jueves, 20 de junio de 2013

22 La escalera vinculante

“Jesús es la escalera hacia el cielo… y Dios nos invita a subir por ella. Pero no podemos hacerlo mientras estemos cargados de los tesoros terrenales” (Signs of the Times, 1 de febrero, 1899).

VISIÓN DE LA ESCALERA

1. ¿En qué visión encontramos la escalera conectando la tierra al cielo? Génesis 28:10-13.

Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 

“Aquí está el hombre que había perdido toda relación con Dios, y el Dios del cielo lo contempla y consiente en que Cristo salve el abismo abierto por el pecado. Podríamos haber mirado y dicho: Anhelo el cielo, ¿pero cómo puedo alcanzarlo? No veo ningún camino. Eso es lo que pensó Jacob, y por eso Dios le mostró la visión de la escalera, y esa escalera conecta la tierra con el cielo, con Jesucristo. Un hombre puede subir por ella, pues la base descansa sobre la tierra y el peldaño superior llega hasta el cielo...” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 1, pág. 1109).

“Cristo es la escalera que Jacob vio, cuya base descansaba en la tierra y cuya cima llegaba a la puerta del cielo, hasta el mismo umbral de la gloria. Si esa escalera no hubiese llegado a la tierra, y le hubiese faltado un solo peldaño, habríamos estado perdidos. Pero Cristo nos alcanza donde estamos. Tomó nuestra naturaleza y venció, a fin de que nosotros, tomando su naturaleza, pudiésemos vencer” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 278).

2. ¿En qué ocasión, en el Nuevo Testamento, se refirió Jesús a la mística escalera? Juan 1:51.

Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

“La escalera mística que se le mostró en su sueño, fue la misma a la cual se refirió Cristo en su conversación con Natanael. Dijo el Señor: ‘De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre’ (Juan 1:51). Hasta el tiempo de la rebelión del hombre contra el gobierno divino, había existido libre comunión entre Dios y el hombre. Pero el pecado de Adán y Eva separó la tierra del cielo, de manera que el hombre no podía ya comunicarse con su Hacedor. Sin embargo, no se dejó al mundo en solitaria desesperación. La escalera representa a Jesús, el medio señalado para comunicarnos con el cielo. Si no hubiese salvado por sus méritos el abismo producido por el pecado, los ángeles ministradores no habrían podido tratar con el hombre caído. Cristo une el hombre débil y desamparado con la fuente del poder infinito” (Patriarcas y Profetas, págs. 183, 184).

LOS ÁNGELES ASCENDIENDO Y DESCENDIENDO

3. ¿Cuál es la misión de los ángeles ascendiendo y descendiendo la escalera? Hebreos 1:14; Salmo 91:11.

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación? Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.

“Los ángeles de Dios que ascienden y descienden por la escalera que Jacob vio en visión, ayudarán a toda alma que quiera ascender hasta el más elevado cielo. Ellos están guardando al pueblo de Dios y observando cómo da cada paso. Los que ascienden por el camino iluminado serán recompensados; entrarán en el gozo de su Señor” (Mensajes Jóvenes, pág. 36).

“Los ángeles de Dios están ascendiendo, y llevando las oraciones de los menesterosos y angustiados al Padre celestial, y al descender, traen bendición y esperanza, valor, ayuda y vida a los hijos de los hombres” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 116, 117).

LA ESCALERA DE PEDRO

4. ¿Qué ilustración presenta el apóstol Pedro acerca del progreso cristiano al ascender la escalera peldaño tras peldaño? 2 Pedro 1:5-11.

Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 

“Estas palabras están llenas de instrucción, y dan la nota tónica de la victoria. El apóstol presenta a los creyentes la escalera del progreso cristiano, en la cual cada peldaño representa un avance en el conocimiento de Dios, y en cuya ascensión no debe haber detenciones. Fe, virtud, ciencia, temperancia, paciencia, piedad, fraternidad y amor representan los peldaños de la escalera. Somos salvados subiendo escalón tras escalón, ascendiendo paso tras paso hasta el más alto ideal que Cristo tiene para nosotros. De esta manera, Él es hecho para nosotros sabiduría y justificación, santificación y redención” (Los Hechos de los Apóstoles, págs. 422, 423).

“El cristiano que progresa tiene gracia y amor que sobrepasa el conocimiento, porque la contemplación del carácter de Cristo transforma profundamente sus afectos. La gloria de Dios, revelada por encima de la escalera, puede ser apreciada únicamente por el que progresa en la ascensión, quien siempre es atraído más alto, hacia los blancos más nobles que Cristo revela” (La Maravillosa Gracia, pág. 351).

CÓMO ASCENDER LA ESCALERA

5. ¿Cómo puede ascenderse en la escalera con seguridad y progresivamente? 1 Corintios 9:24, 25; 1 Timoteo 6:12.

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

“Al empezar no se tendrán presentes todos estos pasos sucesivos, ni se los contará; pero fijando la mirada en Jesús, y teniendo sólo en vista la gloria de Dios, progresaréis. No podéis alcanzar en un día la plenitud de la medida de la estatura de Cristo, y os sumiríaisen la desesperación si pudieseis contemplar todas las dificultades que hay que afrontar y vencer. Tenéis que contender con Satanás, quien tratará por toda estratagema posible, de apartar vuestra mente de Cristo.

