sábado, 26 de febrero de 2011

La Palabra Profética es una Luz

“Además tenemos la palabra profética aún más segura, a la que hacéis bien en estar atentos, como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el Lucero de la mañana salga en vuestro corazón” 2 Pedro 1:19.

1. ¿Qué hizo el Señor para no dejar a sus hijos en la incertidumbre? ¿A través de quién habló a la humanidad? Génesis 18:17; Amos 3:7; 1 Samuel 9:9.

“‘No hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.’ Aunque ‘las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios,… las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre.’ Dios nos ha dado estas cosas, y su bendición acompañará al estudio reverente, con oración, de las escrituras proféticas” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 202).

“‘Las cosas secretas dice Moisés pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre,’ y el Señor declara por el profeta Amós que ‘no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.’ (Deuteronomio 29:29; Amós 3:7, V.M.). Así que los que estudian la Palabra de Dios pueden confiar que encontrarán indicado con claridad en las Escrituras el acontecimiento más estupendo que debe realizarse en la historia de la humanidad” (El Conflicto de los Siglos, pág. 371).

Lineamientos para el pueblo de dios

2. ¿Qué es importante hacer, inmediatamente, cuando Dios habla? Salmo

46:10; 1 Samuel 3:10.

“El lenguaje de la mansedumbre nunca es el de la jactancia. Como el niño Samuel, los mansos elevan el ruego: ‘Habla, porque tu siervo oye’ (1 Samuel 3:10). Cuando Josué fue colocado en la posición de más elevado honor, como comandante de Israel, desafió a todos los enemigos de Dios. Su corazón estaba lleno de nobles pensamientos acerca de su

gran misión. Con todo, ante el mensaje del cielo se colocó en la posición de un pequeño niño para ser dirigido. ‘¿Qué manda mi señor a su siervo?’ (Josué 5:14), fue su respuesta. Las primeras palabras de Pablo después de la revelación de Cristo fueron, ‘Señor, ¿qué quieres que haga?’ (Hechos 9:6)” (The Sanctified Life, pág 15).

3. ¿Qué consejo impartió el apóstol Pedro para poder beneficiarse de la preciosa luz de la profecía? 2 Pedro 1:19-21.

“Pedro estaba bien preparado para hablar de los propósitos de Dios para con la raza humana; porque durante el ministerio terrenal de Cristo, había visto y oído mucho concerniente al reino celestial....

“Por muy convincente que fuese esa evidencia de la certidumbre de la esperanza de los creyentes, había otra aun más convincente en el testimonio de la profecía, por medio de la cual la fe de todos puede ser confirmada y asegurada firmemente” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 427).

La Luz más esencial

4. ¿Quién, únicamente, conoce y es capaz de predecir el futuro? ¿A quién se dirigen un gran número de maravillosas profecías? Isaías 41:21-23; 1 Pedro

1:10-12.

“El deber de adorar a Dios estriba en la circunstancia de que Él es el Creador, y que a Él es a quien todos los demás seres deben su existencia. Y cada vez que la Biblia presenta el derecho de Jehová a nuestra reverencia y adoración con preferencia a los dioses de los paganos, menciona las pruebas de su poder creador. ‘Todos los dioses de los pueblos son ídolos; mas Jehová hizo los cielos’ (Salmo 96:5)” (El Conflicto de los Siglos, pág. 491).

“El tiempo de la venida de Cristo, su ungimiento por el Espíritu Santo, su muerte y la proclamación del Evangelio a los gentiles, habían sido indicados en forma definida. Era privilegio del pueblo judío comprender estas profecías, y reconocer su cumplimiento en la misión de Jesús. Cristo instó a sus discípulos a reconocer la importancia del estudio de la profecía. Refiriéndose a la que fue dada a Daniel con respecto a su tiempo, dijo: ‘El que lee, entienda.’ Después de su resurrección, explicó a los discípulos en ‘todos los profetas’

‘lo que de Él decían.’ El Salvador había hablado por medio de todos los profetas. ‘El espíritu de Cristo que estaba en ellos’ ‘prenunciaba las aflicciones que habían de venir a Cristo, y las glorias después de ellas’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 202).

5. ¿Qué libro profético del Antiguo Testamento contiene la información más

exacta en relación al tiempo del fin? Daniel 12:4.

“Los predicadores deben presentar la segura palabra profética como fundamento de la fe de los adventistas del séptimo día. Deben estudiar detenidamente las profecías de Daniel y del Apocalipsis, y en relación con ellas las palabras: ‘He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo’” (Evangelismo, pág. 148).

“Ante semejante testimonio de la Inspiración, ¿cómo se atreven los hombres a enseñar que el Apocalipsis es un misterio fuera del alcance de la inteligencia humana? Es un misterio revelado, un libro abierto. El estudio del Apocalipsis nos lleva a las profecías de Daniel, y ambos libros contienen enseñanzas de suma importancia, dadas por Dios a los hombres, acerca de los acontecimientos que han de desarrollarse al fin de la historia de este mundo” (El Conflicto de los Siglos, págs. 76, 77).

El sello de Confirmación de La profecía bíblica

6. ¿Quién imprimió el sello divino en el libro de Daniel? Mateo 24:15; Marcos

13:14.

“…Cristo instó a sus discípulos a reconocer la importancia del estudio de la profecía. Refiriéndose a la que fue dada a Daniel con respecto a su tiempo, dijo: ‘El que lee, entienda’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 202).

7. ¿Qué se informa acerca de Daniel como persona? Daniel 1:3, 6.

“Daniel era príncipe de Judá” (El Ministerio de Curación, pág. 107).

“Fue una observancia concienzuda de las órdenes de la Sagrada Escritura lo que en tiempos del ministerio de Jeremías dio a Daniel y a sus compañeros oportunidades de ensalzar al Dios verdadero ante las naciones de la tierra. La instrucción que estos niños hebreos habían recibido en el hogar de sus padres los hizo fuertes en la fe y constantes en el servicio que rendían al Dios viviente, Creador de los cielos y de la tierra. Cuando, al principio del reinado de Joaquim, Nabucodonosor sitió por primera vez a Jerusalén y la tomó, se llevó a Daniel y a sus compañeros, juntamente con otros especialmente escogidos para el servicio de la corte babilónica; y la fe de los cautivos hebreos fue probada hasta lo sumo. Pero los que habían aprendido a poner su confianza en las promesas de Dios hallaron que éstas bastaban para todo lo que eran llamados a soportar durante su estada en una tierra extraña. Las Escrituras resultaron ser su guía y apoyo” (Profetas y Reyes, págs.

316, 317).

“Daniel y sus compañeros estaban cautivos en tierra extraña, pero Dios no permitió que la envidia y el odio de sus enemigos prevalecieran contra ellos. Los justos siempre han recibido ayuda de lo alto. Cuán a menudo los enemigos de Dios han unido su fuerza y su sabiduría para destruir el carácter y la influencia de unas pocas personas sencillas que confiaban en Él. Pero puesto que Dios estaba con ellos, nadie pudo prevalecer contra ellos. Si los seguidores de Cristo se mantienen unidos, triunfarán. Si se separan de sus ídolos y del mundo, éste no podrá separarlos de Dios” (Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pág.

127).

Estudio personal

• Jeremías 1:4-9.

• Apocalipsis 1:1.