sábado, 14 de abril de 2012

Justicia y Misericordia

Versículo de memoria

“Nubes y oscuridad alrededor de Él; justicia y juicio son el cimiento de su trono” Salmo 97:2.

Atributos del Amor

1. ¿Cuáles son dos de los atributos del amor de Dios? Salmo 97:2; Proverbios 21:3.

“La ley de Dios es tan santa como Él mismo. Es la revelación de su voluntad, el reflejo de su carácter, y la expresión de su amor y sabiduría… Al hombre, obra maestra de la creación, Dios le dio la facultad de comprender sus requerimientos, para que reconociese la justicia y la benevolencia de su ley y su sagrado derecho sobre él; y del hombre se exige una respuesta obediente” (Patriarcas y Profetas, págs. 34, 35).

“Su propósito [de Cristo] era reconciliar las prerrogativas de la justicia y la misericor­dia, y que cada una quedara separada en su dignidad, y sin embargo unidas. Su misericor­dia no era debilidad, sino un terrible poder para castigar el pecado porque es pecado y, sin embargo, un poder para atraer hacia Él el amor de la humanidad. La justicia puede per­donar mediante Cristo sin sacrificar una jota de su excelsa santidad” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 935).

2. Aunque en ocasiones la justicia y la misericordia parecen ser contrarias, ¿cómo reconcilia Dios la aparente contradicción? Isaías 30:18; Salmo 30:5.

“Así como el arco en las nubes resulta de la unión de la luz del sol con las gotas de lluvia, el arco iris que rodea el trono representa el poder combinado de la misericordia y la justicia. No sólo la justicia debe ser mantenida; si así fuera, se eclipsaría la gloria del arco de la promesa sobre el trono; el hombre sólo vería la pena requerida por la ley. Si no hubiera justicia, si no hubiera castigo, no habría estabilidad en el gobierno de Dios. La sal­vación llega a ser plena y completa debido a la amalgama del juicio y la misericordia. Es la combinación de estos dos elementos lo que nos induce a exclamar, a la vista del Redentor del mundo y de la ley de Jehová: ‘Tu benignidad me ha engrandecido’ (2 Sam. 22: 36)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 6, págs. 1071, 1072).

“Al procurar administrar justicia, recordad que ella tiene una gemela que es la miseri­cordia. Las dos están lado a lado y no debieran ser separadas” (La Conducción del Niño, pág. 245).

“… Siempre debe recordarse que la firmeza y la justicia tienen una hermana que es la misericordia” (Christian Education, pág. 25).

El Encuentro de la Misericordia y la Justicia

3. ¿Qué muestra la ilustración del arco iris en cuanto a cómo y cuándo se encuentran la justicia y la misericordia de Dios? Génesis 9:13; Apocalipsis 4:3; Salmo 85:10.

“En el arco iris que se extiende sobre el trono hay un testimonio eterno de que ‘de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda...’. Siempre que se presente la ley ante la gente, que el maestro de la verdad señale al trono cubierto con el arco iris de la promesa, la justicia de Cristo. La gloria de la ley es Cristo. Él vino a magnificar la ley y a hacerla honrosa. Preséntese con claridad que la misericordia y la paz se han encontrado en Cristo, y que se han abrazado la justicia y la verdad...

“Mirad el letrero escrito sobre la cruz. El Señor lo dispuso. Escrito en hebreo, griego y latín, era una invitación para que vinieran todos: judíos y gentiles, bárbaros y escitas, siervos y libres, desesperanzados, desvalidos y desfallecientes. Cristo ha anulado el poder de Satanás. Se aferró de las columnas del reino de Satanás y pasó a través del conflicto destruyendo al que tenía el imperio de la muerte. Entonces se abrió un camino por el cual podían encontrarse la misericordia y la verdad y podían besarse la justicia y la paz” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, págs. 1107, 1108).

4. ¿Cómo se reconcilian la justicia y la misericordia en la ley de Dios y la reden­ción? Isaías 51:4; Romanos 7:12.

“La mezcla de juicio y misericordia es lo que hace la salvación plena y completa. La combinación de los dos es lo que nos induce, a medida que contemplamos al Redentor del mundo y la ley de Jehová, a exclamar: ‘Tu benignidad me ha engrandecido’. Sabemos que el Evangelio es un sistema perfecto y completo que revela la inmutabilidad de la ley de Dios. Inspira el corazón con esperanza y con amor hacia Dios. La misericordia nos invita a entrar por las puertas en la ciudad de Dios, y la justicia es inmolada para conceder a cada alma obediente plenos privilegios como miembro de la familia real, hijo del Rey celestial” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 6, págs. 1071, 1072).

