sábado, 14 de abril de 2012

El Segundo Mensaje Angélico

Versículo de memoria

“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación” Apocalipsis 14:8.

Una Seria Declaración

1. ¿Qué ángel siguió al primero, y a qué iglesia se aplica su mensaje? Apocalip­sis 14:8.

“Por su alejamiento del Señor y su alianza con los paganos la iglesia judía se trans­formó en ramera; Roma se corrompió de igual manera al buscar el apoyo de los poderes mundanos, y por consiguiente recibe la misma condenación.

“Se dice que Babilonia es ‘madre de las rameras.’ Sus hijas deben simbolizar las igle­sias que se atienen a sus doctrinas y tradiciones, y siguen su ejemplo sacrificando la verdad y la aprobación de Dios, para formar alianza ilícita con el mundo. El mensaje de Apocalipsis 14, que anuncia la caída de Babilonia, debe aplicarse a comunidades religiosas que un tiempo fueron puras y luego se han corrompido. En vista de que este mensaje sigue al aviso del juicio, debe ser proclamado en los últimos días, y no puede por consiguiente referirse sólo a la iglesia romana, pues dicha iglesia está en condición caída desde hace muchos siglos” (El Conflicto de los Siglos, pág. 433).

Nuevo Descubrimiento

2. ¿En que fecha era el día de expiación judía de 1844? Después del chasco, el 22 de Marzo de 1844, ¿qué descubrieron los creyentes al estudiar más pro­fundamente las Escrituras? Levítico 16:29, 16.

“Lo que condujo a este movimiento fue el haberse dado cuenta de que el decreto de Artajerjes en pro de la restauración de Jerusalén, el cual formaba el punto de partida del período de los 2.300 días, empezó a regir en el otoño del año 457 ant. de C., y no a prin­cipios del año, como se había creído anteriormente. Contando desde el otoño de 457, los 2.300 años concluían en el otoño de 1844.

“Bajo el régimen mosaico, la purificación del santuario, o sea el gran día de la expiación, caía en el décimo día del séptimo mes judío (Levítico 16:29 - 34), cuando el sumo sacerdote, habiendo hecho expiación por todo Israel y habiendo quitado así sus pecados del santuario, salía a bendecir al pueblo. Así se creyó que Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, aparecería para purificar la tierra por medio de la destrucción del pecado y de los pecado­res, y para conceder la inmortalidad a su pueblo que le esperaba. El décimo día del séptimo mes, el gran día de la expiación, el tiempo de la purificación del santuario, el cual en el año 1844 caía en el 22 de octubre, fue considerado como el día de la venida del Señor. Esto estaba en consonancia con las pruebas ya presentadas, de que los 2.300 días terminarían en el otoño, y la conclusión parecía irrebatible” (El Conflicto de los Siglos, págs. 450, 451).

3. ¿Qué parábola de Jesús se consideró en conexión con sus expectativas? ¿Qué descubrieron los adventistas en el verano de 1844? ¿Cómo se llamó al mensaje adicional predicado en el verano de ese año? Mateo 25:5-7.

“En el verano de 1844 los adventistas descubrieron el error cometido en su anterior cálculo de los períodos proféticos, y llegaron a la conclusión correcta….

“Así como en la parábola el clamor se oyó a medianoche anunciando la proximidad del esposo, lo mismo ocurrió en el cumplimiento, entre la primavera de 1844, cuando se supuso primeramente que terminarían los 2.300 días, y el otoño de 1844, cuando se veri­ficó posteriormente que en efecto ocurriría. Se levantó entonces un clamor con las mismas palabras de la Escritura: ‘¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!’.

“Como una marea el Movimiento avanzó por todo el país. De ciudad en ciudad, de aldea en aldea, fue hasta los lugares más remotos de la nación, hasta que el expectante pueblo de Dios se despertó plenamente….

“No había mucho éxtasis, gozo, pero sí mucho profundo examen de conciencia, con­fesión de pecados y abandono del mundo. La preparación para salir al encuentro del Señor era la grave preocupación de los espíritus agonizantes. Había oración perseverante y con­sagración a Dios sin reservas.

“El clamor de medianoche no se basaba tanto en los argumentos, aunque la prueba bíblica era, clara y concluyente” (La Historia de la Redención, págs. 387- 389).

“En la parábola de S. Mateo 25, el tiempo de espera y el cabeceo son seguidos de la venida del esposo. Esto estaba de acuerdo con los argumentos que se acaban de presentar, y que se basaban tanto en las profecías como en los símbolos. Para muchos entrañaban gran poder convincente de su verdad; y el ‘clamor de media noche’ fue proclamado por miles de creyentes” (El Conflicto de los Siglos, pág. 451).

Preparación para encontrarse con el Rey que viene

4. ¿Cuál fue la experiencia de las personas que sinceramente esperaban la venida de Cristo? Apocalipsis 3:7, 8.

“Como lluvia sobre la tierra sedienta, el Espíritu de gracia descendió sobre los fervo­rosos buscadores. Los que esperaban encontrarse pronto frente a su Redentor experimen­taron una solemne e indecible alegría. El poder suavizante y subyugador del Espíritu Santo enternecía los corazones a medida que cada onda de la gloria de Dios descendía sobre los fieles creyentes.

