jueves, 20 de junio de 2013

23 La vid fructífera

“Cristo señaló la vid y sus pámpanos: les doy esta lección para que puedan comprender mi relación con ustedes y la de ustedes conmigo. Sus oyentes no tenían la más mínima excusa para tergiversar sus palabras. La ilustración que usó fue como un espejo sostenido delante de ellos, para que pudieran comprender su conexión con ellos” (Alza tus Ojos, pág. 180).

VIDA EN CRISTO

1. ¿Por qué es esencial estar conectados a Cristo? 1 Juan 5:11, 12.

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

“Esta lección se repetirá hasta los confines de la tierra. Todos los que reciben a Cristo por la fe llegan a ser uno con Él. Los pámpanos no están ligados a la vid por medio de un proceso mecánico o artificial. Están unidos por las raíces de la vid. De la misma manera, quienes reciben a Cristo por la fe llegan a ser uno con Él en principio y en acción. Están unidos a Él, y la vida que viven es la vida del Hijo de Dios. Deben su vida a Aquel que es vida.…

“El corazón debe estar unido con el corazón de Cristo, la voluntad debe estar sumergida en su voluntad. La mente debe llegar a ser una con su mente, los pensamientos deben sujetarse a Él. Un hombre puede bautizarse y su nombre ser escrito en los registros de la iglesia, pero con todo, puede ser que el corazón no haya cambiado. Las tendencias heredadas y cultivadas pueden estar todavía obrando mal en el carácter” (Alza tus Ojos, pág. 180).

CONEXIÓN DE LA VID CON LOS PÁMPANOS

2. ¿Cómo intercedió Jesús con su Padre con el fin de preservar la conexión entre la viña y los pámpanos? Juan 17:20-23.

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 

“La unidad cristiana consiste en que las ramas estén en el mismo tronco materno: el poder vitalizador central que sostiene los injertos que se han unido a la Vid. Debe haber una identidad con Cristo, una constante participación de su vida espiritual, en pensamientos y deseos, en palabras y hechos. La fe debe aumentar con el ejercicio. Todos los que viven cerca de Dios comprenderán lo que Jesús es para ellos y ellos para Jesús. A medida que la comunión con Dios vaya dejando su impresión en el alma y vaya brillando en el rostro como una luz resplandeciente, los inmutables principios del santo carácter de Cristo se reflejarán en la humanidad” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, pág. 1117).

3. ¿Qué sucederá a la viña del Señor, la iglesia, cuando los verdaderos discípulos de Cristo lleven a cabo las instrucciones incluidas en su oración intercesora? Efesios 4:1-6.

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. 

“La armonía y unión existente entre hombres de diversas tendencias es el testimonio más poderoso que pueda darse de que Dios envió a su Hijo al mundo para salvar a los pecadores. A nosotros nos toca dar este testimonio; pero para hacerlo, debemos colocarnos bajo las órdenes de Cristo; nuestro carácter debe armonizar con el suyo, nuestra voluntad debe rendirse a la suya. Entonces trabajaremos juntos sin contrariarnos. “Deben estar unidos en Él, aunque se hallen dispersos en el mundo.…

“Cuando el pueblo de Dios crea sin reservas en la oración de Cristo y ponga sus instrucciones en práctica en la vida diaria, habrá unidad de acción en nuestras filas” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs. 246, 247).

4. ¿Por qué es imposible tener una relación intermitente con Cristo? ¿Qué peligro existe para aquel que desvía su atención de caminar continuamente con Él? Juan 15:2, primera parte, 6.

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

“‘Estad en mi, y yo en vosotros.’ El estar en Cristo significa recibir constantemente de su Espíritu, una vida de entrega sin reservas a su servicio. El conducto de comunicación debe mantenerse continuamente abierto entre el hombre y su Dios. “Como el sarmiento de la vid recibe constantemente de la savia de la vid viviente, así hemos de aferrarnos a Jesús y recibir de Él por la fe la fuerza y la perfección de su propio carácter. La raíz envía su nutrición por el sarmiento a la ramificación más lejana. Así comunica Cristo la corriente de su fuerza vital a todo creyente. Mientras el alma esté unida con Cristo, no hay peligro de que se marchite o decaiga” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 630).

LA RAMA CON FRUTOS

5. ¿Cómo verá el mundo que estamos unidos a la Vid divina? Juan 15:4, 5; Mateo 7:16, 17.

Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

“El hombre regenerado tiene una unión vital con Cristo. Como el pámpano obtiene su sustento del tronco paterno y por esto puede llevar mucho fruto, de la misma manera el verdadero creyente está unido con Cristo y revela en su vida los frutos del Espíritu. El pámpano llega a ser uno con la vid. La tormenta no puede arrancarlo. Las heladas no pueden destruir sus propiedades vitales. Ninguna cosa es capaz de separarlo de la vid. Es un pámpano viviente, y lleva los frutos de la vid. Así ocurre con el creyente. Mediante su conversación y buenas obras revela el carácter de Cristo. Como el pámpano extrae su nutrimento de la vid, así también todos los que están verdaderamente convertidos extraen vitalidad espiritual de Cristo” (Alza tus Ojos, pág. 180).

