sábado, 26 de febrero de 2011

En la Corte Babilónica

“…El Eterno estará con vosotros, si vosotros estáis con Él. Si lo buscáis, lo hallaréis…”

2 Crónicas 15:2.

Elegidos y probados

1. ¿Qué orden impartió el rey de Babilonia a Aspenaz, jefe de los eunucos?

¿Qué más le encomendó? Daniel 1:3-5.

“En el mismo comienzo de su carrera, su carácter fue probado de una manera decisiva. Se había provisto que comiesen del alimento y bebiesen del vino que provenían de la mesa real. Con esto el rey pensaba manifestarles su favor y la solicitud que sentía por su bienestar” (Profetas y Reyes, págs. 353, 354).

2. ¿Quiénes se encontraban entre los seleccionados? ¿Cuál era el significado de sus nombres? Daniel 1:6.

“En hebreo, Daniel significaba ‘juez para Dios;’ Ananías, ‘don del Señor;’ Misael,‘quien es lo que Dios es;’ y Azarías, ‘a quien Jehová ayuda’” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 14).

“Entre los que mantenían su fidelidad a Dios, se contaban Daniel y sus tres compañeros, ilustres ejemplos de lo que pueden llegar a ser los hombres que se unen con el Dios de sabiduría y poder. Desde la comparativa sencillez de su hogar judío, estos jóvenes del linaje real fueron llevados a la más magnífica de las ciudades, y a la corte del mayor monarca del mundo.…

“Viendo en estos jóvenes una promesa de capacidad notable, Nabucodonosor resolvió que se los educase para que pudiesen ocupar puestos importantes en su reino. A fin de que quedasen plenamente capacitados para su carrera, ordenó que aprendiesen el idioma de los caldeos, y que durante tres años se les concediesen las ventajas educativas que tenían los príncipes del reino” (Profetas y Reyes, págs. 352, 353).

Resolución significativa

3. ¿Qué nombres les dio el jefe de los eunucos? ¿Qué significan estos nombres y a quiénes se refieren? Daniel 1:7.

“Puesto que estos nombres se referían al Dios verdadero y tenían cierta relación con su culto, se los cambió por nombres cuyas definiciones los habían de vincular con las divinidades paganas y el culto de los caldeos. Así Beltsasar, el nombre dado a Daniel, significaba

‘príncipe de Bel;’ Sadrach, ‘siervo de Sin’ (dios de la luna); Mesach, ‘quien es lo que es Aku’ (Aku era el equivalente sumerio de Sin; es decir que era otro nombre del dios de la luna); y Abed-nego significaba ‘siervo de Nebo’” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 14). Estos nuevos nombres se referían a deidades paganas.

“Los nombres de Daniel y sus compañeros fueron cambiados por otros que conmemoraban divinidades caldeas. Los padres hebreos solían dar a sus hijos nombres que tenían gran significado. Con frecuencia expresaban en ellos los rasgos de carácter que deseaban ver desarrollarse en sus hijos.…

“El rey no obligó a los jóvenes hebreos a que renunciasen a su fe para hacerse idólatras, sino que esperaba obtener esto gradualmente. Dándoles nombres que expresaban sentimientos de idolatría, poniéndolos en trato íntimo con costumbres idólatras y bajo la influencia de ritos seductores del culto pagano, esperaba inducirlos a renunciar a la religión de su nación, y a participar en el culto babilónico” (Profetas y Reyes, pág. 353).

4. ¿Qué decisión tomó Daniel en su corazón? ¿Quién se complació con esta resolución e impresionó la mente del oficial real? Daniel 1:8, 9.

“Pero como una porción de estas cosas se ofrecía a los ídolos, el alimento proveniente de la mesa del rey estaba consagrado a la idolatría, y compartirlo sería considerado como

tributo de homenaje a los dioses de Babilonia. La lealtad a Jehová prohibía a Daniel y a sus compañeros que rindiesen tal homenaje. Aun el hacer como que comieran del alimento o bebieran del vino habría sido negar su fe. Obrar así habría sido colocarse de parte del paganismo y deshonrar los principios de la ley de Dios.

“Tampoco podían correr el riesgo que representaba el efecto enervador del lujo y la disipación sobre el desarrollo físico, mental y espiritual. Conocían la historia de Nadab y Abihú, cuya intemperancia, así como los resultados que había tenido, describían los pergaminos del Pentateuco; y sabían que sus propias facultades físicas y mentales quedarían perjudicadas por el consumo de vino.

“Los padres de Daniel y sus compañeros les habían inculcado hábitos de estricta templanza. Se les había enseñado que Dios los tendría por responsables de sus facultades, y que no debían atrofiarlas ni debilitarlas” (Profetas y Reyes, pág. 354).

5. ¿Qué propuso Daniel al administrador real? ¿Cuál fue el resultado después de diez días? Daniel 1:12-15.

“Daniel y sus compañero no sabían cuál sería el resultado de su decisión. Solo sabían que podría costarles sus vidas, pero determinaron mantenerse en el recto camino de la estricta temperancia aun en la corte de la licenciosa Babilonia” (En Lugares Celestiales, pág. 262).

“Este oficial vio en Daniel buenos rasgos de carácter. Constató su esfuerzo en ser amable y servicial, que sus palabras eran respetuosas y corteses y sus modales poseían la gracia de la modestia y la mansedumbre. Fue el buen comportamiento de los jóvenes el que ganó el favor y amor del príncipe” (The Youth’s Instructor, 12 de Noviembre, 1907).

6. ¿Qué hizo el administrador después de esta experiencia? ¿Cómo recompensó el Señor la fidelidad de sus hijos? Daniel 1:16, 17.

“El Señor miró con aprobación la firmeza y abnegación de los jóvenes hebreos, así como la pureza de sus motivos; y su bendición los acompañó.… Se cumplió para ellos la promesa: ‘Yo honraré a los que me honran’ (1 Sam. 2:30). Mientras Daniel se aferraba a Dios con una confianza inquebrantable, se manifestó en él el espíritu del poder profético. Al mismo tiempo que recibía instrucciones de los hombres acerca de los deberes que debía cumplir en la corte, Dios le enseñaba a leer los misterios de lo por venir, y a registrar para las generaciones futuras, mediante figuras y símbolos, acontecimientos que abarcaban la historia de este mundo hasta el fin del tiempo” (Profetas y Reyes, págs. 356, 357).

7. ¿A qué conclusión llegó el rey tras el examen final de estos jóvenes? Daniel

1:18-20.

“Leed el Antiguo y Nuevo Testamento con corazón contrito. Leed con oración y fidelidad, suplicando que el Espíritu Santo os de entendimiento. Daniel tenía porción del Antiguo Testamento a disposición e hizo de la palabra de Dios su más alto instructor. Al mismo tiempo aprovechaba las oportunidades ofrecidas para ser inteligente en todas

las áreas del saber. Sus compañeros hicieron lo mismo….” (Fundamentals of Christian Education, págs. 357, 358).

“…pero su saber no les llegó por casualidad. Lo obtuvieron por el uso fiel de sus facultades, bajo la dirección del Espíritu Santo. Se relacionaron con la Fuente de toda sabiduría, e hicieron del conocimiento de Dios el fundamento de su educación. Con fe, oraron por sabiduría y vivieron de acuerdo con sus oraciones. Se colocaron donde Dios podía bendecirlos….Y Dios mismo fue su Maestro” (Profetas y Reyes, págs. 357, 358).

Estudio personal

• Profetas y Reyes, págs. 352-361.