“Cuidadosa y solemnemente los que recibían el mensaje llegaron al momento cuando esperaban encontrarse con su Señor. Creían que su primer deber consistía en asegurarse cada mañana de que habían sido aceptados por Dios. Sus corazones estaban estrechamente unidos y oraban mucho los unos por los otros. A menudo se encontraban en lugares aisla­dos para estar en comunión con el Señor, y la oración intercesora ascendía al cielo desde los campos y huertas. La seguridad de la aprobación del Salvador era más necesaria para ellos que su alimento diario, y si una nube oscurecía sus mentes no descansaban hasta disiparla. Al experimentar el testimonio de la gracia perdonadora deseaban contemplar a Aquel a quien sus almas amaban” (La Historia de la Redención, pág. 389).

5. ¿Qué impresión espiritual tuvo el segundo mensaje angélico en las personas? 1 Pedro 5:6; Filipenses 2:12.

“Otra persona que tomó parte en el movimiento testifica lo siguiente: ‘Produjo en todas partes el más profundo escudriñamiento del corazón y humillación del alma ante el Dios del alto cielo. Ocasionó un gran desapego de las cosas de este mundo, hizo cesar las controversias y animosidades, e impulsó a confesar los malos procederes y a humillarse ante Dios y a dirigirle súplicas sinceras y ardientes para obtener perdón. Causó humillación personal y postración del alma cual nunca las habíamos presenciado hasta enton­ces’” (El Conflicto de los Siglos, págs. 452, 453).

6. ¿Qué experiencia similar se hará antes de la venida de Jesús? Apocalipsis 3:19.

“El ángel dijo: ‘Sacrificadlo todo por Dios. El yo tiene que morir. Los deseos natura­les y las tendencias del corazón no renovado tienen que ser subyugados’. Corred en busca de la descuidada Biblia; las palabras inspiradas han sido escritas para vosotros, de modo que no las descuidéis livianamente…. Es necesario que haya santidad de corazón y de vida” (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 445).

“No sólo al comienzo de la vida cristiana ha de hacerse esta renuncia al yo. Ha de renovársela a cada paso que se dé hacia el cielo. Todas nuestras buenas obras dependen de un poder que está fuera de nosotros. Por lo tanto, debe haber un continuo anhelo del corazón en pos de Dios, y una continua y ferviente confesión de los pecados que quebrante el corazón y humille el alma delante de Él. Únicamente podemos caminar con seguridad mediante una constante renuncia al yo y dependencia de Cristo” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.124).

Las Consecuencias de la Separación

7. ¿Qué se encuentra inherente al mensaje del segundo ángel? ¿A qué se instó a aquellos que habían despreciado los mensajes del primer y segundo ángel y no se purificaron? 2 Corintios 6:15-17.

“Querían a sus iglesias y les repugnaba separarse de ellas; pero al ver que se anulaba el testimonio de la Palabra de Dios, y que se les negaba el derecho que tenían para investigar las profecías, sintieron que la lealtad hacia Dios les impedía someterse. No podían considerar como constituyendo la iglesia de Cristo a los que trataban de rechazar el testimonio de la Palabra de Dios, ‘columna y apoyo de la verdad.’ De ahí que se sintiesen justificados para separarse de la que hasta entonces fuera su comunión religiosa. En el verano de 1844 cerca de cincuenta mil personas se separaron de las iglesias” (El Conflicto de los Siglos, pág. 426).

8. ¿Qué nivel espiritual alcanzaron? ¿Qué relación se constata entre la experiencia hecha durante el segundo mensaje angélico y la purificación del san­tuario?

“Una luz santa resplandecía sobre ellos. Renunciaban al mundo, sacrificaban sus intereses y tesoros terrenales y, dirigían miradas ansiosas hacia el cielo, a la espera de ver a su amado Libertador. Una santa luz brillaba sobre sus rostros, denotando la paz y el gozó que reinaban en su interior. Jesús pidió a los ángeles que fuesen y los fortaleciesen, porque se acercaba la hora de su prueba. Vi que éstos que aguardaban no habían sido todavía probados como debían serlo. No estaban exentos de errores. Y vi la misericordia y bondad que Dios manifestaba al mandar a los habitantes de la tierra una amonestación y mensajes repetidos, para inducirles a escudriñar diligentemente su corazón y a estudiar las Escrituras, a fin de que pudieran despojarse de los errores que les habían transmitido los paganos y los papistas. Mediante estos mensajes Dios ha estado sacando a su pueblo adonde pueda Él obrar en su favor con mayor poder, y donde puedan ellos guardar todos sus mandamientos” (Primeros Escritos, pág. 249).

Repaso y Meditación

• ¿Cuál fue la respuesta de las iglesias que estuvieron en contacto con el segundo mensaje angélico?

• ¿Cuál fue la experiencia del pueblo que aceptó este mensaje?

• ¿Si no hemos abandonado el mundo y el pecado, como tenderemos a con- siderar el segundo mensaje angélico?