“Dando un paso después de otro se puede subir la más elevada cuesta y llegar al fina la cima del monte. No os sintáis abrumados por la gran cantidad de trabajo que tenéis que hacer en el espacio de vuestra vida, pues no se requiere de vosotros que lo hagáis todo a la vez. Aplicad toda facultad de vuestro ser a la tarea del día, aprovechad toda preciosa oportunidad, apreciad las ayudas que Dios os da y avanzad paso a paso por la escalera del progreso. Recordad que habéis de vivir sólo un día a la vez, que Dios os ha dado un día, y los registros celestiales mostrarán cómo habéis valorado sus privilegios y oportunidades. Ojalá aprovechéis cada día que Dios os ha dado de modo tal, que al fin hagáis decir al Maestro: ‘Bien, buen siervo y fiel’” (Mensajes para los Jóvenes, pág. 43).

6. ¿Hay algún riesgo que impedirá nuestro ascenso en la escalera? ¿Qué consuelo se da para prevenir el retroceso o la caída? Filipenses 3:13, 14; Mateo 26:41; 1 Pedro 5:8.

SI. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda al rededor buscando a quien devorar.

“Nuestro Salvador es la escalera que Jacob vio, cuya base descansaba en la tierra, y cuya cúspide alcanzaba a los altos cielos. Esto revela el señalado método de salvación.Si alguno de nosotros se ha de salvar finalmente, será por haberse aferrado a Jesús como a los peldaños de una escalera. Para el creyente, Jesús es hecho sabiduría y justificación, santificación y redención. Nadie se imagine que es una cosa fácil vencer al enemigo, que puede ser llevado a una herencia incorruptible sin esfuerzo de su parte. Mirar atrás es sentir vértigo; soltarse es perecer. Pocos aprecian la importancia de luchar constantemente para vencer. Cesan en su diligencia, y como resultado se vuelven egoístas y sensuales. No creen esencial la vigilancia espiritual. No dedican a la vida cristiana el fervor de los esfuerzos humanos” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, págs. 211, 212).

7. ¿Por qué es tan importante alcanzar la cima de la escalera y ser victorioso? Mateo 24:13; Hebreos 12:1, 2.

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 

“Jamás podréis lograr un buen carácter por el mero hecho de desearlo. Sólo podrá ser obtenido con esfuerzo. Vuestros deseos a este respecto deben ser expresados mediante esfuerzos fervientes y sinceros y trabajo duro y paciente. Dando cada día pasos hacia adelante en la escalera del progreso, os hallaréis al fin en la cúspide como vencedores, sí, y más que vencedores, por medio de Aquel que os amó… “Recordad que nunca alcanzaréis una norma más elevada que la que vosotros mismos os fijéis. Fijaos, pues, un blanco alto y ascended todo el largo de la escalera del progreso paso a paso, aunque represente penoso esfuerzo, abnegación y sacrificio. Que nada os estorbe. El destino no ha tejido sus redes alrededor de ningún ser humano tan firmemente que éste tenga que permanecer impotente y en la incertidumbre. Las circunstancias adversas deberían crear una firme determinación de vencerlas. El quebrantar una barrera dará mayor habilidad y valor para seguir adelante. Avanzad con determinación en la debida dirección, y las circunstancias serán vuestros ayudadores, no vuestros obstáculos” (Mensajes para los Jóvenes, págs. 346, 98).

MEDITACIÓN

“Cristo puede salvar hasta lo último a todos los que vienen a Él. El que viene a Jesús, coloca los pies en una escalera que va de la tierra al cielo. Enseñe con la pluma y la voz que Dios está encima de la escalera. Los brillantes rayos de su gloria brillan en cada peldaño. Está mirando con bondad a todos los que ascienden penosamente, dispuesto a enviarles ayuda, ayuda divina, cuando la mano parece aflojar y tiemblan los pies. Sí, diga esto, dígalo con palabras que ablanden el corazón, que nadie que persevere subiendo por la escalera fracasará en su entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Los que creen en Cristo, nunca perecerán, ni nadie los arrebatará de su mano” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 213).

“Debemos poner en tensión todo nervio y músculo espirituales... Dios... no desea que sigan siendo no vicios. El desea que usted alcance peldaño más alto de la escalera, y es pues pase de allí al reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 837).

ESTUDIO PERSONAL

“Dios nos exhorta a subir por ella. Pero no podemos hacerlo mientras nos cargamos con tesoros terrenales. Nos perjudicamos cuando preferimos nuestra conveniencia y ventajas personales a las cosas de Dios. No hay salvación en las posesiones o recursos terrenales. Un hombre no es exaltado a la vista de Dios ni considerado bueno por él, porque posee riquezas terrenales. Si nos hacemos expertos en el arte de subir, aprenderemos que a medida que ascendemos debemos abandonar todo estorbo. Los que suben deben afirmar bien los pies en cada peldaño de la escalera” (Signs of the Times, 1 de febrero, 1899).

“Con cada peldaño que suben, se están aproximando paso a paso al compañerismo con los sufrimientos de Cristo y se están moldeando a la semejanza divina. Los ángeles de Dios están constantemente ascendiendo y descendiendo por esta gloriosa escalera. Ellos no les permitirán caer si mantienen su vista fija en la gloria de Dios, que está en el extremo de la misma” (Alza tus Ojos, pág. 254).