestros deseos e intereses se pierdan en los suyos. Debemos reconocer que aceptamos su voluntad, y no orar para que Él nos conceda lo que pedimos. Es mejor para nosotros que Dios no conteste siempre nuestras oraciones en el tiempo y la manera que nosotros deseamos. Él hará para nosotros algo superior al cumplimiento de todos nuestros deseos; porque nuestra sabiduría es insensatez” (Testimonios para Iglesia, tomo 2, pág. 148).

PIDIENDO SEÑALES

1. Aunque el Señor había realizado grandes milagros, ¿qué le pidieron los fariseos y los saduceos que hiciera un día?  Mateo 16:1; Marcos 8:11 ¿Qué se ocultaba tras esta solicitud?

Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo. Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle. 

“Una diputación (junta) de fariseos había sido reforzada por representantes de los ricos y señoriales saduceos, el partido de los sacerdotes, los escépticos y aristócratas de la nación. Las dos sectas habían estado en acerba enemistad. Los saduceos cortejaban el favor del poder gobernante, a fin de conservar su propia posición y autoridad. Por otro lado, los fariseos fomentaban el odio popular contra los romanos, anhelando el tiempo en que pudieran desechar el yugo de los conquistadores. Pero los fariseos y saduceos se unieron ahora contra Cristo. Los iguales se buscan; y el mal, dondequiera que exista, se confabula con el mal para destruir lo bueno.

“Ahora los fariseos y saduceos vinieron a Cristo, pidiendo una señal del cielo. Cuando, en los días de Josué, Israel salió a pelear con los cananeos en Beth-orón, el sol se detuvo a la orden del caudillo hasta que se logró la victoria. Y muchos prodigios similares se habían manifestado en la historia de Israel. Exigieron a Jesús alguna señal parecida. Pero estas señales no eran lo que los judíos necesitaban. Ninguna simple evidencia externa podía beneficiarlos. Lo que necesitaban no era ilustración intelectual, sino renovación espiritual” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 372).

2. Si mirando el cielo podían deducir cómo sería el tiempo, ¿qué otras cosas básicas deberían ser capaces de discernir?  Mateo 16:2, 3.

Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!

“‘Hipócritas –dijo Jesús, – que sabéis hacer diferencia en la faz del cielo’ –pues estudiando el cielo podían predecir el tiempo; – ¿y en las señales de los tiempos no podéis?’ Las palabras que Cristo pronunciaba con el poder del Espíritu Santo que los convencía de pecado eran la señal que Dios había dado para su salvación. Y habían sido dadas señales directas del cielo para atestiguar la misión de Cristo. El canto de los ángeles a los pastores, la estrella que guió a los magos, la paloma y la voz del cielo en ocasión de su bautismo, eran testimonios en su favor” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 373).

SOLICITUDES PRESUNTUOSAS

3. ¿Qué entristecía profundamente a Jesús? Marcos 8:12, primera parte.

Este tipo de actitud presuntuosa de los fariseos y saduceos (su indiferencia, orgullo, egoísmo, falta de fe, hipocresía), entristecía a Nuestro Señor al punto de sentir sollozo, aflicción, clamor y lloro en su espíritu, de esto la expresión (gimiendo en espíritu).

Pregunta personal: ¿Cómo le causamos tristeza también nosotros? “¡Oh cuanto necesitamos una más íntima relación con el Señor Jesús! Necesitamos entrar en su voluntad y llevar adelante sus propósitos, diciendo con todo el corazón: ‘Señor, ¿qué quieres que yo haga?’ ¡Oh cuánto anhelo ver a nuestras iglesias en una condición diferente a la condición en la que están ahora – contristando al Espíritu Santo día a día con su vida religiosa tibia, una vida ni fría ni caliente. Cristo dice ‘¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca’ (Apoc. 3:15, 16)” (This Day with God, pág. 64).

“Cada milagro que Cristo realizaba era una señal de su divinidad. Él estaba haciendo la obra que había sido predicha acerca del Mesías, pero para los fariseos estas obras de misericordia eran una ofensa positiva. Los dirigentes judíos miraban con despiadada indiferencia el sufrimiento humano. En muchos casos, su egoísmo y opresión habían causado la aflicción que Cristo aliviaba. Así que sus milagros les eran un reproche” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 373).

4. ¿Por qué no estaba satisfecho Jesús con su pedido de hacer un milagro? ¿Cómo reprendió su orgullo y falta de fe?  Mateo 16:4, primera parte.

Porque Nuestro Señor Jesús nunca ejecutó milagros por pedido de los fariseos o insinuaciones de Satanás. Les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal.

