miércoles, 29 de enero de 2014

El ministerio de intercesión en el santuario celestial

Cristo representó a su Padre ante el mundo, y delante de Dios representa a los escogidos, en quienes ha restaurado la imagen moral de Dios. Son su heredad... Los hombres tienen únicamente un Abogado e Intercesor que puede perdonar las transgresiones (Manuscrito 128, 1897)” –A Fin de Conocerle, pág. 74.

JESÚS, EL ABOGADO

1. A medida que los libros se van abriendo y el caso de cada uno es examinado, ¿cómo aparece Jesús delante de Dios?

1 Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo el justo”.

Hebreos 9:24 “Porque no entró Cristo en el Santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios”.

¿Con quiénes comienza y termina esta intercesión?

1 Pedro 4:17 “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”.

“Jesús aparecerá como el abogado de ellos, para interceder en su favor ante Dios. ‘Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a saber Jesucristo el justo’ (1 Juan 2:1). ‘Porque no entró Cristo en un lugar santo hecho de mano, que es una mera representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante de Dios por nosotros’. ‘Por lo cual también, puede salvar hasta lo sumo a los que se acercan a Dios por medio de Él, viviendo siempre para interceder por ellos’ (Hebreos 9:24; 7:25, V.M.).

“A medida que los libros de memoria se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por Él. Empezando con los que vivieron los primeros en la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos” –El Conflicto de los Siglos, pág. 536.

ALGUNOS ACEPTADOS, OTROS RECHAZADOS

2. ¿Por qué habrá nombres que serán rechazados y borrados del libro de la vida?

Ezequiel 18:24 “Mas si el justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Todas las justicias que hizo no vendrán en memoria; por su rebelión con que prevaricó, y por su pecado que cometió, por ello morirá”.

Éxodo 32:33 “Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro”.

“Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y otros rechazados. En caso de que alguien tenga en los libros de memoria pecados de los cuales no se haya arrepentido y que no hayan sido perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida, y la mención de sus buenas obras será borrada de los registros de Dios. El Señor declaró a Moisés: ‘Al que haya pecado contra mí, a éste borraré de mi libro’ (Éxodo 32:33, V.M.). Y el profeta Ezequiel dice: ‘Si el justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad,… todas las justicias que hizo no vendrán en memoria’ (Ezequiel 18:24)” –El Conflicto de los Siglos, pág. 537.

3. ¿Qué es fundamental para ser juzgados dignos de la vida eterna?

Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor”.

Romanos 3:24-26 “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús. Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento a haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados. Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo, para que Él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”.

“A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y que hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán juzgados dignos de la vida eterna. El Señor declara por el profeta Isaías: ‘Yo, yo soy aquel que borro tus transgresiones a causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados’ (Isaías 43:25, V.M.). Jesús dijo: ‘El que venciere, será así revestido de ropas blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, sino confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus santos ángeles’. ‘A todo aquel, pues, que me confesaré delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos’ (Apocalipsis 3:5; S. Mateo 10:32, 33, V.M.)” –El Conflicto de los Siglos, pág. 537.

UN JUICIO CON JUSTICIA

4. ¿Cómo se caracteriza la obra de Dios en el juicio durante la evaluación de todos los actos?

Salmo 50:6 “Y denunciarán los cielos su justicia, porque Dios es el juez. (Selá)”.

Isaías 5:16 “Mas Jehová de los ejércitos será ensalzado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia”.

¿Por quién aboga el divino Intercesor?

Salmo 50:5 “Juntadme mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio”.

Romanos 6:22 “Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna”.

“Todo el más profundo interés manifestado entre los hombres por los fallos de los tribunales terrenales no representa sino débilmente el interés manifestado en los atrios celestiales cuando los nombres inscritos en el libro de la vida desfilen ante el Juez de toda la tierra. El divino Intercesor aboga por que a todos los que han vencido por la fe en su sangre se les perdonen sus transgresiones, a fin de que sean restablecidos en su morada edénica y coronados con Él coherederos del ‘señorío, primero’ (Miqueas 4:8). Con sus esfuerzos para engañar y tentar a nuestra raza, Satanás había pensado frustrar el plan que Dios tenía al crear al hombre, pero Cristo pide ahora que este plan sea llevado a cabo como si el hombre no hubiese caído jamás. Pide para su pueblo, no sólo el perdón y la justificación, plenos y completos, sino además participación en su gloria y un asiento en su trono” –El Conflicto de los Siglos, págs. 537, 538.

LA OBRA DEL ACUSADOR

5. Aún mientras en el cielo se realiza el juicio, ¿qué continúa haciendo Satanás desde la tierra?

Zacarías 3:1 “Y mostróme a Josué, el gran sacerdote, el cual estaba delante del ángel de Jehová; y Satán estaba a su mano derecha para serle adversario”.

