sábado, 14 de abril de 2012

La Iglesia como Agente de Cristo

Versículo de memoria

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Mateo 16:18.

Estableciendo la Iglesia

1. ¿Qué estableció Cristo en esta tierra como su representante? Mateo 16:18; Efesios 5:25.

“Estaba por darse el primer paso en la organización de la iglesia, que después de la partida de Cristo había de ser su representante en la tierra” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 258).

“‘En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad’. Los hombres necesitan comprender que la Deidad sufrió y se angustió ante las agonías del Calvario. Sin embargo, Jesucristo, a quien Dios dio para el rescate del mundo, compró a la iglesia con su propia sangre. La Majestad del cielo tuvo que sufrir a manos de fanáticos religiosos que pretendían ser el pueblo con mayor conocimiento sobre toda la tierra” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 919).

“El Salvador dio su vida preciosa para establecer una iglesia capaz de cuidar de las almas entristecidas y tentadas” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 595, 596).

2. Después de su ascensión, ¿qué serio apelo presentó Jesús a Dios por la iglesia que había establecido en la tierra? Efesios 1:23; 5:25, 27.

“Jesús inmediatamente ascendió al cielo y se presentó ante el trono de Dios, mos-trando en sus sienes, manos y pies las marcas de la vergüenza y la crueldad; pero se negó a recibir la corona de gloria y el manto real, y también se negó a recibir la adoración de los ángeles, como había rehusado el homenaje de María, hasta que el Padre indicó que su ofrenda había sido aceptada.

“Además, tenía un pedido que presentar acerca de sus escogidos en la tierra. Anhelaba que estuviera claramente definida la relación que desde allí en adelante tendrían sus redi-midos en el cielo con su Padre. Su iglesia debía ser justificada y aceptada antes que Él pudiera aceptar el homenaje celestial. Declaro que su voluntad era que donde Él estuviera, allí estuviera su iglesia. Si Él había de recibir gloria, su pueblo debía compartirla. Los que sufren con Él en la tierra finalmente deben reinar con Él en su reino. Cristo suplicó en forma sumamente explícita por su iglesia, identificando sus intereses con los de ella y abogando, con amor y constancia más poderosos que la muerte, por los derechos y títulos de ella, ganados por Él” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, págs. 1123, 1124).

La Furia de Satanás

3. ¿En quién se centró la furia de Satanás después de la ascensión de Cristo? ¿Por qué? Apocalipsis 12:12, 13; Hechos 8:1.

“Desde el principio fue, el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia. Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de revelar su gloria. La iglesia es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la iglesia se manifestará con el tiempo, aún a ‘los principados y potestades en los cielos’ (Efe. 3: 10), el despliegue final y pleno del amor de Dios” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 9).

“La historia de la iglesia primitiva atestigua que se cumplieron las palabras del Salva­dor. Los poderes de la tierra y del infierno se coligaron para atacar a Cristo en la persona de sus discípulos... Encendióse el fuego de la persecución. Los cristianos fueron despojados de sus posesiones y expulsados de sus hogares. Todos ellos sufrieron ‘gran combate de aflicciones.’ ‘Experimentaron vituperios y azotes; y a más de esto prisiones y cárceles.’ (Hebreos 10: 32; 11: 36.) Muchos sellaron su testimonio con su sangre. Nobles y esclavos, ricos y pobres, sabios e ignorantes, todos eran muertos sin misericordia” (El Conflicto de los Siglos, pág. 43).

4. ¿A dónde y por cuánto tiempo huye la iglesia de la persecución de Satanás? ¿Qué proveyó ayuda para la iglesia? Apocalipsis 12:14-16.

“Por medio de uno que declaró ser ‘hermano, y participante en la tribulación’ (Apoc. 1:9), Cristo reveló a su iglesia las cosas que ella debía sufrir por su causa. Al penetrar con su vista a través de largos siglos de tinieblas y superstición, el anciano desterrado vio a multitudes sufrir el martirio por causa de su amor hacia la verdad. Pero también vio que Aquel que sostuvo a sus primeros testigos, no olvidaría a sus fieles seguidores durante los siglos de persecución que debían venir antes del fin del tiempo. ‘No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer -declara el Señor,- He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación. . . . Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.’ (Apoc. 2:10.)” (Los Hechos de los Apóstoles, págs. 469, 470).