“La única definición del pecado es la que da la Palabra de Dios: ‘El pecado es trans­gresión de la ley;’ es la manifestación exterior de un principio en pugna con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino” (El Conflicto de los Siglos, pág. 547).

Voluntad Libre

5. ¿Por qué concedió Dios una voluntad libre al ser humano? ¿Cuál es la relación entre la ley y la libertad? Deuteronomio 30:19, segunda parte; San­tiago 1:25; 2:12.

“Dios tenía poder para retener a Adán impidiéndole tocar el fruto prohibido; pero si lo hubiese hecho, Satanás hubiera tenido un asidero para acusar de arbitrario el gobierno de Dios. El hombre no hubiera sido un ser moral libre, sino una mera máquina.

“Pero no es así como los profetas y los apóstoles consideraron la santa ley de Dios. David dice: ‘Y andaré con libertad, porque he buscado tus preceptos.’ (Salmo 119: 45, V.M.) El apóstol Santiago, que escribió después de la muerte de Cristo, habla del Decálogo como de la ‘ley real,’ y de la ‘ley perfecta, la ley de libertad.’ (Santiago 2: 8; 1: 25, V.M.) Y el vidente de Patmos, medio siglo después de la crucifixión, pronuncia una bendición sobre los ‘que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.’ (Apocalipsis 22: 14)” (El Conflicto de los Siglos, pág. 519).

“La ley de Dios que Satanás vituperó como yugo de servidumbres será honrada como ley de libertad. Después de haber pasado por tal prueba y experiencia, la creación no se desviará jamás de la sumisión a Aquel que se dio a conocer en sus obras como Dios de amor insondable y sabiduría infinita” (El Conflicto de los Siglos, pág. 558).

6. ¿Cómo se relaciona la ley Dios con la felicidad de la humanidad? Salmo 119:165-167.

“Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con los grandes principios de justicia de esa ley. Dios desea de todas sus criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensión y del aprecio de su carácter. No halla placer en una obediencia forzada, y otorga a todos libre albedrío para que puedan servirle voluntariamente” (Patriarcas y Profetas, pág. 13; Ver también El Conflicto de los Siglos, pág. 547).

7. ¿Continúa Dios, quien concedió voluntad libre a todos, otorgándola al ir completando el plan de redención? Josué 24:15, segunda parte; Apocalipsis 22:17; Salmo 119:47.

“En la obra de la redención no hay compulsión. No se emplea ninguna fuerza exterior. Bajo la influencia del Espíritu de Dios, el hombre está libre para elegir a quien ha de servir. En el cambio que se produce cuando el alma se entrega a Cristo, hay la más completa sensación de libertad. La expulsión del pecado es obra del alma misma. Por cierto, no tenemos poder para librarnos a nosotros mismos del dominio de Satanás; pero cuando deseamos ser libertados del pecado, y en nuestra gran necesidad clamamos por un poder exterior y superior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en cumplimiento de la voluntad de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 431, 432).

“Dios no utiliza medidas coercitivas; el agente que emplea para expulsar el pecado del corazón es el amor. Mediante él, convierte el orgullo en humildad, y la enemistad y la incredulidad, en amor y fe” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 67).

8. ¿Qué utilizará Dios para cumplir su plan de salvación? Salmo 119:97; Jeremías 31:3.

“La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final abatimiento de la rebelión y la total extirpación del pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios” (Patriarcas y Profetas, pág. 11).

“Su [el amor] naturaleza es difundirse, y obrar en forma tranquila, aunque en su propósito es poderoso para vencer grandes males. Su influencia enternece y transforma, y al apoderarse de la vida de los pecaminosos afecta su corazón aun cuando ningún otro medio haya tenido éxito…. Jesús fue el Príncipe de paz. Vino al mundo para poner en sujeción a sí mismo la resistencia y la autoridad. Podía disponer de sabiduría y fortaleza, pero los medios que empleó para vencer el mal, fueron la sabiduría y la fuerza del amor” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 208).

Repaso y Meditación

• ¿Cómo se puede categorizar el amor de Dios?

• ¿Dónde se reconcilian los atributos de la justicia y la misericordia?

• ¿Por qué Dios concedió libre albedrio a la humanidad?