sábado, 14 de abril de 2012

El Recipiente de Oro del Maná

Versículo de Memoria

“..., en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto” Hebreos 9:4.

Maná

1. ¿Qué se hizo con el recipiente del precioso maná que el Señor en su gracia impartió abundantemente a Israel? ¿Por qué se preservaba el maná en el arca del lugar santísimo? Hebreos 9:3, 4; Éxodo 16:33, 34.

“En él vi un arca… Dentro del arca estaba el vaso de oro con el maná, la florida vara de Aarón y las tablas de piedra, que se plegaban la una sobre la otra como las hojas de un libro” (Primeros Escritos, pág. 32).

2. ¿Cómo consideraba el pueblo de Israel el maná que Dios les dio del cielo? Números 11:6-8.

“Cada vez que fue restringido su apetito, los israelitas quedaron insatisfechos y mur­muraron y se quejaron contra Moisés y Aarón, y contra Dios... Pero Dios estaba probando a su pueblo. A fin de desarrollar lo que había en sus corazones, permitió que pasaran por severas pruebas. Cuando fracasaban, los traía de vuelta al mismo punto y los ponía a prueba un poco más estrecha y severamente…

“El gusto de ellos se había pervertido en Egipto. Dios quería restaurar su apetito a un estado de pureza y salud a fin de que pudieran disfrutar de los sencillos frutos que fueron dados a Adán y a Eva en el Edén. Estaba por establecerlos en un segundo Edén, una buena tierra donde podrían disfrutar de las frutas y de los cereales que les proporcionaría. Se proponía quitarles el régimen alimentario excitante con el que habían subsistido en Egipto, pues quería que estuvieran en perfecta salud y vigor cuando entraran en la hermosa tierra hacia la cual los estaba conduciendo” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 1, pág. 1116).

Lecciones del Maná

3. ¿Qué lección imparte el recipiente de maná a aquellos que viven en el día real de expiación? Hebreos 9:3, 4.

“El estado mental tiene mucho que ver con la salud del cuerpo y especialmente con la salud de los órganos digestivos. Por regla general, el Señor no proporcionó a su pueblo alimentación de carne en el desierto porque sabía que ese régimen crearía enfermedad e insubordinación. A fin de modificar el carácter y colocar en ejercicio activo las facultades más elevadas de la mente, les quitó la carne de animales muertos. Les dio alimento de ángeles, maná del cielo” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 1, pág. 1126).

4. ¿Cuán significativa es la Reform prosalud para aquellos que viven en el día actual de expiación? 1 Corintios 9:25.

“El pan de la proposición se conservaba siempre ante la presencia del Señor como una ofrenda perpetua . . . y se llamaba ‘el pan de la proposición’ o el pan de la presencia, porque estaba siempre ante el rostro, del Señor. (Exo. 25: 30.)” (La Fe por la Cual Vivo, pág. 199).

“La luz que Dios ha dado y que continuará dando sobre el asunto de los alimentos ha de ser para el pueblo hoy lo que el maná era para los hijos de Israel…

“Ni un gramo de carne debiera entrar en nuestro estómago. El consumo de carne es antinatural. Hemos de regresar al propósito original que Dios tenía en la creación del hombre” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, págs. 318, 454).

5. Considerando que los israelitas ayunaban en el día de la expiación, ¿qué debemos hacer? ¿Cuál es el auténtico ayuno? Isaías 58:3-7.

“El ayuno verdadero, que debiera recomendarse a todos, es abstinencia de todo ali­mento estimulante, y el debido consumo de alimentos sencillos que Dios ha provisto en abundancia. Los hombres debieran pensar menos acerca de lo que beberán y comerán del alimento temporal y dar más importancia al alimento del cielo que los tonificará y vitali-zará en toda su experiencia religiosa” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 233).

El Recipiente Pérdido del Maná

6. Los israelitas fallaron en preservar el recipiente del maná que estaba en el arca. ¿Existe un peligro para el moderno Israel de olvidar esta lección del maná? 2 Reyes 8:9; 2 Crónicas 5:9.