“La persecución se desencadenó sobre los fieles con furia jamás conocida hasta enton­ces, y el mundo vino a ser un vasto campo de batalla. Por centenares de años la iglesia de Cristo no halló más refugio que en la reclusión y en la obscuridad” (El Conflicto de los Siglos, pág. 59).

La Ciudad de Refugio para Salvación

5. ¿Qué noble ministerio encomendó Cristo a su iglesia? Mateo 16:19.

“‘Las llaves del reino de los cielos’ son las palabras de Cristo. Todas las palabras de la Santa Escritura son suyas y están incluidas en esa frase. Esas palabras tienen poder para abrir y cerrar el cielo. Declaran las condiciones bajo las cuales los hombres son recibidos o rechazados. Así la obra de aquellos que predican la Palabra de Dios tiene sabor de vida para vida o de muerte para muerte. La suya es una misión cargada de resultados eternos” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 382).

“Dios tiene una iglesia en la tierra que está elevando en alto su ley pisoteada, y pre­sentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. La iglesia es la depositaria del tesoro de las riquezas de la gracia de Cristo, y por medio de ella finalmente se hará manifiesta la revelación postrera y plena del amor de Dios al mundo que ha de ser iluminado con su gloria” (Testimonios para los Ministros, pág. 47).

“La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que Él sostiene en un mundo en rebelión. Cualquier traición a la iglesia es traición hecha a Aquel que ha comprado a la humanidad con la sangre de su Hijo unigénito” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 10).

6. ¿Qué parte del plan de salvación cumplirá Cristo por medio de su iglesia? ¿Qué maravillosa obra hará al final? Efesios 3:9, 10.

“Durante los siglos de tinieblas espirituales, la iglesia de Dios ha sido como una ciudad asentada en un monte. De siglo en siglo, a través de las generaciones sucesivas, las doctrinas puras del cielo se han desarrollado dentro de ella. Por débil e imperfecta que parezca, la iglesia es el objeto al cual Dios dedica en un sentido especial su suprema consideración. Es el escenario de su gracia, en el cual se deleita en revelar su poder para transformar los corazones” (Los Hechos de los Apóstoles, pág.11).

“Dios tiene una iglesia en la tierra que está elevando en alto su ley pisoteada, y pre­sentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo” (Testimonios para los Ministros, pág. 47).

“La iglesia verá todavía tiempos angustiosos… Pero, aunque debe arrostrar herejías y persecuciones, aunque debe batallar con los infieles y los apóstatas, por la ayuda de Dios está aplastando la cabeza de Satanás. El Señor tendrá un pueblo tan leal como el acero y de fe tan firme como el granito. Sus miembros han de ser sus testigos en el mundo, instru­mentos que han de realizar una obra especial y gloriosa en el día de su preparación” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 590).

El Remanente de la semilla de la Mujer

7. ¿Contra quién se prepará Satanás para luchar en el último ataque? ¿Qué preparación necesita cada hijo de Dios para esta confrontación final? Apocalipsis 12:17; Efesios 6:11, 12.

“Revestida de la armadura de la justicia de Cristo, la iglesia entrará en su conflicto final. ‘Hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden’ (Cant. 6: 10), ha de salir a todo el mundo, vencedora y para vencer” (Profetas y Reyes, pág. 535).

“El cristiano debe ser consciente que ha sido comprado por precio, para estar bajo el estandarte ensangrentado de Enmanuel, para pelear la buena batalla de la fe y aferrarse a la vida eterna. Debe revelar Cristo al mundo. La abnegación, el sacrificio, la simpatía y el amor manifestado en la vida de Cristo debe reaparecer en la vida de sus seguidores. Con el fin de poder hacerlo, debemos ceñirnos la completa armadura de Dios” (Bible Echo, 1 de Enero, 1893).

“Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 100).

Repaso y Meditación

• Medita en el hecho que la muerte de Cristo estableció su reino e iglesia.

• ¿Cuál es la misión de la iglesia en la tierra?

• ¿Cómo hiere la iglesia la cabeza de Satanás?

“El mensaje del Evangelio no gana una sola alma para Cristo, ni penetra en un solo corazón, sin herir la cabeza de Satanás” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 590).