“Cuando se presenta el mensaje de verdad en nuestra época, son muchos los que, como los judíos, claman: Muéstrenos una señal. Realice un milagro. Cristo no ejecutó milagro a pedido de los fariseos. No hizo milagro en el desierto en respuesta a las insinuaciones de Satanás. No nos imparte poder para justificarnos a nosotros mismos o satisfacer las demandas de la incredulidad y el orgullo. Pero el Evangelio no queda sin una señal de su origen divino. ¿No es acaso un milagro que podamos libertarnos de la servidumbre de Satanás? La enemistad contra Satanás no es natural para el corazón humano; es implantada por la gracia de Dios. Cuando el que ha estado dominado por una voluntad terca y extraviada queda libertado y se entrega de todo corazón a la atracción de los agentes celestiales de Dios, se ha realizado un milagro; así también ocurre cuando un hombre que ha estado bajo un engaño poderoso, llega a comprender la verdad moral. Cada vez que un alma se convierte y aprende a amar a Dios y a guardar sus mandamientos, se cumple la promesa de Dios: ‘Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros.’ El cambio verificado en los corazones humanos, la transformación del carácter humano, es un milagro que revela a un Salvador que vive eternamente y obra para rescatar a las almas. Una vida consecuente en Cristo es un gran milagro. En la predicación de la Palabra de Dios, la señal que debe manifestarse ahora y siempre es la presencia del Espíritu Santo para hacer de la Palabra un poder regenerador para quienes la oyen. Tal es el testimonio que de la divina misión de su Hijo Dios da ante al mundo” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 374).

NUESTROS DESEOS Y LA RESPUESTA DE DIOS

5. ¿Cuál fue la única señal que Jesús dio a esta gente? ¿Qué hizo? Mateo 16:4, última parte; Marcos 8:13.

Pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.

“Como Jonás había estado tres días y tres noches en el vientre de la ballena, Cristo había de pasar el mismo tiempo ‘en el corazón de la tierra.’ Y como la predicación de Jonás era una señal para los habitantes de Nínive, la predicación de Cristo era una señal para su generación. Pero, ¡qué contraste en la manera de recibir la palabra! Los habitantes de la gran ciudad pagana temblaron al oír la amonestación de Dios. Reyes y nobles se humillaron; encumbrados y humildes juntos clamaron al Dios del cielo, y su misericordia les fue concedida. ‘Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación –había dicho Cristo, – y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar’ (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 373).

6. ¿Qué seria instrucción dio Jesús a sus discípulos con respecto a la mentalidad de los dirigentes de sus días? Mateo 16:6, 11, 12. Reflexión: ¿Qué hace tan difícil para algunas personas recibir las verdades de las Santas Escrituras? 

Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos. 

“Desde los tiempos de Moisés, los judíos habían tenido por costumbre apartar de sus casas toda levadura en ocasión de la Pascua, y así se les había enseñado a considerarla como una figura del pecado…

“La levadura puesta en la harina obra imperceptiblemente y cambia toda la masa de modo que comparta su propia naturaleza. Así también, si se la tolera en el corazón, la hipocresía impregna el carácter y la vida. Cristo había reprendido ya un notable ejemplo de la hipocresía farisaica al denunciar la práctica del ‘Corbán,’ por medio de la cual se ocultaba una negligencia del deber filial bajo una afectación de generosidad hacia el templo. Los escribas y fariseos insinuaban principios engañosos. Ocultaban la verdadera tendencia de sus doctrinas y aprovechaban toda ocasión de inculcarlas arteramente en el ánimo de sus oyentes. Estos falsos principios, una vez aceptados, obraban como la levadura en la harina, impregnando y transformando el carácter. Esta enseñanza engañosa era lo que hacía tan difícil para la gente recibir las palabras de Cristo” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 375, 376).

NO MI VOLUNTAD

7. ¿Qué es especialmente importante aprender de este incidente? Si pedimos algo al Señor sin corazón y espíritu contritos, ¿qué podemos esperar?  Santiago 4:2, primera parte, 3; Salmo 66:18.

Todo hay que pedir con fe, de corazón, con espíritu contrito y humillado. De otra forma no habrá respuesta.

Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.

“Dios puede cumplir en cualquier momento lo que promete, y la obra que Él ordena a su pueblo que haga puede realizarla por su medio.  Si ellos quieren vivir de acuerdo a toda palabra que Él pronunció, se cumplirán para ellos todas las buenas palabras y promesas. Pero si no prestan una obediencia perfecta, las grandes y preciosas promesas quedarán sin efecto” (Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pág. 148).

MEDITACIÓN

“Nadie se engañe creyendo que Dios lo va a perdonar y bendecir mientras pisotee uno de sus requerimientos.  La comisión voluntaria de un pecado conocido acalla la voz testificadora del Espíritu, y separa al alma de Dios. Sea cual fuere el éxtasis del sentimiento religioso, Jesús no puede morar en el corazón que no hace caso de la ley divina. Dios honrará solamente a los que lo honran” (Mensajes para los Jóvenes, pág. 112.

ESTUDIO ADICIONAL

Mateo 12:38-45; Lucas 11:16, 29-32; Isaías 1:15-18; El Deseado de Todas las Gentes, págs. 372-378; Mensajes para los Jóvenes, pág. 110.