sábado, 26 de febrero de 2011

Imperios Subsiguientes

”Después… un tercer reino de bronce que dominará toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como el hierro” Daniel 2:39, 40.

El tercer imperio

1. ¿Qué imperio siguió al de Medo-Persia? ¿Cómo se cumplió la profecía?

Daniel 2:32, última parte, 39, segunda parte.

“Pocas y breves eran las palabras inspiradas cuyo cumplimiento entrañaba una sucesión en el gobierno del mundo. En el siempre variable calidoscopio político, Grecia entró en el campo de la visión para ser durante un tiempo el objeto que absorbía toda la atención, como el tercero de los que se llaman los imperios universales.

“Después de la batalla que decidió la suerte del imperio, Darío procuró refundir los derrotados restos de su ejército, y defender su reino y sus derechos. Pero de toda su hueste, que poco antes era tan numerosa y bien organizada, no pudo reunir una fuerza con la cual considerase prudente arriesgar otro encuentro con los griegos victoriosos. Alejandro le persiguió en las alas del viento. Vez tras vez Darío eludió a duras penas el alcance de su veloz perseguidor” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 37)

2. ¿Qué se informa acerca del triunfal avance de Alejandro Magno? ¿Cuál fue la causa de su muerte prematura? ¿Qué consecuencias tuvo para el reino? Proverbios 31:4, 5; 16:32.

“Alejandro Magno, después de haber heredado de su padre el recién agrandado reino grecomacedónico se puso en marcha para extender la dominación macedónica y la cultura griega hacia el oriente y venció al Imperio Persa. La profecía representa al reino de Grecia como un reino que vendría después de Persia, porque Grecia nunca se unió para formar un reino hasta la formación del Imperio Macedónico que reemplazó a Persia como principal poder del mundo de ese tiempo.

“El último rey del Imperio Persa fue Darío III (Codomano), que fue derrotado por Alejandro en las batallas de Gránico (334 a. C.), Iso (333 a. C.), y Arbela o Gaugamela (331 a. C.)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 4, pág. 802).

“Alejandro encontró más fácil subyugar reinos que dirigir su propio espíritu. Después de conquistar naciones, el llamado gran hombre sucumbió por la indulgencia del apetito– una víctima de la intemperancia” (Christian Temperance and Bible Hygiene, pág. 29).

“Con despreciable arrogancia, reclamó para sí honores divinos. Sin provocación alguna, entregó ciudades conquistadas a la merced de su soldadesca sedienta de sangre y licenciosa. Con frecuencia asesinaba a sus amigos y favoritos en el frenesí de sus borracheras. Estimulaba de tal manera los excesos de la bebida entre sus adeptos que en una ocasión veinte de ellos murieron como resultado de la embriaguez. Al fin, después de haber estado sentado durante largo tiempo bebiendo, se le invitó inmediatamente a otra orgía, en la cual después de beber en honor de cada uno de los veinte huéspedes presentes, nos dice la historia que, por increíble que parezca, bebió dos veces el contenido de la copa de Hércules, que era más de cinco litros. Se apoderó de él una fiebre violenta, de la cual murió once días más tarde, el 13 de junio de 323 ant. de J. C., mientras estaba, puede decirse, en el umbral de la madurez, a los 32 años de edad” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 38).

El cuarto imperio

3. ¿Qué se declara acerca del cuarto imperio? ¿Hasta dónde se extendió?

Daniel 2:33, primera parte, 40; Lucas 2:1.

“‘Las armas de la República, a veces vencidas en la batalla, siempre victoriosas en la guerra, avanzaron a pasos rápidos hasta el Éufrates, el Danubio, el Rin y el Océano; y las imágenes del oro, la plata o el bronce, que podían servir para representar las naciones y sus reyes, fueron sucesivamente quebrantadas por la férrea monarquía de Roma.’

“Cuando se inició la Era Cristiana, este imperio abarcaba todo el sur de Europa, Fran- cia, Inglaterra, la mayor parte de los Países Bajos, Suiza y el sur de Alemania, Hungría, Turquía y Grecia, sin hablar de sus posesiones del Asia y del África...

“‘El imperio de los romanos llenó el mundo,…” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, págs. 40, 41).

El evento más importante en La Historia del mundo

4. ¿Qué importante evento aconteció durante el Imperio Romano? ¿Estaban preparados los dirigentes del pueblo escogido de Dios para este aconteci- miento? Lucas 2:4-7; Juan 1:5, 11.

“Un ángel desciende a la tierra para ver quiénes están preparados para dar la bienvenida a Jesús. Pero no puede discernir señal alguna de expectación. No oye ninguna voz de alabanza ni de triunfo que anuncie que la venida del Mesías es inminente. El ángel se cierne durante un momento sobre la ciudad escogida y sobre el templo donde durante siglos y siglos se manifestara la divina presencia; pero allí también se nota la misma indiferencia” (El Conflicto de los Siglos, págs. 360, 361).

Gran alegría para aquellos que esperaban

5. ¿Por qué fueron los pastores los que recibieron estas gratas nuevas? Lucas 2:8, 9.

“No hay señal de que se espere a Cristo ni preparativos para recibir al Príncipe de la vida. Asombrado, el mensajero celestial está a punto de volverse al cielo con la vergonzosa noticia, cuando descubre un grupo de pastores que están cuidando sus rebaños durante la noche, y que al contemplar el cielo estrellado, meditan en la profecía de un Mesías que debe venir a la tierra y anhelan el advenimiento del Redentor del mundo. Aquí tenemos un grupo de seres humanos preparado para recibir el mensaje celestial” (El Conflicto de los Siglos, pág. 361).

6. ¿Cuál era el tema principal del mensaje celestial? Lucas 2:10, 11.

“Y de pronto aparece el ángel del Señor proclamando las buenas nuevas de gran gozo. La gloria celestial inunda la llanura, una compañía innumerable de ángeles aparece, y, como si el júbilo fuese demasiado para ser traído del cielo por un solo mensajero, una multitud de voces entonan la antífona que todas las legiones de los rescatados cantarán un día: ‘¡Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz; entre los hombres buena voluntad!’ (S. Lucas 2:14, V.M.)” (El Conflicto de los Siglos, pág. 361).

7. ¿Quién más prestó atención al cumplimiento de la profecía? Lucas 2:25-38; Mateo 2:1, 2; Números 24:17.

“En tierra de paganos había también quienes le esperaban; eran sabios, ricos y nobles filósofos del oriente. Observadores de la naturaleza, los magos habían visto a Dios en sus obras. Por las Escrituras hebraicas tenían conocimiento de la estrella que debía proceder de Jacob, y con ardiente deseo esperaban la venida de Aquel que sería no sólo la ‘consolación de Israel,’ sino una ‘luz para iluminación de las naciones’ y ‘salvación hasta los fines de la tierra’ (S. Lucas 2: 25, 32; Hechos 13: 47, V.M.) Buscaban luz, y la luz del trono de Dios iluminó su senda” (El Conflicto de los Siglos, págs. 361, 362).

Estudio personal

• Mateo 2:1-12.

• Lucas 2:1-38.

• El Deseado de Todas las Gentes, págs. 24-29.