lunes, 13 de diciembre de 2010

Dios tiene una perspectiva diferente

“Jesús volvió a explicar a sus discípulos que su reino no se caracteriza por la dignidad y ostentación terrenales. A los pies de Jesús, se olvidan todas estas distinciones. Se ve a los ricos y a los pobres, a los sabios y a los ignorantes, sin pensamiento alguno de casta ni de preeminencia mundanal. Todos se encuentran allí como almas compradas por la sangre de Jesús, y todos por igual dependen de Aquel que los redimió para Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 404).

PREPARACIÓN PARA LOS DÍAS VENIDEROS

1. ¿Qué dijo el Señor a sus discípulos repetidas veces respecto a prepararse para las pruebas venideras? Marcos 9:31,32; Mateo 17:22, 23.

Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día. Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle. Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado manos de hombres, y le matarán; más al tercer día resucitará, ellos se entristecieron en gran manera.

“Durante el viaje por Galilea, Cristo había procurado otra vez preparar el ánimo de sus discípulos para las escenas que les esperaban. Les  había dicho que debía subir a Jerusalén para morir y resucitar. Y les había anunciado el hecho extraño y terrible de que iba a ser entregado  en manos de sus enemigos. Los discípulos no comprendían todavía sus palabras. Aunque la sombra de un gran pesar había caído sobre ellos, el espíritu de rivalidad subsistía en su corazón” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 399).

LUCHA POR EL PRIMER PUESTO

2. Aunque Jesús hizo todo lo posible para prepararlos para su misión, ¿qué dominaba sus pensamientos y discusiones? ¿Cómo presentó el tema en un momento oportuno? Lucas 9:46; Marcos 9:33, 34.

Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor. Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.

“Pensaban ocultar la disensión a Jesús, y no se mantenían como de costumbre cerca de Él,  sino que permanecían rezagados, de manera que Él  iba delante de ellos cuando entraron en Capernaúm. Jesús leía sus pensamientos y anhelaba aconsejarlos e instruirlos.

Pero esperó para ello una hora de tranquilidad, cuando estuviesen con el corazón dispuesto a recibir sus palabras… “Mientras Cristo y los  discípulos estaban solos en la casa, después que Pedro se fuera al mar, Jesús llamó a los otros a sí y les preguntó: ‘¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?’ La presencia de Jesús y su pregunta dieron al asunto un cariz enteramente diferente del que les había parecido que  tenía mientras disputaban por el camino. La vergüenza y un sentimiento de condenación les indujeron a guardar silencio. Jesús les había dicho que iba a morir por ellos, y la ambición egoísta de ellos ofrecía un doloroso contraste con el amor altruista que Él manifestaba” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 399, 401, 402).

LA PERSPECTIVA DE JESÚS

3. ¿Qué principio les presentó, el cual estaba ejemplificado en su propia vida y actos? Marcos 9:35.

Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

“Antes de la honra viene la humildad. Para ocupar un lugar elevado ante los hombres, el Cielo elige al obrero que como Juan el Bautista, toma un lugar humilde delante de Dios.

El discípulo que más se asemeja a un niño es el más eficiente en la labor para Dios. Los seres celestiales pueden cooperar con aquel que no trata de ensalzarse a sí mismo sino de salvar almas. El que siente más profundamente su necesidad de la ayuda divina la pedirá; y el Espíritu Santo le dará vislumbres de Jesús que fortalecerán y elevarán su alma. Saldrá de la comunión con Cristo para trabajar en favor de aquellos que perecen en sus pecados.

Fue ungido para su misión, y tiene éxito donde muchos de los sabios e intelectualmente preparados fracasarían” (D.T.G., págs. 403, 404).

4. Conociendo sus pensamientos, ¿qué ejemplo presentó para ilustrar lo que constituye la verdadera grandeza? Lucas 9:47; Mateo 18:2, 3.

Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí, Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

“No era suficiente que los discípulos de Jesús fuesen instruidos en cuanto a la naturaleza de su reino. Lo que necesitaban era un cambio de corazón que los pusiese en armonía con sus principios. Llamando a un niñito a sí, Jesús lo puso en medio de ellos; y luego rodeándole tiernamente con sus brazos dijo: ‘De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.’ La sencillez, el olvido de sí mismo y el amor confiado del niñito son los atributos que el Cielo aprecia. Son las características de la verdadera grandeza” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 404).

5. ¿Cómo relacionó la humildad con la grandeza en el reino celestial?  Mateo 18:4.

Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

“Pero cuando los hombres se ensalzan a sí mismos, y se consideran necesarios para el éxito del gran plan de Dios, el Señor los hace poner a un lado. Queda demostrado que el Señor no depende de ellos. La obra no se detiene porque ellos sean separados de ella, sino que sigue adelante con mayor poder…

“La religión de Cristo es la sinceridad misma. El celo por la gloria de Dios es el motivo implantado por el Espíritu Santo; y únicamente la obra eficaz del Espíritu puede implantar este motivo. Únicamente el poder de Dios puede desterrar el egoísmo y la hipocresía. Este cambio es la señal de su obra. Cuando la fe que aceptamos destruye el egoísmo y la simulación, cuando nos induce a buscar la gloria de Dios y no la nuestra, podemos saber que es del debido carácter. ‘Padre, glorifica tu nombre,’ fue el principio fundamental de la vida de Cristo; y si le seguimos, será el principio fundamental de nuestra vida. Nos ordena ‘andar como Él anduvo;’ ‘y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos’” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 404, 377).

LO QUE DIOS APRECIA

6. En lugar de preocuparse en quién ocuparía el primer lugar, ¿qué debían aprender a apreciar? Mateo 18:5; Marcos 9:36, 37.

Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.

“El alma sincera y contrita es preciosa a la vista de Dios. Él pone su señal sobre los hombres, no según su jerarquía ni su riqueza, ni por su grandeza intelectual, sino por su unión con Cristo. El Señor de gloria queda satisfecho con aquellos que son mansos y humildes de corazón. ‘Dísteme asimismo –dijo David– el escudo de tu salud… y tu benignidad –como elemento del carácter humano me ha acrecentado.’

“‘El que recibiere en mi nombre uno de los tales niños –dijo Jesús, a mí recibe; y el que a mí recibe, no recibe a mí, más al que me envió.’ ‘Jehová dijo así: el cielo es mi solio, y la tierra estrado de mis pies… más a aquel miraré que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 404).

7. Por lo tanto, ¿quién es verdaderamente grande a  los ojos de Dios? Lucas 9:48.

Y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.

Pregunta Personal: ¿Te ha ayudado Dios a vivir este principio tan importante? “No estima Dios a  los hombres por su  fortuna, su educación o su posición social.

Los aprecia por la pureza de sus móviles y la belleza de su carácter. Se fija en qué medida poseen el Espíritu Santo, y en el grado de semejanza de su vida con la divina. Ser grande en el reino de Dios es ser como un niño en humildad, en fe sencilla y en pureza de amor.

“‘Sabéis–dijo Cristo–que los príncipes de los Gentiles se enseñorean sobré ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad. Mas entre vosotros no será así; sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor’” (El Ministerio de Curación, pág. 379).

MEDITACIÓN

“Si hay quienes tengan aptitud para un puesto superior, el Señor se lo hará sentir, y no sólo a ellos, sino a los que los hayan probado y, conociendo su mérito, puedan asentarlos comprensivamente a seguir adelante. Los que cumplen día tras día la obra que les fue encomendada, serán los que oirán en el momento señalado por Dios su invitación: ‘Sube más arriba’” (El Ministerio de Curación, pág. 379).

ESTUDIO ADICIONAL: Lucas 14:11; 18:14; Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 597.

PERSPECTIVAS: Busca un versículo bíblico que muestre el contraste entre la perspectiva divina y la humana.