jueves, 20 de junio de 2013

24 Refugio y fortaleza

“Vivamos en contacto con el Cristo vivo, y Él nos asirá firmemente con una mano que nos guardará para siempre. Creamos en el amor con que Dios nos ama, y estaremos seguros; este amor es una fortaleza inexpugnable contra todos los engaños y ataques de Satanás. ‘Torre fuerte es el nombre de Jehová; a Él correrá el justo, y será levantado’” (D.MJ., pág. 101).

CIUDADES DE REFUGIO

1. ¿Qué simbolizaban las ciudades de refugio establecidas durante la distribución de Canaán? Salmo 46:1; 9:9.

Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia.

“Las ciudades de refugio destinadas al antiguo pueblo de Dios eran un símbolo del refugio proporcionado por Cristo. El mismo Salvador misericordioso que designó esas ciudades temporales de refugio proveyó por el derramamiento de su propia sangre un asilo verdadero para los transgresores de la ley de Dios, al cual pueden huir de la segunda muerte y hallar seguridad. No hay poder que pueda arrebatar de sus manos las almas que acuden a Él en busca de perdón. ‘Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.’ ‘¿Quien es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros,’ ‘para que... tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos a trabarnos de la esperanza propuesta’ (Rom. 8:1, 34; Heb. 6:18)” (Patriarcas y Profetas, pág. 553).

2. ¿Por qué es tan peligroso posponer a Jesús como nuestro refugio? Hebreos 3:14, 15; 3:6.

Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. Pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

“El que huía a la ciudad de refugio no podía demorarse…No tenía tiempo para despedirse de los seres amados. Su vida estaba en juego y debía sacrificar todos los intereses para lograr un solo fin: llegar al lugar seguro.…

“El pecador está expuesto a la muerte eterna hasta que encuentre un escondite en Cristo; y así como la demora y la negligencia podían privar al fugitivo de su única oportunidad de vivir, también pueden las tardanzas y la indiferencia resultar en ruina del alma. Satanás, el gran adversario, sigue los pasos de todo transgresor de la santa ley de Dios, y el que no se percata del peligro en que se halla y no busca fervorosamente abrigo en el refugio eterno, será víctima del destructor” (Patriarcas y Profetas, págs. 553, 554).

3. Cuando hemos encontrado refugio en Jesús, ¿qué peligro nos espera si no permanecemos en Él? 1 Pedro 5:8; 1 Corintios 10:12.

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 

“El prisionero que en cualquier momento salía de la ciudad de refugio era abandonado a la voluntad del vengador de la sangre. En esa forma se le enseñaba al pueblo a seguir celosamente los métodos que la sabiduría infinita había designado para su seguridad. Asimismo no basta que el pecador crea en Cristo para el perdón de sus pecados; debe, mediante la fe y la obediencia, permanecer en Él. ‘Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado, sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.’ (Heb. 10: 26, 27)” (Patriarcas y Profetas, pág. 554).

“Por el plan de salvación, Jesús está quebrantando el dominio de Satanás sobre la familia humana, y rescatando almas de su poder. Todo el odio y la malicia del jefe de los rebeldes se encienden cuando contempla la evidencia de la supremacía de Cristo, y con poder y astucia infernales trabaja para arrebatarle el residuo de los hijos de los hombres que han aceptado su salvación” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 173).

PROTEGIDO POR DIOS

4. ¿Cómo reacciona Satanás cuando se elige a Jesús como refugio? Santiago 4:7, 8; Proverbios 18:10.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado.

“Así podemos nosotros resistir la tentación y obligar a Satanás a alejarse. Jesús venció por la sumisión a Dios y la fe en Él, y mediante el apóstol nos dice: ‘Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. Allegaos a Dios, y Él se allegará a vosotros.’ No podemos salvarnos a nosotros mismos del poder del tentador; Él venció a la humanidad, y cuando nosotros tratamos de resistirle con nuestra propia fuerza caemos víctimas de sus designios; pero ‘torre fuerte es el nombre de Jehová: a Él correrá el justo, y será levantado. ’Satanás tiembla y huye delante del alma más débil que busca refugio en ese nombre poderoso” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 104, 105).

5. ¿Qué invitación extiende Jesús a cada cual? ¿Cómo se puede permanecer en Él? Juan 15:9, 10.

Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 

“Preguntaréis, tal vez: ‘¿Cómo permaneceremos en Cristo?’ Del mismo modo en que lo recibisteis al principio. ‘De la manera, pues que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él’. ‘El justo... vivirá por la fe’ (Colosenses 2:6; Hebreos 10:38). Habéis profesado daros a Dios, con el fin de ser enteramente suyos, para servirle y obedecerle, y habéis aceptado a Cristo como vuestro Salvador. No podéis por vosotros mismos expiar vuestros pecados o cambiar vuestro corazón; mas habiéndoos entregado a Dios, creísteis que por causa de Cristo Él hizo todo esto por vosotros. Por la fe llegasteis a ser de Cristo, y por la fe tenéis que crecer en Él dando y tomando a la vez. Tenéis que darle todo: el corazón, la voluntad, la vida, daros a Él para obedecer todos sus requerimientos; y debéis tomar todo: a Cristo, la plenitud de toda bendición, para que habite en vuestro corazón y para que sea vuestra fuerza, vuestra justicia, vuestra eterna ayuda, a fin de que os dé poder para obedecerle” (El Camino a Cristo, pág. 69).

6. ¿Qué alentadoras palabras de Jesús puede escuchar el alma tentada y probada? Juan 6:37-39.

Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 

“El poder omnipotente del Espíritu Santo es la defensa de toda alma contrita. Cristo no permitirá que pase bajo el dominio del enemigo quien haya pedido su protección con fe y arrepentimiento. El Salvador está junto a los suyos que son tentados y probados. Con Él no puede haber fracaso, pérdida, imposibilidad o derrota; podemos hacer todas las cosas mediante Aquel que nos fortalece. Cuando vengan las tentaciones y las pruebas, no esperéis arreglar todas las dificultades, sino mirad a Jesús, vuestro ayudador” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 455).

7. En el día del Señor, ¿qué clamarán aquellos que no hicieron de Jesús su refugio? Pero, ¿qué exclamarán los redimidos? Apocalipsis 6:15-17; Isaías25:9.

Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. 

“… ‘¡Pasóse la siega, acabóse el verano; y mi alma no se salvó!’ ¿Por qué no busqué un refugio en la Fortaleza? ¿Por qué juzgué con la salvación de mi alma y desprecié al Espíritu de gracia?” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 310).

“Si subsistimos en el gran día del Señor, con Cristo como nuestro refugio y nuestra fortaleza, debemos abandonar toda envidia y toda contienda por la supremacía. Debemos destruir completamente la raíz de estas cosas impías para que no puedan surgir de nuevo a la vida. Debemos ponernos plenamente del lado del Señor” (Eventos de los Últimos Días, pág. 195).

MEDITACIÓN

“Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios y esforzándose por conformar su vida con sus preceptos. Los tremendos y eternos resultados que están en juego exigen de nosotros algo más que una religión imaginaria, de palabras y formas, que mantenga a la verdad en el atrio exterior. Dios pide un reavivamiento y una reforma” (Profetas y Reyes, pág. 461).

ESTUDIO PERSONAL

• Salmos 7:1; 34:8, 22