“Si los adventistas del séptimo día practicaran lo que profesan creer, si fueran sinceros reformadores de la salud, verdaderamente serían un espectáculo para el mundo, los ánge­les y los hombres. Además, manifestarían un celo mucho mayor por la salvación de los que ignoran la verdad.

“Entre el pueblo que pretende esperar la próxima venida de Cristo, tendría que haber reformadores más grandes. La reforma pro salud debe realizar entre nuestro pueblo una obra que todavía no se ha llevado a cabo. Hay quienes debieran estar despiertos al peligro del consumo de carne, que todavía continúan comiendo la carne de animales, con lo cual ponen en peligro su salud física, mental y espiritual. Muchos que ahora están sólo conver­tidos a medias a la cuestión del consumo de carne, se apartarán del pueblo de Dios y ya no andarán más con él” (Consejos Sobre la Salud, pág. 577).

“¿Podemos tener confianza en ministros que, sentados en mesas donde se sirve carne, se unen con los demás para comerla?... ‘Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios’. Todo el que viola las leyes de la salud será visitado seguramente por el desagrado de Dios” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 481).

7. ¿Qué advertencia dio Dios a todos aquellos que mataban animales y se goza­ban en fiestas en el día de la expiación? Isaías 22:12-14; 1 Corintios 3:16, 17; 2 Corintios 7:1. ¿En qué peligro semejante se encuentra el moderno Israel?

“La ignorancia no es ahora una excusa de la transgresión de la ley. La luz brilla clara­mente, y nadie necesita ser ignorante, porque el gran Dios es, Él mismo, el instructor del hombre. Todos tienen la más sagrada obligación ante Dios de prestar oídos a la sana filosofía y la experiencia auténtica que ahora Él les está dando con referencia a la reforma pro salud. El Señor se propone que el gran tema de la reforma pro salud sea agitado, y la mente publica profundamente sacudida para investigar; pues es imposible que los hom­bres y mujeres, con todos sus hábitos pecaminosos destructores de la salud y debilitantes del cerebro, disciernan la sagrada verdad por medio de la cual han de ser santificados, refinados, elevados y hechos idóneos para la asociación con los ángeles celestiales en el reino de gloria...” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, págs. 82, 83).

El Brazo Derecho del Tercer Mensaje Angélico

8. ¿Cuán importante es la temperancia en la experiencia cristiana? ¿En qué peligro caen aquellos que no reconocen la importancia de la Reforma pro­salud? 1 Tesalonicenses 5:23; 1 Corintios 9:25.

“Vi que nuestro Padre celestial nos ha otorgado la gran bendición de la luz relativa a la reforma pro salud, para que obedezcamos las exigencias divinas, y glorifiquemos a Dios en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, que son de Él, y para que finalmente nos hallemos sin tacha delante del trono de nuestro Dios. Nuestra fe nos exige que elevemos la norma, y que avancemos…

“Hay solamente unos pocos que hasta ahora han sido despertados lo suficientemente como para entender cuánto tienen que ver sus hábitos relativos al régimen alimenticio con su salud, su carácter, su utilidad en este mundo, y su destino eterno… Los observadores del sábado que están esperando el pronto regreso de su Salvador deben ser los últimos en manifestar falta de interés en esta gran obra de la reforma” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 60).

“Pero los que son esclavos del apetito no alcanzarán a perfeccionar el carácter cris­tiano” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 69).

Repaso y Meditación

• ¿Cuál es la lección del maná para nosotros que vivimos en el día actual de la expiación?

• ¿En qué peligro nos encontramos si perdemos o ignoramos la Reforma prosalud?

• Pregunta personal: ¿Cuán fiel soy atesorando y obedeciendo los concep- tos celestiales de salud?

“En el desierto Dios había alimentado a Israel con el pan del cielo, y el pueblo seguía dependiendo de su generosidad, tanto en lo referente a las bendiciones temporales como a las espirituales” (Patriarcas y Profetas, pág. 367).