“Ahora que somos ramas de la Vid viviente seremos nutridos por la savia que fluye de la Vid. Fluye a todas las ramas todo el tiempo, y cada rama llevará fruto para la gloria de Dios. ‘A vuestro Padre le ha placido’ ‘que llevéis mucho fruto’” (Fe y Obras, págs. 64, 65).

6. ¿Qué fruto se producirá en aquellos unidos a la Vid viva? Gálatas 5:22, 23.

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 

“El que está unido con Cristo y participa de la savia y la nutrición de la vid, realizará las obras de Cristo. Debe estar en él el amor de Cristo, o no puede estar en la Vid. El amor supremo hacia Dios, y el amor hacia nuestro prójimo, igual al que tenemos para con nosotros mismos, es la base de la verdadera religión.… “Así como el pámpano debe permanecer en la vid para obtener la savia vital que lo hace florecer, los que aman a Dios y guardan todos sus dichos deben permanecer en su amor. Sin Cristo no podemos subyugar un solo pecado ni vencer la menor tentación.…

Todos los que están realmente en Cristo experimentarán el beneficio de esta unión. El Padre los acepta en el Amado, y se transforman en el objeto de su solicitud y tierno y amante cuidado. Esta relación con Cristo resultará en la purificación del corazón, y en una vida circunspecta y un carácter sin tacha. El fruto que llevará el árbol cristiano es ‘caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza’” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs. 514, 516).

7. ¿Qué hará el Viñador divino a cada rama para dar más fruto? Juan 15:2, última parte.

Y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

“Con solemne ternura, Jesús explicó el propósito del labrador. La poda causará dolor, pero es el Padre quien la realiza. Él no trabaja con mano despiadada y corazón indiferente. Hay ramas que se arrastran por el suelo; y tienen que ser separadas de los apoyos terrenales en que sus zarcillos se han enredado. Han de dirigirse hacia el cielo y hallar su apoyo en Dios. El follaje excesivo que desvía de la fruta la corriente vital, debe ser suprimido. El exceso de crecimiento debe ser cortado, para que puedan penetrar los sanadores rayos del Sol de justicia. El labrador poda lo que perjudica, a fin de que la fruta pueda ser más rica y abundante” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 631).

MEDITACIÓN

“El Espíritu Santo, que procede del unigénito Hijo de Dios, une al ser humano, cuerpo, alma y espíritu, con la perfecta naturaleza de Cristo divino - humana. Esta unión está representada por la unión de la vid y los sarmientos. El hombre finito está unido con la fortaleza de Cristo. Mediante la fe, la naturaleza humana queda asimilada con la naturaleza de Cristo. En Cristo, somos hechos uno con Dios” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 294).

ESTUDIO PERSONAL

“Las ramas de la vid no pueden mezclarse unas con otras, están separadas individualmente; y sin embargo cada rama debe estar unida en compañerismo con todas las otras si están unidas en el mismo tronco matero. Todas ellas obtienen su alimento de la misma fuente, beben de las mismas propiedades vivificantes. Así también cada rama de la Vid Verdadera es separada y distinta, y sin embargo están todas unidas en el tronco materno. No puede haber división. Están todas vinculadas por la voluntad de Cristo para dar fruto donde quiera que puedan hallar lugar y oportunidad. Pero para hacer esto, el obrero [el hijo de Dios] debe ocultar el yo. No debe expresar sus propios pensamientos y su propia voluntad. Debe expresar el pensamiento y la voluntad de Cristo” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, pág. 1117).

· Colosenses 3:12-15

“Cuando los hombres no están vinculados por la fuerza o los intereses propios, sino por el amor, manifiestan la obra de una influencia que está por encima de toda influencia humana. Donde existe esta unidad, constituye una evidencia de que la imagen de Dios se está restaurando en la humanidad, que ha sido implantado un nuevo principio de vida. Muestra que hay poder en la naturaleza divina para resistir a los agentes sobrenaturales del mal, y que la gracia de Dios subyuga el egoísmo inherente en el corazón natural” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 631).

“Un hermano se sentirá unido al otro por las cadenas del amor de Cristo. Sólo el Espíritu de Dios puede realizar esta unidad. El que se santificó a sí mismo puede santificar a sus discípulos. Unidos con Él, estarán unidos unos a otros en la fe más santa. Cuando luchemos para obtener esta unidad como Dios desea que luchemos, nos será concedida” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 247).

“Hay condiciones que cumplir si es que vamos a ser bendecidos y honrados por Dios. Debemos separarnos del mundo y negarnos a tocar aquellas cosas que desviarán nuestros sentimientos de Dios. Dios tiene el primero y el supremo derecho sobre su pueblo. Amadlo y amad las cosas celestiales. Vuestros zarcillos deben ser cortados de todo lo terrenal” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 6, pág. 1102).