Apocalipsis 12:12 última parte “… ¡Ay de los moradores de la tierra y el mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo”.

“Mientras Jesús intercede por los súbditos de su gracia, Satanás los acusa ante Dios como transgresores. El gran seductor procuró arrastrarlos al escepticismo, hacerles perder la confianza en Dios, separarse de su amor y transgredir su ley. Ahora él señala la historia de sus vidas, los defectos de carácter, la falta de semejanza con Cristo, lo que deshonró a su Redentor, todos los pecados que les indujo a cometer, y a causa de éstos los reclama como sus súbditos” –El Conflicto de los Siglos, pág. 538.

“Así como Satanás acusaba a Josué y su pueblo, en todas las edades ha acusado a los que buscan la misericordia y el favor de Dios. Es ‘el acusador de nuestros hermanos,…el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche’ (Apocalipsis 12:10). La controversia se repite acerca de cada alma rescatada del poder del mal, y cuyo nombre se registra en el libro de la vida del Cordero. Nunca se recibe a alguno en la familia de Dios sin que ello excite la resuelta resistencia del enemigo” –Profetas y Reyes, pág. 429.

LA DEFENSA DE LOS CREYENTES

6. ¿Cómo aborda Jesús la defensa en el tribunal divino?

Salmo 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado, al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

Zacarías 3:2 “Y dijo Jehová a Satán: Jehová te reprenda, oh Satán; Jehová, que ha elegido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es éste tizón arrebatado del incendio?”.

“Jesús no disculpa sus pecados, pero muestra su arrepentimiento y su fe, y, reclamando el perdón para ellos, levanta sus manos heridas ante el Padre y los santos ángeles, diciendo: Los conozco por sus nombres. Los he grabado en las palmas de mis manos. ‘Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios’ (Salmo 51:17). Y al acusador de su pueblo le dice: ‘Jehová te reprenda, oh Satán; Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?’ (Zacarías 3:2). Cristo revestirá a sus fieles con su propia justicia, para presentarlos a su Padre como una ‘Iglesia gloriosa, no teniendo mancha, ni arruga, ni otra cosa semejante’ (Efesios 5:27, V.M.). Sus nombres están inscritos en el libro de la vida, y de estos escogidos está escrito: ‘Andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos’ (Apocalipsis 3:4)” –El Conflicto de los Siglos, pág. 538.

BUSCANDO PERDÓN POR MEDIO DE JESUCRISTO

7. ¿Quién, solamente, puede darnos un sincero arrepentimiento, perdón y buenas obras?

Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro Nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

Hechos 5:31 “A Éste ha Dios ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados”.

Isaías 26:12 “Jehová, tú nos depararás paz; porque también obraste en nosotros todas nuestras obras”.

“Solemnes son las escenas relacionadas con la obra final de la expiación. Incalculables son los intereses que ésta envuelve. El juicio se lleva ahora adelante en el santuario celestial. Esta obra se viene realizando desde hace muchos años. Pronto –nadie sabe cuándo– les tocará ser juzgados a los vivos. En la augusta presencia de Dios nuestras vidas deben ser pasadas en revista. En éste más que en cualquier otro tiempo conviene que toda alma preste atención a la amonestación del Señor: ‘Velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo’. ‘Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti’ (S. Marcos 13:33; Apocalipsis 3:3)” –El Conflicto de los Siglos, págs. 544, 545.

PARA MEDITAR

Proverbios 28:13; Mateo 11:29, 30; Marcos 13:33, 35, 36.

“Los pecados que no hayan inspirado arrepentimiento y que no hayan sido abandonados, no serán perdonados ni borrados de los libros de memoria, sino que permanecerán como testimonio contra el pecador en el día de Dios. Puede el pecador haber cometido sus malas acciones a la luz del día o en la oscuridad de la noche; eran conocidas y manifiestas para Aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hubo siempre ángeles de Dios que fueron testigos de cada pecado, y lo registraron en los libros infalibles. El pecado puede ser ocultado, negado, encubierto para un padre, una madre, una esposa, o para los hijos y los amigos; nadie, fuera de los mismos culpables tendrá tal vez la más mínima sospecha del mal; no deja por eso de quedar al descubierto ante los seres celestiales... Dios lleva un registro exacto de todo acto injusto e ilícito. No se deja engañar por una apariencia de piedad. No se equivoca en su apreciación del carácter. Los hombres pueden ser engañados por entes de corazón corrompido, pero Dios penetra todos los disfraces y lee la vida interior” –El Conflicto de los Siglos, pág. 540.